En el muy saturado mundo del cine de terror, donde efectismo, vísceras e irrealidad, conviven con obras maestras de gran profundidad, la propuesta de Balagueró, hay que calificarla como original, cercana, sutil, y lo que es más importante, muy buena.

Se trata de un tipo malo, insensible, cuya desgracia es la felicidad del prójimo, y esto se plasma en una convencional comunidad de vecinos, donde el maestro Tosar ejerce de portero, un tipo insensible, solitario, obsesivo, sin escrúpulos, ... vamos malo, que está extraordinariamente interpretado por un actor capaz de causar tanta inquietud en un momento dado como sumisión y respetuosidad al instante siguiente, un doble papel (frente a si mismo, y frente al vecindario) sólo al alcance de un actor enorme.

El film tiene muy buen ritmo, con escenas de emoción estupendas, sin efectismo, y con un permanente aura de desasosiego e incomodidad, donde odias a un personaje, aunque en algún momento deseas que salga del atolladero.

Enorme, inmenso y mayestático, Tosar, un film original, bien hecho, ... cine a lo grande, para disfrutar, entretenerte, pasártelo bien y dejarte sorprender.