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España España · Madrid
Voto de Iwokoh:
8
Drama Basada en el best seller autobiográfico de Frank McCourt. Ángela y Malachy McCourt abandonan Nueva York en la época de la Gran Depresión (años 30) y regresan a su Irlanda natal. Pero su situación no mejora por dos razones: por un lado, la crisis que sigue a la independencia, y, por otro, el alcoholismo de Malachy, que dilapida en los bares lo poco que gana. A base de subsidios y caridad Ángela se las irá arreglando para mantener a sus cuatro hijos. (FILMAFFINITY) [+]
10 de septiembre de 2008
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película basada en una novela autobiográfica que cuenta las miserias de una família de irlandeses en los años de la Gran Depresión. La pobreza está hábilmente retratada, es creíble y cercana, quiero decir que no hace falta haberla vivido para comprender en toda su extensión todo lo que supone. La dignidad se tambalea cuando la pobreza golpea día tras día, y Alan Parker nos narra perfectamente, con las dosis justas de creación artística, como fue la vida de todos aquellos pobres desgraciados. Se incide mucho, tal y como sucede en la biografía del propio autor, en la presencia del patriotismo irlandés -y por ende, en la militancia antiinglesa- y en la educación católica, que vista con los ojos de ahora parece más cercana al integrismo islamista que a la tradición católica. A la iglesia católica se la trata con justicia, mostrando su firmeza a la hora de educar, sus estrictos códigos morales, pero a la vez, siendo una parte esencial a la hora de sobrellevar la vida de tantos y tantos irlandeses. Para éstos ser católico no es una opción, y en el fondo, creo que todos se sienten agradecidos a la religión con la que crecieron. En la película está perfectamente reflejado el ambiente de carencia, la pobreza descarnada en algunos casos, pero la sociedad mantiene sus principios católicos, cuestión por la que nunca aparecen como una sociedad en decadencia. En esta historia, que es tan real como la vida misma, -y esa es una de sus grandes bazas- uno se siente, de alguna manera, extrañamente reconfortado, por una sociedad que aunque pobre, mantiene vivos los valores que hacen del ser humano algo valioso.
Iwokoh
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