Excelente película de De Palma sobre el mundo sórdido de la delincuencia y la droga en los Estados Unidos de los años 70/80. Lo más destacable las interpretaciones, todas apreciables, pero sin ninguna duda el alma de la película es el personaje de Tony Montana, es decir, Al Pacino, en una especie de "hermano pobre" de Michael Corleone. Las escenas de violencia y tiroteos son magníficas.
Bellísimas y más que correctas Pfeiffer y Mastrantonio en sus breves pero importantes papeles.