Ma

Película de terror y suspense dirigida por Tate Tylor.

Tylor, director de "La chica del tren" o la excepcional "Criadas y señoras" se pasa al terror sin mucho éxito.

El sótano de Ma está protagonizada por una siempre brillante Octavia Spencer (Criadas y Señoras) que interpreta a una mujer solitaria (Sue Ann) que se hace 'amiga' de unos adolescentes a los que invita a su sótano para que puedan celebrar sus fiestas allí. Spencer siempre da credibilidad a sus papeles y esta no es una excepción; la expresión de su cara y sus gestos lo dicen todo. La acompañan en el reparto, entre otros, Luke Evans (Furia de titanes), que aquí es Ben el padre de uno de los chicos y que está bastante convincente, McKaley Miller (Scream Queens) es Haley, la rubia bocazas a la que interpreta a la perfección y sin contar al resto del elenco -bastante desconocidos- nos queda una Juliette Lewis (Kalifornia) muy floja y que cada vez tiene papeles más pobres.

En conjunto todos trabajan bastante bien, sobre todo teniendo en cuenta la historia con la que trabajan.

El guion tiene unos diálogos bastante ingeniosos en muchos momentos pero a la vez es chapucero, con muertes torpes y que no se entienden bien (ver zona spoiler).

La fotografía a cargo de Christina Voros es bastante buena (mejor que el guion), pero la banda sonora es bastante mala comparada con las que se escuchan en este subgénero.

La última media hora se resuelve de una manera demasiado precipitada y sin mucho sentido.

Lo bueno es que es puro entretenimiento; no hace falta darle más vueltas a este tipo de cine.

Menos mal, menos mal, que en su día no me decidí a ver ésta película en el cine, sino me hubiese arrepentido mil veces, que manera de vendernos un peliculón en los trailers y luego la realidad es bien distinta.

La historia falla en muchos conceptos y eso que contaba con unos ingredientes más que interesantes. La venganza siempre da mucho juego, pero ese juego pierde el interés cuando enseñas las cartas de forma precipitada, que es uno de los cánceres de la cinta. Sabemos que Ma le pasó algo, pero no el qué y en lugar de jugar con esa carta hasta última hora, nos la muestra en nada y ya atamos todos los cabos y pierde todo el interés, que solo nos mantiene en vilo, esperando la próxima locura de una tipa que tiene mil pájaros en la cabeza. Y una venganza sobre chavales, en lugar de los que realmente la hicieron daño, menos entendible aún.

Llegado el momento se hace bastante pesada, muy repetitiva y predecible. No pierdan el tiempo.

Tras unos años sin thrillers de terror adolescentes que destacar, Tate Taylor apuesta en El sótano de Ma por contarnos cómo un trauma del pasado puede desencadenar una temible venganza. Un argumento que enlaza con los clásicos del género, Carrie, Sé lo que hicisteis… pero con un personaje muy real, que podría ser el vecino de cualquiera de nosotros.

El arranque contiene todos los tópicos. Maggie llega por primera vez a la ciudad donde su madre se crió. Sus padres se acaban de separar y su madre, Erica (Juliette Lewis, El cabo del miedo) ha encontrado trabajo en un casino. En la primera salida con sus amigos, Maggie le pide a una mujer que les compre alcohol, pues son menores de edad. Aunque al principio se niega, todo cambia cuando reconoce en uno de los chicos al hijo de un antiguo compañero de secundaria. A partir de ese momento, Sue Ann, a la que sus nuevos amigos llaman Ma, se obsesiona misteriosamente con esa pandilla de chicos.

Octavia Spencer (Criadas y señoras, Figuras ocultas) borda su papel de Ma. Una adulta marcada por un trauma de la adolescencia que consigue transmitir al espectador ese sentimiento entre la compasión y el miedo. Es lo mejor de la película, porque todo lo demás ya está muy visto: una chica nueva en un instituto y sus amigos: la guapa mala, el cachitas y el chico mono. Además, seguramente decepcionará a los amantes del género porque, en ningún momento, consigue turbar ni desasosegar como habían conseguido otras producciones del mismo estilo.

En resumen, un film con demasiados clichés, en el que destaca el excelente trabajo de la protagonista. El sótano de Ma se queda a caballo entre el terror y un mensaje social y puede decepcionar a los que vayan buscando una “buena peli de miedo”, de esas donde te tapas la cara con el cojín.

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La más reciente producción de la Blumhouse, productora que ha sabido inyectar una generosa renovación en el muy manoseado género del terror en los últimos años, significa el primer protagónico absoluto para Octavia Spencer, quien una vez más es dirigida por el prolífico director Tate Taylor.

Una madre, Erica (Juliette Lewis) regresa a su ciudad natal junto a su hija Maggie (Diana Silvers), quien apenas al llegar socializa junto a un grupo de jóvenes de su escuela, quienes buscan que algún adulto les compre algunas botellas de alcohol, sin conseguirlo hasta que se aparece por el lugar Sue Ann (Octavia Spencer), una mujer que trabaja en una veterinaria quien no solo les compra las botellas de alcohol, sino que les ofrece que utilicen el sótano de su casa para que realicen sus reuniones,

Los jóvenes pronto entran en confianza con la mujer, a la que llaman “Ma”, y el sótano de su casa se convierte en el punto de reunión de una buena cantidad de jóvenes, pero Maggie no se cree del todo la repentina generosidad de Sue Ann, de quien sospecha que oculta sus verdaderas intenciones.

La película inicia como muchas en el género, con una efectiva descripción del lugar y del grupo de amigos, volviendo efectiva rápidamente la dinámica que necesita el relato para avanzar y volver prometedor lo que está por venir dentro de la historia.

Pero los problemas empiezan cuando se empieza a hablar del pasado de Sue Ann y la consecuente y consabida justificación de sus hechos a través de la psicología del personaje, en donde a través de algunos flashbacks se subraya que lo que está por hacer Sue Ann encuentra su motivo en esos hechos del pasado.

El último tramo de la película empieza a padecer de ello y todo el relato se convierte en un desmadrado caos que intenta inútilmente que todo cabo suelto quede bien atado, desaprovechando a una actriz que es toda entrega y que resulta lo más rescatable de un thriller, que presenta algunas reminiscencias a ‘Misey’, que pretendía ser diferente y termina siendo muy ordinario.

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Hay dos cosas con las que ‘El Sótano de Ma’ juega estupendamente y que evita, estratégicamente, que el espectador piense que está viendo una solemne tontería. Porque en el fondo lo es, en el fondo todas las explicaciones están pilladas por los pelos, pero al menos ha conseguido entretenerme.

La primera es Octavia Spencer, comodísima como la villana de la función y elemento puramente desconcertante desde el primer encuentro de los protagonistas con ella. Es una actriz muy sólida, que derrocha simpatía cuando debe hacerlo y mal rollo con un cambio repentino en su rostro.

La segunda, es que aunque puedas oler por dónde van a ir los tiros y giros escondidos, no terminas de saber qué va a suceder del todo. Desconozco si el tráiler, de lo que huyo últimamente, contaba más de la cuenta, pero al no saber exactamente qué tipo de producto me iba a encontrar, ha conseguido engancharme a la butaca durante su ajustado metraje.

Se nota en el CGI del fuego final que ‘El sótano de Ma’ es una cinta de ajustado presupuesto, pero de pequeñas pretensiones que consigue su objetivo. Suficiente.

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