Tratar de tomar en serio una película de un señor quitanieves (si, a Homer Simpson le ha salido un rival) que se enfrenta el solo, sin experiencia alguna en las labores de matarife, a los asesinos de su hijo, expertos mafiosos capaces de cargarse a su propia madre; o que nadie pregunte o descubra nada sobre lo que está pasando lleva a la decepción. Si, por el contrario, se ve la película como lo que es, un divertimento que en ningún momento se toma en serio a sí misma, con unos secundarios excelentemente construidos, un malo muy malo y excesivamente ridículo y un sentido del humor negrisimo, la película es disfrutable al 100%.

Tiene toques como lo de ir poniendo la esquela de los personajes que van muriendo, los apodos de estos personajes (mención especial a El esquimal), los créditos finales poniendo los nombres de los actores por orden de desaparición o el giro en la segunda mitad de la película que llegan a ser desternillantes.

Además, tiene personajes femeninos, la novia del hermano del protagonista, la policía novata o la ex mujer del malo, que son una sorpresa en este tipo de films tan dados a descuidar personajes femeninos. Una lastima que del personaje de la esposa del protagonista, una desaprovechada Laura Dern, no se pueda decir lo mismo.