Atípico biopic que nos relata la vida de Harvey Pekar (Paul Giamatti), quien compaginó su monótono trabajo ordenando papeles en el hospital de Cleveland con otro como escritor de unas historietas llamadas American Splendor. Historietas en las que, con la ayuda de distintos dibujantes, ofrecía su irónica visión sobre lo cotidiano.

Lo más llamativo de la película es su manera de introducir, a lo largo del metraje, partes filmadas para la propia película mezcladas con imágenes de archivo e incluso escenas en las que aparecen el propio Pekar y conocidos hablando directamente a cámara (las cuales ofrecen un tono más cercano al de un documental). Todo ello intercalado con viñetas, dibujos y bocadillos de los cómics que creó. Y, aunque al principio esto pueda desconcertar o chocar (o incluso dar la sensación de que no nos lleva a ninguna parte), la verdad es que además de novedoso el resultado final es más que interesante.

El trabajo de los actores es espléndido, sobre todo el realizado por Paul Giamatti (atención a su tono y vocalización) y Judah Friedlander, quien interpreta a Toby, compañero de trabajo de Pekar y autoproclamado nerd. De todas maneras, me gustaría puntualizar que es imprescindible verla en versión original para captar estos y otros matices.