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Voto de Jorge76:
8
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Ciencia ficción. Acción. Bélico
El Imperio Galáctico ha terminado de construir el arma más poderosa de todas, la Estrella de la muerte, pero un grupo de rebeldes decide realizar una misión de muy alto riesgo: robar los planos de dicha estación antes de que entre en operaciones, mientras se enfrentan también al poderoso Lord Sith conocido como Darth Vader, discípulo del despiadado Emperador Palpatine. Historia ambientada entre los episodios III y IV de Star Wars. (FILMAFFINITY) [+]
31 de diciembre de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay dos claves que dieron un éxito inconmensurable a la saga Star Wars son:
1. La historia.
2. (y fundamental): La creación del universo Star Wars.
Cuando George Lucas recuperó allá por 1999 la saga, perdió el respeto a ambas cosas: la historia sólo se arregló parcialmente con un buen guión en el Episodio III, pero el universo Star Wars cambió, y ahí teníamos tecnologías y modas completamente inexplicables, en aras de una mayor espectacularidad, y al servicio de nuevas técnicas que Lucas no había podido aprovechar en su trilogía original.
Ya el Episodio VII, a pesar de tener una historia más de andar por casa, había recuperado ese universo Star Wars que se había perdido en la segunda trilogía, pero Rogue One tiene ambas cosas: el universo Star Wars, y una buena historia.
El universo Star Wars está recreado de forma impecable y los fans de la serie podemos ver los X-Wings, los cazas imperiales, los destructores, las puertas romboides, e incluso una alianza rebelde con unos looks abiertamente setenteros y unas pantallas totalmente retro. Incluso, por primera vez, los personajes humanos creados por ordenador, aún no siendo perfectos, dejan de ser grotescos.
En cuanto a la historia, se deja ver por cualquiera que no sea seguidor de la saga, aunque es evidente que la disfrutaremos más los fans. Es el perfecto eslabón perdido entre el Episodio III y el Episodio IV (anteriormente conocido como La Guerra de las Galaxias). De hecho, lo acontecido justifica completamente el título de Una Nueva Esperanza.
(sigo en el spoiler para no desvelar algunos aspectos de la trama, para quien no la haya visto aún)
1. La historia.
2. (y fundamental): La creación del universo Star Wars.
Cuando George Lucas recuperó allá por 1999 la saga, perdió el respeto a ambas cosas: la historia sólo se arregló parcialmente con un buen guión en el Episodio III, pero el universo Star Wars cambió, y ahí teníamos tecnologías y modas completamente inexplicables, en aras de una mayor espectacularidad, y al servicio de nuevas técnicas que Lucas no había podido aprovechar en su trilogía original.
Ya el Episodio VII, a pesar de tener una historia más de andar por casa, había recuperado ese universo Star Wars que se había perdido en la segunda trilogía, pero Rogue One tiene ambas cosas: el universo Star Wars, y una buena historia.
El universo Star Wars está recreado de forma impecable y los fans de la serie podemos ver los X-Wings, los cazas imperiales, los destructores, las puertas romboides, e incluso una alianza rebelde con unos looks abiertamente setenteros y unas pantallas totalmente retro. Incluso, por primera vez, los personajes humanos creados por ordenador, aún no siendo perfectos, dejan de ser grotescos.
En cuanto a la historia, se deja ver por cualquiera que no sea seguidor de la saga, aunque es evidente que la disfrutaremos más los fans. Es el perfecto eslabón perdido entre el Episodio III y el Episodio IV (anteriormente conocido como La Guerra de las Galaxias). De hecho, lo acontecido justifica completamente el título de Una Nueva Esperanza.
(sigo en el spoiler para no desvelar algunos aspectos de la trama, para quien no la haya visto aún)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Por otro lado, varias escenas pasarán a la historia de Star Wars con letras de oro:
- La incorporación del personaje samurai de Chirrut Ymwe a la lucha de Jyn Erso en el planeta Jedda.
- Las dos magníficas secuencias en las que aparece Darth Vader, recordándonos porque es el número uno entre los malos malísimos más carismáticos de la historia del cine.
- La escena final con los dos protagonistas abrazados frente a la playa.
Eso sí, si algo podemos achacar a la película es que una de sus mayores virtudes es también uno de sus mayores defectos: la primera trilogía tomaba las aventuras de sus protagonistas de forma más liviana y con más sentido del humor, lo que daba a la saga un buen tono desenfadado como películas de aventuras. La coherencia de la historia, en este caso, no permitía demasiados lujos en este aspecto, por lo que la película está más cerca de una película de acción que de una de aventuras. El final, al ser coherente con la historia, gustará posiblemente a los seguidores de la trilogía clásica, pero la cara de los niños al salir del cine era todo una poema...
Una muy buena película de Star Wars a la que la Fuerza acompaña, sin duda.
- La incorporación del personaje samurai de Chirrut Ymwe a la lucha de Jyn Erso en el planeta Jedda.
- Las dos magníficas secuencias en las que aparece Darth Vader, recordándonos porque es el número uno entre los malos malísimos más carismáticos de la historia del cine.
- La escena final con los dos protagonistas abrazados frente a la playa.
Eso sí, si algo podemos achacar a la película es que una de sus mayores virtudes es también uno de sus mayores defectos: la primera trilogía tomaba las aventuras de sus protagonistas de forma más liviana y con más sentido del humor, lo que daba a la saga un buen tono desenfadado como películas de aventuras. La coherencia de la historia, en este caso, no permitía demasiados lujos en este aspecto, por lo que la película está más cerca de una película de acción que de una de aventuras. El final, al ser coherente con la historia, gustará posiblemente a los seguidores de la trilogía clásica, pero la cara de los niños al salir del cine era todo una poema...
Una muy buena película de Star Wars a la que la Fuerza acompaña, sin duda.