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Rep. Dominicana La Paloma y el Lobo
26
Drama
Desplazados por la violencia que arrasó con su pueblo, Paloma y Lobo sobreviven intentando amarse. Entre la sed, el miedo y la nostalgia, Paloma desea regresar a casa pero Lobo vive atado a un recuerdo que le impide volver.
14 de septiembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El amor y los demonios personales de La paloma y el lobo
La paloma y el lobo retrata un romance que intenta sobrellevar circunstancias difíciles. Paloma (Paloma Petra) y Lobo (Armando Hernández) llevan trabajos precarios y una carencia de agua en un barrio de Nuevo León, Monterrey. Con toques contemplativos, la dirección de Carlos Lenin se respalda con planos secuencias que resaltan una atmósfera opresiva y monótona.
Intentando mantener su fábula de amor, la voz en off recalca su intento por llenar sus soledades y sellar los demonios personales. La joven quiere regresar a su pueblo natal, mientras que el hombre rehúye a comunicarle un pasado que lo atormenta.
La fotografía de Diego Tenorio se apoya en claroscuros que remarcan la desolación existencial, la desesperanza relacionada con la infravaloración laboral y la gradual distancia en la que su relación se ve afectada. Aunado a ello, su esencia minimalista resalta aspectos íntimos que trazan la interacción dulce y, a la vez, distante, de la pareja, así como con sus compañeros de trabajo.
*La violencia implícita en La paloma y el lobo
El guion de Lenin y Jorge Guerrero coloca instancias contemplativas en las que Paloma y Lobo se ven rodeados por violencia.
De manera implícita, los planos secuencias que dominan la trama retratan insultos, confrontaciones físicas y sometimientos recalcados por memorias sonoras. Paloma afronta hostigamiento de un grupo de jóvenes, mientras que Lobo se ve atormentado por un recuerdo en medio de gritos y susurros. Todo ello para ahondar en pesadillas personales que trastocan a la pareja, volviéndose sus complicaciones tediosas y profundas.
*Entre observación social y sobrevivencia
Tanto Paloma como Lobo buscan sobrevivir, uno junto al otro. Lenin enfatiza en close ups a sus gestos faciales. A pesar de un entorno difícil, intentan preservar su romance tierno, pero complicado. Los planos fijos, generales y medios presentan a una pareja que oscila entre la cercanía y la distancia.
Sin embargo, el relato maneja múltiples temáticas sociales que no logran cohesión en su narrativa. Los atisbes de la violencia aquejada en México, las condiciones laborales precarias y el bullying no logran suficiente profundidad a pesar de resaltar al amor como el vehículo para despertar la calidez humana.
*Conclusión
La paloma y el lobo es una propuesta pulcra y arriesgada. Con un notable trabajo de fotografía, sonido e interpretaciones, presenta un claroscuro sobre la muerte, el amor y la violencia.
Todo ello a pesar de contar con un ritmo letargo que extiende demasiado a su narrativa en medio de contemplaciones, tormentos personales y adversidades.
Escrito por Mariana Fernández
La paloma y el lobo retrata un romance que intenta sobrellevar circunstancias difíciles. Paloma (Paloma Petra) y Lobo (Armando Hernández) llevan trabajos precarios y una carencia de agua en un barrio de Nuevo León, Monterrey. Con toques contemplativos, la dirección de Carlos Lenin se respalda con planos secuencias que resaltan una atmósfera opresiva y monótona.
Intentando mantener su fábula de amor, la voz en off recalca su intento por llenar sus soledades y sellar los demonios personales. La joven quiere regresar a su pueblo natal, mientras que el hombre rehúye a comunicarle un pasado que lo atormenta.
La fotografía de Diego Tenorio se apoya en claroscuros que remarcan la desolación existencial, la desesperanza relacionada con la infravaloración laboral y la gradual distancia en la que su relación se ve afectada. Aunado a ello, su esencia minimalista resalta aspectos íntimos que trazan la interacción dulce y, a la vez, distante, de la pareja, así como con sus compañeros de trabajo.
*La violencia implícita en La paloma y el lobo
El guion de Lenin y Jorge Guerrero coloca instancias contemplativas en las que Paloma y Lobo se ven rodeados por violencia.
De manera implícita, los planos secuencias que dominan la trama retratan insultos, confrontaciones físicas y sometimientos recalcados por memorias sonoras. Paloma afronta hostigamiento de un grupo de jóvenes, mientras que Lobo se ve atormentado por un recuerdo en medio de gritos y susurros. Todo ello para ahondar en pesadillas personales que trastocan a la pareja, volviéndose sus complicaciones tediosas y profundas.
*Entre observación social y sobrevivencia
Tanto Paloma como Lobo buscan sobrevivir, uno junto al otro. Lenin enfatiza en close ups a sus gestos faciales. A pesar de un entorno difícil, intentan preservar su romance tierno, pero complicado. Los planos fijos, generales y medios presentan a una pareja que oscila entre la cercanía y la distancia.
Sin embargo, el relato maneja múltiples temáticas sociales que no logran cohesión en su narrativa. Los atisbes de la violencia aquejada en México, las condiciones laborales precarias y el bullying no logran suficiente profundidad a pesar de resaltar al amor como el vehículo para despertar la calidez humana.
*Conclusión
La paloma y el lobo es una propuesta pulcra y arriesgada. Con un notable trabajo de fotografía, sonido e interpretaciones, presenta un claroscuro sobre la muerte, el amor y la violencia.
Todo ello a pesar de contar con un ritmo letargo que extiende demasiado a su narrativa en medio de contemplaciones, tormentos personales y adversidades.
Escrito por Mariana Fernández
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