Que Michael Mann filma como Dios los tiroteos lo sabe cualquiera, que Depp es uno de los tios más versátiles y carismáticos que podemos ver en una pantalla es algo que no dudo, que Bale siempre es intenso y nunca está mal (no siempre está bien) es evidente, que la historia de Dillinger es atractiva es de perogrullo.
Con todo esto en el bolsillo he ido a verla con miedo y he salido contento y feliz como una lombriz, y es que ni Mann, ni Depp, ni Bale ni, por supuesto, Dillinger, me han decepcionado.
Sus 140 minutos se me han hecho cortos gracias a un ritmo ágil que no perjudica por ello al estudio de sus personajes; el uso del digital calza a la perfección con escenas como el tiroteo en el campo, ya que te sumerge más en el ambiente, te lo crees más porque no lo ves todo tras la textura del cine.
Depp está sublime, lejos de su cargante Sparrow, más en la ínea de "Finding Neverland", contenido, granuja, carismático, temible, sensible, colérico...en cualquier registro dentro de Dillinger está en el punto justo. Los que critican su actuación o la consideran simplemente correcta...me encantaria, de verdad, saber qué le falta para ser sublime.
Gran película, huele a clásico.