X-Men: Días del futuro pasado

La quinta entrega de las aventuras de los X-Men (la séptima, si se incluyen los dos largometrajes especialmente dedicados a Lobezno) es, en mi opinión, la mejor de todas ellas. Reconozco que, después de ver su estreno en el año 2000, no estaba demasiado interesado en seguir las adaptaciones cinematográficas del cómic. De hecho, el debut de los mutantes me dejó indiferente. No obstante, la segunda parte -que llegó a nuestras pantallas en 2003- me pareció más lograda y mejor dirigida. A partir de ahí, los cuatro títulos posteriores me saturaron, aun siendo evidentes su corrección técnica y cierta intensidad narrativa. Ya estaba cansado, tanto de los propios personajes como de unas tramas exprimidas en exceso, de modo que no me dispuse a ver este último trabajo con ninguna ilusión. Sin embargo, considero que el retorno de Bryan Singer a la dirección (ya estuvo detrás de las cámaras en las dos primeras, aunque no en el resto) ha sido beneficioso.
Pese a que su mayor éxito sigue siendo “Sospechosos habituales”, cinta rodada hace casi veinte años, en “X-Men: Días del futuro pasado” logra revitalizar una saga que se había estancado, sacando el máximo partido a la historia. Cuenta un viaje en el tiempo de Lobezno, quien será enviado a principios de la década de los setenta para evitar un suceso y cambiar así el curso de la Historia, que contemplaba una guerra entre humanos y mutantes. Los papeles de Magneto y del Profesor X, interpretados respectivamente por Ian McKellen y Patrick Stewart en el presente, son encarnados en el pasado por Michael Fassbender y James McAvoy. La trama setentera es mucho más entretenida, revestida de mayor intensidad que la actual y enfrascada en una recreación más oscura, mística y robótica. Se aprecia más humor, mayor acción y mejor ambientación en esa época pretérita en la que, por suerte, se desarrolla la mayor parte de la película. Además, tanto McAvoy como, sobre todo, Fassbender, dan una vuelta de tuerca a unos personajes que constituyen un activo muy importante del film. Se incide notablemente en las rivalidades entre los propios mutantes y en su lucha contra los humanos, recreándose en ese triangulo que ofrece matices sustancialmente más complejos que otras adaptaciones del cómic a la gran pantalla.
Con un desorbitado presupuesto de doscientos millones de dólares, ya ha recaudado más de trescientos ochenta en todo el mundo en apenas dos semanas en cartel. Todo un éxito que ha superado con creces los números de su predecesora y que ha propiciado el anuncio de una octava entrega que se estrenará en 2016, de nuevo con Singer como responsable del proyecto. Sin negar los méritos de “X-Men: Días del futuro pasado”, confieso que no me gusta nada esta tendencia recurrente de las productoras a eternizar las sagas, programando los rodajes en función de los triunfos en taquilla. Preferiría ver un nuevo ejercicio de riesgo del autor de “Sospechosos habituales”, que constituyó una aportación sorprendente y original al Séptimo Arte, pero me temo que se ha perdido en el laberinto de esta reiteración de fórmulas asociadas al éxito económico.
Junto a los mencionados Fassbender (uno de los intérpretes con mayor progresión y destacada carrera de los últimos años, demostrada en “Un método peligroso”, “Shame” o “12 años de esclavitud”) y McAvoy (más irregular que el alemán, pero asimismo con interesantes aportaciones en “El último rey de Escocia” o “Expiación”), completan el destacado reparto Hugh Jackman y Jennifer Lawrence, en papeles protagonistas y, con actuaciones secundarias, Halle Berry, Anna Paquin, Ellen Page y Omar Sy.
www.cineenpantallagrande.blogspot.com
@gerardo_perez_s

Reconozco que salgo contento tras visualizar este filme, el guión me ha parecido muy bueno (al estilo del gran Chris Claremont) y la trama está bien llevada..
Un grandioso Michael Fassbender y un gran Hugh Jackman le dan a esta película el equilibrio necesario para que merezca la pena gastarse el dinero y acudir a la gran pantalla..
Pese a ello, hay errores garrafales, aunque ya estamos acostumbrados los antiguos lectores de comics, ya que sigo esperando un personaje principal que logre la esencia, que evoque lo que sentía al leer los tebeos de niño.. Y es que un gran Lobezno acompañado de varios personajes que no llegan ni a la suela a los originales (como Coloso, Pícara, y un largo etcétera) deja un sabor agridulce..
Pero vamos, para mí no está mal, se deja ver...

Me ha gustado, ofrece todo lo que puedes esperar de este tipo de películas: es dinámica, espectacular, ingeniosa y divertida. Sus ciento treinta minutos pasan volando. Se beneficia de unos actores que se encuentran muy a gusto interpretando a esos carismáticos personajes. En esta entregan destacan Mística, el Profesor X, Magneto y Lobezno; por contra hay algunos mutantes (como Tormenta) algo desdibujados. La historia del viaje en el tiempo me pareció bien resuelta y me encantó la forma en que utilizan hechos históricos (el asesinato de Kennedy, Vietnam, Nixon) adaptándolos al universo del cómic.

Además, la película también incluye cierto trasfondo filosófico, el drama mutante es el drama de los inadaptados y los oprimidos. Estos seres son criaturas atormentadas en permanente conflicto consigo mismos y con la humanidad, a diferencia de otras creaciones de Marvel como los Vengadores. No son superhéroes al uso.

En definitiva, "Días del futuro pasado" confirma la buena senda iniciada por "Primera Generación", recupera aspectos de la sobresaliente "X-Men 2", y corrige errores de la pésima "La solución final". Con Bryan Singer al mando, estoy seguro de que nos esperan buenas noticias en el futuro.

Tras dos películas de "X-men" que aunque eran buenas tampoco fue como para emocionarse, esta tercera peli de la saga "X-Men" es sin duda alguna la mejor de las tres que ha rodado Bryan Singer (a la tercera va la vencida) ¿Qué como? pues incluyendo más y mejores escenas de acción de las que carecían las anteriores películas de la saga rodadas por el mencionado director, además de buenos actores, como no, por lo que a los que les gustaron las dos primeras películas que Singer rodó, una en el 2000 (la primera parte) y la segunda tres años después en el 2003, esta es claramente superior a esas dos (recordemos que la tercera no la rodó él si no el no menos oportuno Brett Ratner)

Vamos, que ha merecido verdaderamente la pena haber ido a verla al cine, por lo guay que es, claro que no creo, ni de coña, que esta sea la última película de "X-Men" pues pienso que a corto o a largo plazo habrá otra nueva peli de esta saga, que con toda seguridad sera una pasada.

Imprescindible si eres un fan de "X-Men".

Cuando Matthew Vaughn nos obsequió XMen First Class, nos estimuló una saga que en general ni me brillaba ni emocionaba especialmente, simplemente, me era una curiosidad agradable.
Y aunque yo soy más de Vengadores, he de reconocer que el autor de Stardust y luego Kick As, que fueron unas brillantes historias que demuestran la capacidad del realizador inglés para narrar y sorprender al mismo tiempo, se pegó como digo un delicattessen con Primera Generación.
Pero estabamos hablando mejor de Bryan Singer, autor también de la 1 y la 2, y su capacidad de narrar tampoco se queda atrás. Haciendo sencillo y comprensible lo difícil, los viajes en el tiempo, nos aborda un entretenido largo viaje con diálogos más trabajados y un claro intento de emocionar y dimensionar a sus personajes.
Es una lástima porque aunque score, efectos, narración y ritmo, son excelentes, falta una vuelta de tuerca, un hervor que acabe de conectar con el sentimiento del espectador, que empatice con las claves sentimentales de los mutantes.
Quizás sea el talón de Aquiles de estos superhéroes, que se hayan constantemente enfrentados a nosotros los humanos normales, a diferencia de otros super personajes de comics donde siempre son nuestros aliados, porque no hay un enemigo al que vencer haciendo una alianza mutantes y no mutantes. Es una guerra contínua de odio y distanciamiento.
El personaje de Mercurio y la siempre competente Lawrence componen lo mejorcito de la función.
Pese a todo, me gustó más Kevin Bacon como villano en FIrst Class que este enano ridículo capaz de fabricar súper centinelas complejísimos en plenos años 70, aun descubriendose la informática y cuando no existía ni teléfonos inteligentes. Cosas de los cómics, al fin y al cabo, pero en verdad, por culpa de la poca empatía hacia el destino de estos seres mutantes mi valoración no va a pasar del notable moderado.
De narración y solidez no discuto, pero sí de sentimientos.
Y ahí Singer falta mutar aun algún cromosoma, y trasladarlo a la pantalla.
Y solo decir ya, recomendable y con un 3d aceptable. No la pierdan en una sala de cine.