La película es una verngonzosa adaptación de la clásica y recomendadísima novela medieval de caballería "Tirant lo Blanc", escrita por Joanot Martorell. Este es uno de los libros que Cervantes salvó de la quema en el Quijote. En cambio, esta película el manco de Lepanto la quemaría con lanzallamas. Me imagino que en la tumba de Joanot Martorell habría más de un seísmo al ver cómo Vicente Aranda adaptaba su libro convirtiéndolo en una mamarrachada sin igual. El dinero invertido en este bodrio, zafio hasta el vómito, fue dinero tirado a la basura.

El guión, la adaptación de los personajes, la manipulación total de la historia es para llorar. Es que no se parece en nada a la novela. No salen ni una cuarta parte de los personajes. Toda la picardía, ingenio e imaginación de la novela quedan convertidas en un espectáculo de película de destape, de esas italianas del Jaimito tan populares en los años 70. Me extrañó no ver al Jaimito italiano, Lino Banfi, salir por la pantalla como aquel que no quiere la cosa, porque ya puestos a rodar un pestiño infumable, pues qué más da. La picardía se convierte en erotismo barato, la historia en un mero espectáculo de personajes en celo.

Fue un descalabro comercial. Se lo merecía.

Cualquier parecido con la novela es pura coincidencia. Sólo se parecen en los nombres de los personajes principales y en el título (que encima está mal traducido, en mi humilde opinión, del catalán original, pero eso ya es harina de otro costal que entra en cuestiones filológicas y no cinematográficas). Es tan mala que no merecería ni ser editada en DVD. Debería volatilizarse y desaparecer para siempre.