Almas desnudas

La película obtuvo pérdidas y la crítica tampoco la valoró muy bien, y creo yo que no estaban preparados para una película así.

Esta película, me recuerda a varias películas similares de los años 90, donde había un drama con una historia mezclada en suspense y tensión.

Última película americana de Max Ophüls (supongo que dado al fracaso en taquilla) y pocas más películas haría Joan Bennett.

La historia es interesante, en el sentido de que narra la vida de una familia normal, que sin quererlo ni beberlo, van sucediendo cosas y cada vez se les va complicando más la vida, bueno, más bien la madre es la que lleva todo el peso, y está muy bien porque la madre no deja de ser madre en ningún momento, pero tiene un estrés considerable por el asunto principal de la película.

Me ha gustado bastante, tanto el desarrollo, la trama, la forma de manejarlo y la fotografía. En algunos momentos algo forzado, pero debido que aún estamos en 1949 lo dejo pasar.

La elegancia visual de Max oppenheimer, nacido en el imperio Alemán, queda patente en el último filme que realizó en EEUU.
Actor, director teatral, antes que director de cine, antes de cumplir los 55 falleció por una insuficiencia cardíaca.
Su legado es variopinto.

La presencia de Joan Bennett y James Mason, bien dirigidos y mejor fotografiados, hacen muy creíbles ambos personajes.

La historia está acunada entre un melodrama puro, con rendijas de grisaceos toques noir, abundantes.
Con un ritmo ágil, entrar en la historia depende muy mucho, del aspecto emocional.

Filmado con estilo, contiene unos toques expresionistas visuales sutiles.
Una magnífica puesta en escena con unos preciosistas y efectivos movimientos de cámara, encuadrados en el universo Ophuls e iluminados con precisión, tanto interiores como exteriores y una música que acompaña y resalta muchas imágenes.
Una sentimental gozada negra.

Filme en blanco y negro (más negro que blanco) acerca de una mujer madre de familia que mientras su esposo anda viajando por Europa ha de enfrentar los amorios erróneos de su hija adolescente con un delincuente y las consecuencias peligrosas se generan (un muerto, un chantage y el estrés de estar al margen de la ley).

A destacar un joven James Mason. Por lo demás resulta un filme algo "peñazo"

De la original novela titulada "The Blank Wall" hemos pasado de la mano de Max Ophüls a "The Reckless Moment", que en la traducción hispana hemos cambiado, sin ninguna justificación, por "Almas desnudas". Salvo para atraer al público con el anzuelo del sexo, en la España nacionalcatólica de los años cincuenta, se estrenó en 1954, con lo de "desnudas". En fin, cosas de los distribuidores. El caso es que la película tiene una naturaleza bifronte, una de cine negro con un arranque prometedor y un cadáver de por medio, pero otra de melodrama blandito que nos acaba arruinando el espectáculo.

La deriva de "Almas desnudas" se explica porque la novela original, publicada en 1947, fue escrita por una señora, Elisabeth Sanxay Holding, con todo lo que ello conlleva. Lo peor no es que se imponga una de las fantasías femeninas más recurrentes, pero también más tóxicas, estúpidas, peligrosas y, por cierto, de izquierdas (¿o es que nunca ha sido femenina sino progresista?), sino que su desarrollo es muy inverosímil, fuera de lugar y hasta risible. El largometraje es breve, las interpretaciones son buenas y tiene una idea pasable pero lo poco creíble la acaba condenando (SPOILER).