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Scarlet

Drama. Romance Juliette creció sola con su padre Raphaël en el norte de Francia. Él un veterano de la Primera Guerra Mundial. La niña, apasionada por el canto y la música, conoce un verano a un mago que le promete que unas velas escarlatas algún día la sacarán de su pueblo. Juliette nunca dejó de creer en esta profecía. (FILMAFFINITY)

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Críticas 18
Críticas ordenadas por utilidad
17 de abril de 2023
23 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Romance pastoril en la campiña francesa de marcado acento poético. "Scarlet" busca en sus texturas un diálogo romántico con las raíces del propio cine. Celuloide sucio, de grano grueso, como el de aquellas proyecciones borrosas de principios del siglo XX. De hecho Pietro Marcello incluye en la película fragmentos reales de viejos documentales.

El gran problema de "Scarlet" es que su preciosismo bucólico esconde una narración de baja intensidad que deja un poso de ausencia. Marcello se reitera tanto en la forma que se olvida de dar continuidad a lo narrado. Un cuento vaporoso que divaga en exceso y no despierta interés. Eso sí: soberbio y contundente el papel de Raphaĕl Thierry y sus manos rocosas.

En cualquier caso nos queda un ejercicio de artesanía, casi un homenaje al trabajo manual (tanto dentro como fuera de la pantalla) cuya plasticidad parece un manifiesto anti-digital. Nostalgia estética que evoca no sólo a los orígenes del cine, sino también al cuento tradicional, la pintura impresionista de Renoir o la fotografía pionera de Louis Daguerre.
Robert Denigro
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12 de diciembre de 2022
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de su fantástica "Martin Eden" Pietro Marcello nos vuelve a sorprender con esta joyita romántica, una especie de cuento de hadas rural con un encanto muy entrañable entre un padre y una hija.

Los guionistas Pietro Marcelo, Maurizio Braucci, Maud Ameline y Genevieve Brisac adaptan la novela "Scarlet Sails" de escritor ruso Alexander Grin, y nos cuenta la historia de Raphaël, un hombre que regresa a casa en un alejado pueblo francés tras pelear en la primera guerra mundial. Vuelve tullido y la primera noticia que recibe es que su esposa murió y es padre de una preciosa niña llamada Juliette, que ha cuidado su vecina viuda. En el pueblo los rencores hacia él por diferentes motivos son evidentes y a pesar de ser un ebanista muy bueno le es difícil encontrar trabajos para salir adelante. Él se volcará en su hija y conseguirán un vínculo precioso e, iremos viendo a través de diferentes décadas como crece hasta convertirse en una joven tenaz y luchadora.

Marcello sabe moverse bastante bien en el terreno de la fábula, con momentos poéticos sin caer en la cursilería, ofreciéndonos una buena historia de amor. Sobresaliente la actriz protagonista Juliette Jouan siendo esta su primera película, así como Raphael Thieri como su padre. En un pequeño papel tenemos a Louis Garrell como una especie de Príncipe azul que viene del cielo en avioneta. Así como Yolande Moreau como una simpática bruja.

Gabriel Yared compone una banda sonora muy melódica que acompañara esta tierna aventura, en la que si entras no quedarás decepcionado.

Ricar
Destino Arrakis.com,
videorecord
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17 de abril de 2023
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
ARGUMENTO
Tras combatir en la Primera Guerra Mundial, Raphael regresa a su pequeño pueblo, en la Normandía profunda. Vuelve maltrecho en lo físico, pero aún más malherido en lo anímico, porque mientras él sobrevivía a las trincheras, le llegaba la noticia de que su mujer había muerto… poco después de dar a luz a Juliette. Raphael, valiéndose de sus talentosas manos en el manejo de la madera, va a desvivirse en adelante por criar a esa niña.

DESDE MI PUNTO DE VISTA
Tener un domingo de mierda, y darte cuenta a las siete de la tarde de que no puedes meterte en casa a mascar tus sinsabores; echar un vistazo a la cartelera, confiando en que el cine venga al rescarte para limpiarte un poco la cabeza; apostar por una película lírica, pese a que quizá sería más recomendable, en busca de evasión alguna propuesta más dada a la testosterona y menos a la neurona; sentir pronto que la película te acuna, te sana, te envuelve; disfrutarla de esa manera serena en que se saborea el buen cine de autor; salir de la sala buscando desesperadamente la banda sonora para que te acompañe de camino a casa; recordar, en fin, por qué sigues adorando ese maravillo arte.

De las anteriores obras de Pietro Marcello, solo había visto ‘Martin Eden’, a la que entré con grandes expectativas merced tanto al trailer como a las críticas, pero que me causó una cierta decepción. Valoré los elementos que se me mostraban, pero el conjunto no me penetró. Contra toda lógica, ese gatillazo fue clave para que ahora decidiera entrar a ver ‘Scarlet’ precisamente como colofón a un mal día; si hubiera albergado grandes ilusiones, me la habría reservado para otra ocasión más propicia, en que pudiera entregarme a ella sin desdoro.

Pero hete aquí que arranca la proyección, y los primeros fotogramas ya me hacen ojitos, con esa estética añeja que retrata a las tropas que vuelven a casa tras la Gran Guerra. De lo general pasamos a lo particular, y conocemos a este Raphael en cuya vida nos vamos a involucrar: un ser magullado, derrotado, que más que regresar ufano a su hogar lo que hace es dejar caer su deforme corpachón en el único rincón donde va a ser acogido. Ya no por su fallecida esposa, de quien sigue tan enamorado como el primer día, pero sí por esa vecina tan grandota como él, que le brinda un techo y le presenta a su hija. Raphael no es un dechado de expresividad, y apenas le cambia el rictus cuando conoce a la pequeña Juliette. Pero sabemos la hondura de su sentimiento con su gesto de ofrecerle su dedazo a la criatura. Es así, de manera sutil y contenida, como Marcello nos va a ir dosificando la información.

A partir de ahí, iremos viendo crecer a Juliette, desde su más tierna infancia hasta una lozana juventud. Y seremos cómplices de su curiosidad infantil, de que sigue creyendo en la magia por mucho que madure, de cómo ha heredado el gusto por la música de su padre, del desprecio a que le someten sus vecinos por ser integrante del “huerto de los milagros”… Por amor a su padre renunciará a una educación de calidad en la ciudad, y asistiremos al duelo que tiene lugar en su interior entre sus anhelos románticos (simbolizados en esas velas escarlatas que han de surcar los cielos) y su fidelidad al hogar. Cuando Raphael cumpla con su último encargo, y se asegure de que su amada esposa pueda recorrer los océanos, se le abrirá por fin a Juliette una puerta hacia un futuro lejos de Normandía. Queremos que la cruce, pero agradecemos que Marcello tiña de rojo la pantalla sin ser explícito.

La trama, en definitiva, me interpela, me conmueve, me ata a la pantalla. Pero si salgo del cine habiendo desplazado de mi cabeza mis cuitas personales, y flotando en una nube de bienestar, no es solo por lo argumental. De hecho, es principalmente por el envoltorio. Es, por ejemplo, por esa banda sonora de Gabriel Yared que ya se ha convertido en una playlist de las que no se borran (veo que estamos ante un compositor de larguísima trayectoria, cuya música ya había escuchado en ‘La vida de los otros’, ‘Van Gogh (Vincent y Theo)’o ‘En tierra de sangre y miel’). Es, también, por haber disfrutado gozosamente de Juliette cantando en el río, en unos minutos de exhibición cinematrográfica en los que se alían la fotografía, la canción, la belleza de la actriz, la atmósfera del momento… Es, sin duda, por los reiterados espasmos a que se ven sometidas mis pupilas con esporádicos planos de ésos cuya belleza corta la respiración, pese a que la iluminación siempre es tan tenue como requiere el contexto, y a pesar también de que el granulado parezca ser lo opuesto a las actuales posibilidades del cine hiper-tecnológico.

Recordaré este domingo de otra manera, en definitiva, gracias a ‘Scarlet’. Cómo me compadezco de la gente a la que no le emociona el cine…

https://alliayeraquiahora.wordpress.com/2023/04/16/critica-de-cine-scarlet/
Naroa Lopetegi
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14 de abril de 2023
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras su laureada adaptación de la novela de Jack London, Martin Eden, Pietro Marcello regresa a la fuente literaria como sugerencia para su nueva película. Scarlet se inspira libremente en la novela infantil El velero rojo de Alexander Grin y establece un relato mágico, próximo a la fábula.

Pese a la dureza en el trato y la hostilidad del pueblo donde habitan, Juliette (Juliette Jouan) y su padre Raphaël (Raphaël Thiérry) lo confrontan con la pureza de su amor mutuo. En esa pequeña comunidad en el norte de Francia, la gente ha dejado de creer en la magia y solo Juliette, con su pasión por la música y el canto, parece mantenerla viva. Y, más aún, cuando una hechicera le profetiza que un día la sacarán del pueblo y echará a volar.

En esa promesa se oculta el encanto de la cinta que, tanto en lo argumental como en lo formal, con una bellísima fotografía y una dulce propuesta musical, establece la esperanza como uno de los pilares de la vida. Con ella, si uno es paciente y se mantiene firme, se pueden llegar a cumplir los sueños.

Pietro Marcello nos sumerge en una obra poética que, aunque sobrevuela algunos tópicos crudos y se ensimisma por momentos, opta por ensalzar lo bello y lo esperanzador. En su bucolismo de post-guerra, Scarlet es una historia amorosa, no solo romántica, entre una hija y un padre, entre un padre y el recuerdo de una madre –esculpida por él como Pigmalión–, y entre una joven y un aviador.

www.contraste.info
Revista Contraste
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2 de mayo de 2023
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine o teatro: Cien 100%. Una película que evoca el cine del siglo pasado (cine italiano de autores como Visconti), en donde la belleza de la imagen supera con mucho al texto y a la historia
La que me emocionó. La dureza del entorno social, que adula al rico y se ensaña en el pobre. La indiferencia a la violencia de género, el desprecio a las mujeres independientes a las que tildan de brujas. El trabajo de Raphaël Thierry en la película es fabuloso, deslumbrante. Las escenas en donde los habitantes de la granja tocan y cantan juntos son conmovedoras.
Lo que me desilusionó. Un enamoramiento forzado por el guion para el cumplimiento de una pequeña profecía. Las canciones de la protagonista parecen más reflejo del enamoramiento de la cámara con la belleza de la actriz que del desarrollo de la historia. A veces las secuencias de la protagonista rozan la cursilería..
Resumen. Una película interesante en donde las mujeres y los tocados por la pobreza sobreviven a duras penas en un ambiente hostil en donde sus cualidades artísticas les ayudan en su lucha por sobrevivir y encontrar momentos de alegría.
pedrokik
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