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Voto de Turbolover1984:
5
Terror. Comedia. Thriller “¡No quiero morir en Canadá!”, suplica Wallace Bryton, un popular podcaster al que una serie de circunstancias ha llevado hasta la frontera de Canadá, donde vive Howard Howe, que una vez fue salvado por una morsa. Misántropo recalcitrante, Howe tendrá una forma muy poco ortodoxa de sacar a Wallace su lado más “animal”. (FILMAFFINITY)
6 de febrero de 2015
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El "director de una generación" o un "director de culto" son calificativos que seguramente muchos puedan usar para hablar de Kevin Smith, que vivió sus años dorados y sus tiempos de mayor clamor de fans en los 90 y que quitando alguna obra puntual mejor valorada, sigue esperando desde entonces o mejor dicho, los fans quieren decir al unisono aquello de "el mejor Kevin Smith ha vuelto". Y es que tras la en general notablemente valorada secuela de Clerks que tiene casi una década, lo poco que ha hecho está entre lo olvidable y lo mediocre, aunque personalmente me gustó mucho su perturbador acercamiento a las sectas en "Red State", mejor película en Sitges 2011.

Extraña y bizarra mezcla la que nos ofrece el director en esta "Tusk" cuyo primer recuerdo en las comparativas sea la también enfermiza "The Human Centipede", aunque sale perdiendo en todas ellas. Podría entenderse su historia como como una moraleja / castigo cinematográfico a aquellos que graban podcast metiéndose con la gente visto el personaje principal que nos presenta y como lo trata (no sé si le habrán hecho algo los de este gremio) o puede que esto sea simplemente una excusa para presentarnos a un hombre que tiene obsesión por las morsas y un joven que tiene la mala suerte de cruzarse en su camino.

La mezcla de comedia, thriller y slasher es correcta pero la película quitando momentazos puntuales y un planteamiento "diferente", no tiene mucho más. Seguramente hubiera sido un genial cortometraje pero la idea no da para un largometraje y da la sensación de que se le hace larga y tiene que rellenar. Las apariciones del psicópata encarnado por Michael Parks son magnéticas y potentes, con la capacidad de con su mera presencia y sus historias por banales que sean, llenar la pantalla. Algo que contrasta con los tics del tedioso y cargante personaje de Johnny Depp, que contribuye a la sensación de irregularidad y de necesitar rellenar. En resumen, una película que posiblemente muchos le cuelguen la etiqueta de cinta de culto por lo bizarro de su relato, pero que, pese a dejar sus momentos, no lo merece y se olvida fácil.

Nota: 5'5
Turbolover1984
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