"Una terapia peligrosa" vino amparada por el concepto que hizo grande y legendaria a "Los Soprano", ¿puede un mafioso necesitar ver a un psiquiatra? Pero, lo que en la primera era humor negro y mucha violencia, aquí es a la inversa, pues las diferentes tensiones entre el capo deprimido y sus colegas de profesión están subordinadas a la ironía y el talento para el humor de su pareja protagonista.

Billy Crystal firma uno de sus mejores trabajos como actor, encarnando al desventurado médico que se las va a ver con uno de los clientes más indiseables posibles, a pesar de su innegable carisma. De Niro, mirado con lupa por sus últimos papeles en los recientes años (que con todo, nunca podrán enmascarar las obras maestras que ha ido haciendo a lo largo de una carrera legendaria), muestra una sana capacidad de parodiarse a sí mismo y generar gags muy ocurrentes.

Nombres imprescindibles siempre que se habla de italo-americanos con tendencia a llevar trajes y conmoverse con "El Padrino", debemos mencionar a Chazz Palminteri, Clem Caserta o un gran Joe Viterelli. Aunque quizás su metraje sea un poco excesivo, Harold Ramis firma con precisión y encomendándose en todo momento a la química en pantalla de Crystal y De Niro.

Lisa Kudrow, con su heterodoxo pero innegable talento para la comedia, está asimismo presente como la nueva pareja del psiquiatra con el que va a contraer matrimonio. Tal vez desaprovechada, la actriz aprovecha sus minutos en pantalla con su habitual maestría.

Muy recomendable para desconectar y pasar un buen rato.