Realidad y fantasía se mezclan en esta compleja mezcla de comedia y drama que gira en torno a Stephane Miroux, un joven introvertido que posee una poderosa imaginación, gran capacidad creativa y que vierte todas sus emociones y sus inseguridades para regalarnos un peculiar espectáculo en el que el caleidoscopio de los sueños y de la fantasía dominan la pantalla.
Stephane, enormemente sensible y tímido, se vuelca en su mundo interior y en él transforma la realidad, analizando sus recuerdos, sus sentimientos, sus alegrías, sus fracasos... Continuamente se muestra, desde su punto de vista personal, cómo el percibe las situaciones. La puesta en escena contribuye a resaltar la naturaleza casi enteramente onírica de la película, convirtiendo la mayoría de los detalles, planos y escenas en una sucesión de imágenes que rinden un tributo a la imaginación, a una visión subjetiva y rompedora de la vida.
La trama, centrándose en los problemas afectivos de Stephane, en su rebeldía contra la monotonía y en su gran dificultad para entablar una relación con la chica que le gusta, nos hace ver de pleno todas las debilidades humanas del muchacho. Él no duda en hacernos partícipes de todos sus temores, su inmadurez, sus dudas existenciales, su falta de determinación.. En definitiva, él es, ni más ni menos, como tantos de nosotros: un cúmulo de miedos, de falta de confianza, de temor a anclarse en una vida insatisfecha en la que se carezca de motivación y de sensación de autorrealización. Y, desde luego, los complicados senderos del amor, los titubeos que todos sentimos cuando afrontamos ese sentimiento, el horror al rechazo, a que el ser amado no nos corresponda, el tormento de los malentendidos cuando nos volvemos ciegos y sordos, el daño que podemos llegar a hacernos mutuamente cuando en el fondo lo único que deseamos es amarnos sin trabas... El amor... Qué difícil es para muchos, cómo nos complicamos las cosas cuando todo podría ser tan sencillo...
Stephane es una incursión en el interior del alma, es sacar a la luz todas las debilidades humanas y también las más bellas capacidades y creaciones que pueden surgir de nosotros.
Personajes con reacciones imprevisibles, sorprendentes y a menudo chocantes, diálogos naturales y divertidos, reflexiones acerca del sentido de la vida... Y todo ello visto desde la particular óptica de Stephane.
Inventor y artista de vocación, cuando él siente que la realidad es demasiado penosa o demasiado prosaica, se sumerge en sus propias fantasías y trata de ver las cosas de una manera más satisfactoria, más colorista, en la que todo es posible.
Sigo en el spoiler.