Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Vivoleyendo:
7
Drama Kym (Anne Hathaway) es una ex-modelo que regresa a su casa para asistir a la boda de su hermana Rachel (Rosemarie DeWitt). A pesar de su juventud, Kym tiene un largo historial de crisis personales, conflictos familiares y largas estancias en clínicas de rehabilitación. La boda de Rachel parece la ocasión perfecta para limar asperezas con sus padres y el resto de la familia. Sin embargo, lo que prometía ser un fin de semana festivo acaba ... [+]
16 de junio de 2010
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jonathan Demme no fue especialmente original al elegir la temática del casamiento que reúne a la familia algo desperdigada y que destapa traumas acumulados. Tampoco fue especialmente original al decantarse por la filmación cámara al hombro en estilo semi-documental. La moda de la estética indie se ha ido imponiendo con potencia, y parece una norma para alejarse del Hollywood convencional y dar la impresión de cine “independiente”. De cualquier modo, nada de eso me importa al final, me dan igual las etiquetas, porque “La boda de Rachel” me convence y me llega. No a unos altos niveles, pero me toca alguna fibra por ahí dentro.
El asunto central es la próxima unión de Rachel y su prometido Sydney, a la que acudirá Kym, la hermana de Rachel, que soporta una carga enorme de angustia, tensión y sufrimiento, compartida por la familia mientras tratan de seguir adelante como pueden.
Kym lleva limpia de drogas bastantes meses ya y en su clínica de rehabilitación le otorgan un permiso para acudir al enlace de su hermana. La chica parte a enfrentarse con los que más ama en el mundo, con sus fantasmas personales y para demostrarse a sí misma que puede volver a estar en la circulación sin acabar borracha perdida o chutándose. Regresa al mundo al que teme, porque le recuerda demasiado su dolor, su terrible culpa. Regresa para pedir perdón y para decir a su manera que los quiere y los necesita.
La boda de Rachel se plantea como un reto formidable para volver a mirar a la cara a quienes ha estado haciendo tanto daño, y salir del círculo vicioso en el que todos se habían metido. Una terapia de liberación y reconciliación, con ratos de gran tensión y tirantez. Rodeada de la alegría y el ánimo festivo de parientes y amigos que celebran el especial acontecimiento del matrimonio, música, discursos espontáneos de amistad y amor, bromas, lágrimas y las entrañables tonterías que suele hacer la gente cuando se reúne para festejar que dos personas se quieren.
Kym revive los peores recuerdos de su vida habiendo tomado la decisión de madurar por fin y no dejarse caer otra vez. Notamos su miedo, su rabia hacia sí misma, sus esfuerzos y su alivio, mientras va y viene por la casa llena de invitados, ruido, preparativos y un equilibrio quebradizo que amenaza con romperse constantemente.
Irán buscando difíciles caminos en los que estar juntos de nuevo.
Demme provoca emoción en medio de las canciones improvisadas, los chistes que siempre suele contar el amiguete o el primo de turno con vocación de showman, las comilonas, los atuendos variados, los cotorreos, las demostraciones de afecto, y la pelea contra ella misma de una chica que trata de ser alguien de nuevo.
Las cursiladas y el jolgorio de una boda típica servirán como catarsis para una familia herida hasta lo más hondo.
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow