Bluey (Serie de TV)

Si hablamos de series infantiles actuales nos vienen a la mente: La Patrulla Canina o Pepa Pig, nadie habla de Bluey, y es extraño, porque es, de lejos, la mejor de todas las series infantiles que se han creado. No lo digo yo, es una serie que tiene un 9.7 en IMDB (la nota más alta en toda la web), y desde luego no es por casualidad.

Bluey es una perrita de 6 años que vive con sus padres y su hermana de 4. En cortos episodios, que rondan los 7-8 minutos, nos van contando divertidas historias de su vida, de una manera terriblemente amena y positiva para los niños, pero con una doble lectura para los adultos que hará que en más de una ocasión acabes riendo o llorando. Y es que Bluey te llega en muchos momentos hasta lo más hondo, hasta donde los ojos se humedecen mientras tu boca sonríe, es tal la belleza de algunos episodios que sólo pensarlo se me ponen los pelos de punta.

A nivel educativo, la serie es un no parar del buen hacer. Explica de una manera increíblemente bella y atractiva para los pequeños conceptos como la positividad, el crecer, la familia (todo tipos de familia), el esfuerzo, las recompensas... en definitiva trata las emociones positivas de una manera que ninguna serie infantil se ha atrevido o planteado hacer. Y en cada episodio algo diferente.

Ha sido un total descubrimiento. Sin duda, la obra maestra de las series infantiles.

Bluey y su hermana Bingo son dos ¿cachorros? ¿niñas? de unos siete y cuatro años, respectivamente, que viven en Australia y protagonizan capítulos cortos en los que se cuenta alguna pequeña historia: un día cualquiera de guardería, un juego inventado por ellas, llegar tarde porque no están listas cuando deberían salir...

Cualquier momento del día a día es una buena excusa (hasta que los papás discutan mientras montan un mueble de Ikea) para hablar de la primera infancia y sus desafíos, de las contradicciones de los padres y, en general, de los problemas que enfrentamos adultos y niños.

Y todo está contando con una inteligencia, un humor, una claridad... hasta con momentos de poesía y, en definitiva, un buen hacer envidiables.

Realmente cuesta mucho encontrarle un solo fallo a la serie, tanto en forma como en fondo.

Si tienes hijos pequeños, o no tienes problemas en disfrutar de un producto inteligente y bien realizado, independientemente de que sea de animación, no dudes en darle una oportunidad a Bluey.

Por cierto, mención especial al doblaje (de España), pocas veces he oído unos diálogos que suenen tan auténticos, unas "niñas" que suenen a niñas, hasta la risa de la pequeña (casi de bebé) es una delicia.

En punto de vista, podemos verlos como una simple familia de perros, pero por interior, Bluey y su familia tiene un gran potencial catalogando una de las mejores series animadas para niños.
Especialmente, Bluey esta haciendo entretener a los niños del mundo sanamente, a este personaje nos cae bien que terminamos encariñando a Bluey, a Bingo y a todos sus amigos.
Sin embargo, tiene pocos puntos malos, en ese caso que las cosas salen de control, como Bluey tiene un comportamiento de una mandona, pero a pesar de eso, aprende a no hacer eso porque a veces pasa una serie de problemas, por eso su familia y sus amigos la apoyan
Bluey puede ser una amiga mas para los pequeños de la casa con sus divertidos juegos.
Además que los padres estarán de acuerdo porque su serie tiene tema de la familia de hoy, y lo mas importante, aprender lecciones morales a través de las ocurrencias y los juegos en sus aventuras entretenidas y sanas.
Hubiera puesto un 11 de 10 como si fuese Einstein, pero no tiene este puntaje, así que pongo la puntuación perfecta 10 de 10
En conclusión: Bluey es una joya de la televisión infantil.

No suelo opinar mucho aquí porque tampoco soy crítico de cine ni nada de eso, pero en este caso quería plasmar lo EXTRAORDINARIOS que son estos dibujos animados. El cariño con el que están hechos y el contenido así como la forma de exponer cada lección es SUBLIME. Y para terminar no sólo es que los niños aprendan cosas sino también LOS PADRES. Me quito el sombrero con ellos... ¡Si tienes hijos no lo dudes y empápalos con Bluey!