Lo que queda del día

Recuerdo bien cuando vi "Lo que queda del día" por primera vez. Fue el año de su estreno, 1993, una tarde de primavera, en los desaparecidos cines Valle Inclán de Compostela. Yo tenía 24 años, estudiaba el cuarto año de una carrera que me había dejado de gustar pero no me atrevía a abandonar y que además sospechaba (con razón) que no me iba a abrir puertas para labrarme el futuro que a mi me habría gustado. Cuando acabó la película me sentí identificado con el personaje de Stevens, magistralmente interpretado por Anthony Hopkins: la dificultad para expresar mis sentimientos (aún hoy presente en cierto modo) había impedido que tuviera una relación romántica como yo tanto deseaba.

Durante todos estos años no quise volver a ver "Lo que queda del dia": temía que el endurecimiento de los sentimientos que supone el paso de los años me hiciese verla de otra manera y se borrase el fantástico recuerdo que tenía de ella. Pero hoy he vuelto a verla, casi treinta años después, y me ha vuelto a maravillar. Y esta vez me he identificado con la Srta. Kendon del final de la película: con unos cuantos grandes errores en mi mochila, después de experiencias buenas y malas y tiempos felices y tristes, no puedo parar de preguntarme (a menudo con arrepentimiento) que habría pasado si...

Aquella tarde en Compostela, al salir del cine aún no se había puesto el sol. Me encontré en la puerta a mi amigo Ramón, al que veía más que nada en verano, y a su novia entoncés, Carmen creo que se llamaba. También venían de ver la película, y a ellos también les había gustado mucho. Carmen estaba emocionada, y dijo una frase que me quedó grabada como uno de los momentos más especiales de mis experiencias cinematográficas (y aseguro que muchas de mis experiencias vitales más emocionantes están relacionadas con el cine). Dijo con pesar sincero: "No fue capaz. El viejo no fue capaz".

Excepcional trabajo interpretativo por Antony Hopkins verdaderamente imposible de superar encarna con tal exactitud la figura del mayordomo inglés de una época menos mal casi extinta.
La compañera de reparto Emma Thompson no le queda atrás , en una magnífica interpretación de la ama de llaves.
A parte de sus magníficos papeles la película trata temas turbios como el valor de la dignidad, la moralidad ,las clases sociales y el amor vistos de diferentes modos , dependiendo de la clase social en la que uno se encuentre.
Simplemente no hay tiempo para tu propia vida, vives para tu señor a día completo sin tener derecho a juzgar ni siquiera opinar sobre la propia vida.
Triste y real , película filmada de un modo excelente.

Es mejor como película que como adaptación, sin dudas. No está mal, pero creo que carece de la profundidad de la obra en que se basa. Las actuaciones son correctas, aunque a veces no se condicen con lo descrito en el libro (incluso llegan a ser opuestas a lo planteado por el autor) Se podría haber hecho mejor, más que nada desde lo estético... se desaprovechó el potencial de las locaciones. Igual lo peor de todo es que en los extras del dvd aparecen las escenas eliminadas... ¡que son las más fieles al libro! Destaco a Emma Thompson.

Continuando mi viaje de muerte y redención del espíritu para resurgir cual Ave Fénix, me he topado con "Lo que queda del día".

Dos historias paralelas que son la misma en distintos momentos. Una a tiempo real y otra a base de largos flash-back que nos ponen en materia mientras el presente avanza. Al mismo tiempo dentro de esta doble estructura temporal podemos destacar dos motivos (groso modo), la influencia de poderosos aristócratas y polítícos de la Alemania pre-2ª guerra mundial sobre un noble gentleman británico bien comunicado con la administración de gobierno, y por otro lado, el abnegado espíritu de sacrificio de un mayordomo durante toda su vida, negando incluso la posibilidad al amor y a crear una familia, incapaz de abandonar las creencias y modales más estrictas, severas y exquisitas, obsesionado por mantener la dignidad hasta el fin de sus días. Evidentemente todos tendremos la ocasión de observar cómo la tristeza y la soledad se apoderan de las personas totalmente dedicadas a otras, y cuyas vidas corren al margen del amor.

James Ivory es de lo poco que hay en cuanto a dar una buena historia de romance sin caer en lo típico y los tópicos.

Interpretaciones de Óscar, muy buen guión, vestuario, diseño de producción,... En general es la película perfecta para estar nominada al Óscar sin ganarlo.

Por poner un pero, el final, que no lo he sentido como tal. Ya se que la vida sigue y tal, pero si lo comparas con el de su mejor película para mi "Call me by your name", ahi se ve un pedazo final sin necesidad de cerrar la historia.


PD: Me ha encantado ver a Chritopher Reeve :'(.