Pixar devuelve la vida a Disney con una historia que trasciende más allá de lo meramente infantil, es una película tierna, colorida y como era de esperar, llena de mensaje. Los primeros 15 minutos son históricos, y no solo para la historia del cine de animación, si para la historia del cine en general. Es estremecedora la capacidad de síntesis que se ha logrado en esa especie de prólogo que muestra la vida de Carl y Ellie desde que conocen el amor hasta que ella muere.

En un siglo en el que parece que los valores han sido olvidados o sustituidos por la superficialidad, esta película apalea nuestro corazón como el joven explorador aporrea la puerta del señor Fredricksen. El amor, la amistad, la ambición son tratados profundamente en la película, aunque sin duda el tema estrella es la aceptación del transcurso del tiempo en ese espinoso terreno que es la vida, eso que conocemos como "cerrar una etapa o empezar una nueva", algo que es de aplaudir ya que se ha tratado con toda la sensibilidad del mundo. Eso sí respetando el hecho de que el público principal de ésta serán niños.

Si hubiese que compararla, diría que es superior a grandes producciones como "Los increíbles","Bolt","Bichos" etc. y que a pesar de ser infinitamente diferente, se encuentra a la altura de "Mi vecino Totoro" o "El viaje de Chihiro", para mí, las mejores obras de animación de ésta década, aún espero con ganas "Vals con Bashir" a ver si la puedo sumar al carro...