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Voto de Jose_Lopez_5:
3
5.3
12,006
Comedia. Fantástico
Scott Howard es un tímido estudiante de instituto que descubre que es un hombre-lobo. Aunque en un principio su estado le provoca una terrible preocupación, poco a poco irá desarrollando sus nuevas, ágiles y peludas cualidades para ligar con las chicas y ganar al baloncesto. (FILMAFFINITY)
7 de diciembre de 2020
1 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Ay los 80!, pero qué década. Plagada de productos que los niños de entonces sobrevaloramos creyendo que eran sobresalientes. Luego, de mayores, muchos los eludimos por vergüenza.
"Teen Wolf" (1985), o como aquí fue estúpidamente rebautizada, "De pelo en pecho", fue una de esas películas que algunos niños grabamos en una cinta virgen cuando la emitieron por televisión porque, a nuestros imberbes ojos, lo tenía todo para ser un bombazo: fantasía, tías buenas, chistes geniales, ambientación estadounidense, acción, un pardillo que triunfa y un final feliz de esos que tanto nos molaban.
Luego crecimos y, claro, algunos (no todos) maduramos, viendo así lo que la ceguera de la infancia nos impidió. En otras palabras, comprendimos que aquello era una americanada cómica sin pies ni cabeza, con actores malos, personajes absurdos, reacciones inverosímiles y, por supuesto, el manido instituto de secundaria yanqui de turno (véase spoiler 1).
Porque "De pelo en pecho" es, efectivamente, una chorrada ochentera como un templo. En ella se nos relataba una historia que corría a rebufo de las películas de hombres lobos de la época (véase spoiler 2), solo que pasada por el filtro de la adolescencia, el sexo púbere (véase spoiler 3) y una dosis industrial de estupidez por parte de los personajes (véase spoiler 4). Por razones estrictamente comerciales, su estreno se retrasó para aprovechar el tirón de "Regreso al Futuro" (1985), de modo que acabó convirtiendo sus $6 millones de presupuesto en una taquilla mundial de $33 millones.
Para Fox, un actor prácticamente criado en la pequeña pantalla, el éxito logrado con la película de Spielberg supuso un enorme impulso a su carrera que, hasta aquel momento, había hecho cima con la serie de TV "Enredos de famiia" (1982-1989); serie totalmente desconocida en España, pero famosa entre los estadounidenses que se criaron durante esa década. Sus trabajos cinematográficos previos habían sido, como mucho, discretísimos.
En consecuencia, cuando le ofrecieron trabajar en otra peluda continuación de esta cinta, Fox se quitó de en medio, siendo un jovencísimo Jason Bateman quien recogería el testigo (véase spoiler 5). Total, para nada, porque la segunda parte, estrenada dos años después, fue una copia de la primera.
En resumen, película que logró gran parte de su éxito gracias a la nueva condición de estrella de Michael J. Fox. Es una idiotez notable protagonizada por actores creciditos haciendo de adolescentes apollardados con preocupaciones banales. Si la vio de pequeño y le gustó mucho, piénseselo dos veces antes de volver a verla de adulto.
"Teen Wolf" (1985), o como aquí fue estúpidamente rebautizada, "De pelo en pecho", fue una de esas películas que algunos niños grabamos en una cinta virgen cuando la emitieron por televisión porque, a nuestros imberbes ojos, lo tenía todo para ser un bombazo: fantasía, tías buenas, chistes geniales, ambientación estadounidense, acción, un pardillo que triunfa y un final feliz de esos que tanto nos molaban.
Luego crecimos y, claro, algunos (no todos) maduramos, viendo así lo que la ceguera de la infancia nos impidió. En otras palabras, comprendimos que aquello era una americanada cómica sin pies ni cabeza, con actores malos, personajes absurdos, reacciones inverosímiles y, por supuesto, el manido instituto de secundaria yanqui de turno (véase spoiler 1).
Porque "De pelo en pecho" es, efectivamente, una chorrada ochentera como un templo. En ella se nos relataba una historia que corría a rebufo de las películas de hombres lobos de la época (véase spoiler 2), solo que pasada por el filtro de la adolescencia, el sexo púbere (véase spoiler 3) y una dosis industrial de estupidez por parte de los personajes (véase spoiler 4). Por razones estrictamente comerciales, su estreno se retrasó para aprovechar el tirón de "Regreso al Futuro" (1985), de modo que acabó convirtiendo sus $6 millones de presupuesto en una taquilla mundial de $33 millones.
Para Fox, un actor prácticamente criado en la pequeña pantalla, el éxito logrado con la película de Spielberg supuso un enorme impulso a su carrera que, hasta aquel momento, había hecho cima con la serie de TV "Enredos de famiia" (1982-1989); serie totalmente desconocida en España, pero famosa entre los estadounidenses que se criaron durante esa década. Sus trabajos cinematográficos previos habían sido, como mucho, discretísimos.
En consecuencia, cuando le ofrecieron trabajar en otra peluda continuación de esta cinta, Fox se quitó de en medio, siendo un jovencísimo Jason Bateman quien recogería el testigo (véase spoiler 5). Total, para nada, porque la segunda parte, estrenada dos años después, fue una copia de la primera.
En resumen, película que logró gran parte de su éxito gracias a la nueva condición de estrella de Michael J. Fox. Es una idiotez notable protagonizada por actores creciditos haciendo de adolescentes apollardados con preocupaciones banales. Si la vio de pequeño y le gustó mucho, piénseselo dos veces antes de volver a verla de adulto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
1) Cuyas normas y aspecto poco tenían que ver con los institutos en donde se estudiaba el BUP y el COU en España. Amén de que en el cine estadounidense, no sé bien por qué, los estudiantes de instituto suelen estar bien duritos, superando los veinte y orillando los treinta sin que a nadie le extrañe. Coño, que el malogrado Michael J. Fox tenía 23 años cuando rodó esto en el otoño del 84.
2) Por si alguien aún piensa que el cine no son modas, que revise la racha protagonizada por lincántropos que arrasó durante los 80. Luego la recuperarían Len Wiseman y Kate Beckinsale en el 2003. ¿Qué se apuesta a que los vampiros vuelven a dar por saco dentro de algún tiempo? Y luego, los zombies otra vez. Siempre es la misma tontería.
3) La relación de los EE.UU. con el sexo merece estudio. Lo repudian siempre que pueden, pero están obsesionados con sugerirlo continuamente. Y lo de los adolescentes más calientes que los palos de un churrero es ya un clásico en el cine, ya sea para contar bobadas de diverso calibre o para servir de relleno en el cine "slasher". Algún día, no sé cuándo, tendrán que superarlo. El puritanismo hipócrita de aquellas tierras es superlativo.
4) A título personal se me quedó grabado en el recuerdo el personaje de "Boof" (nombre gilipollas donde los haya), interpretado por Susan Ursitti. Una morena mojigata que, sin embargo, me ponía más palote que el otro putón rubio que se abría de piernas. Lo curioso es que Ursitti optó por estudiar en la universidad y, tras algunos trabajos cinematográficos posteriores desconocidos, dejó el cine y abrazó el anonimato. Si se lo está preguntando, la rubia calentorra tampoco duró mucho en el cine, de donde hizo mutis casi a la par que Ursitti.
5) Oficialmente fue porque no quería volver a pasar por el proceso de maquillaje. ¿Se lo cree? Yo tampoco. Hay unas declaraciones suyas, mientras rodaba "Regreso al futuro" (1985), en las que lamentaba estar haciendo el cretino disfrazado de hombre lobo mientras Spielberg rodaba un peliculón un poco más abajo. Es fácil deducir que, tras su nueva condición de estrella, decidió huir de estas mierdas.
2) Por si alguien aún piensa que el cine no son modas, que revise la racha protagonizada por lincántropos que arrasó durante los 80. Luego la recuperarían Len Wiseman y Kate Beckinsale en el 2003. ¿Qué se apuesta a que los vampiros vuelven a dar por saco dentro de algún tiempo? Y luego, los zombies otra vez. Siempre es la misma tontería.
3) La relación de los EE.UU. con el sexo merece estudio. Lo repudian siempre que pueden, pero están obsesionados con sugerirlo continuamente. Y lo de los adolescentes más calientes que los palos de un churrero es ya un clásico en el cine, ya sea para contar bobadas de diverso calibre o para servir de relleno en el cine "slasher". Algún día, no sé cuándo, tendrán que superarlo. El puritanismo hipócrita de aquellas tierras es superlativo.
4) A título personal se me quedó grabado en el recuerdo el personaje de "Boof" (nombre gilipollas donde los haya), interpretado por Susan Ursitti. Una morena mojigata que, sin embargo, me ponía más palote que el otro putón rubio que se abría de piernas. Lo curioso es que Ursitti optó por estudiar en la universidad y, tras algunos trabajos cinematográficos posteriores desconocidos, dejó el cine y abrazó el anonimato. Si se lo está preguntando, la rubia calentorra tampoco duró mucho en el cine, de donde hizo mutis casi a la par que Ursitti.
5) Oficialmente fue porque no quería volver a pasar por el proceso de maquillaje. ¿Se lo cree? Yo tampoco. Hay unas declaraciones suyas, mientras rodaba "Regreso al futuro" (1985), en las que lamentaba estar haciendo el cretino disfrazado de hombre lobo mientras Spielberg rodaba un peliculón un poco más abajo. Es fácil deducir que, tras su nueva condición de estrella, decidió huir de estas mierdas.