Todo comenzó con la forja de las grandes películas.
La trama fue proporcionada por Tolkien, inmortal, el más sabio y honrado de todos los seres. Los derechos se otorgaron a Jackson, gran cineasta y artesano de las islas antípodas. Y nueve, nueve horas fueron entregadas a la raza de los hombres, que ansían por encima de todo la calidad.

Pero todos ellos fueron engañados, pues otra adaptación más fue forjada.

En la tierra de Amazon, en los fuegos del Monte Prime, el Señor Oscuro Bezos forjó en secreto el fracaso regente.
Y en esta serie invirtió su dinero, su codicia y su voluntad de dominar toda la saga.

Una adaptación para arruinarlas a todas.


El mal no puede crear nada nuevo, solo arruinar o corromper lo que las fuerzas del bien han inventado o construido.