La clienta

Amarga comedia dramática que refleja a modo de tema tabú las desventuras de Marco, alias "Patrice" (Eric Caravaca), gigoló que roza con futuras clientas llevando al margen una vida ajena que su propia mujer Fanny (excelente Isabelle Carré) ignora, a sabiendas que el sustento de su marido ayuda a llevar a buen recaudo la peluquería que ella regenta. Pero por eso nuestro sufrido ciudadano se encuentra con Judith (Nathalie Baye) una potencial clienta presentadora de un programa de Televenda que le reporta unos beneficios de trescientos euros por cita dos o tres veces por semana. Así ¿Quién no se apuntaría?

La directora de "Felpudo Maldito" que se permite un papel secundario como hermana de la madura protagonista que sucumbirá a los encantos de su amante, aborda una hisotria que desde siempre se ha enfocado desde la masculinidad chocante pero políticamente correcta(Pretty Woman) o en su diseccionada apariencia para acabar relatando un sentimiento de tormento (American Gigoló). Pero Balasko discurre en una realidad social (el ambiente familiar del que respira Marco) frente a otra más evasiva (los apacibles ratos del amante con Judith) y alternar así los distintos encuentros hasta fusionarlos en un conflicto entre tres, por lo que tan tema tabú sobre las relaciones de pago queda en nada. Josiane Balasko nos presenta un melodramón con ton y son.

Lo Mejor: el triángulo Baye-Caravaca-Carré.
Lo Peor: La jeanlucgodardiana e incordiante hermana de Fanny, Karin, interpretada por la actriz Marilou Berry hija en la vida real de la directora y vista en la película "Comme une Image" de Agnès Jaoui.

No me ha quedado demasiado claro si lo que acabo de ver es un dramón de medio pelo, una tragicomedia de ‘aquí te pillo, aquí te mato’ o una recreación ficticia de un episodio de “Callejeros”. Lo que tengo claro es que la peli de Balasko es un producto bastante mediocre cuya trascendencia cinematográfica tiene pinta de tener el mismo futuro que un peo en pleno huracán caribeño.

Desconfiad, por consiguiente, de la banderita francesa (en Gabachilandia se hacen pelis tan baladíes como aquí) y tened por seguro que “La clienta” ni os va a divertir, ni os va a emocionar ni os va a generar ningún tipo de excitación física o intelectual. Olvidaos, por supuesto, de cualquier secuencia de sexo interesante. Estoy casi seguro que la vida sexual de la duquesa de Alba debe ser mucho más fogosa que la de esta presentadora de televisión y este gigoló de pacotilla.

Yo, sinceramente, le hubiera traspasado el guión a Greenaway (sobre todo porque Greenaway suele pasarse los guiones por el trasero) y le hubiera concedido mucho mayor protagonismo al piel roja, el único tío cachondo de toda esta historia.

Josiane Balasko realiza y adapta su propia novela en La clienta, protagonizada por Nathalie Baye.

Para los despistados recordamos que Balasko tuvo gran éxito en nuestro país con Felpudo maldito, una comedia menor interpretada por Victoria Abril, que tocaba el tema del lesbianismo a través de un triángulo amoroso entre un feliz matrimonio y una mujer interpretada por la propia Balasko.

La película es clara, no esperamos giros de guión sorprendentes y ni finales que nos dejen con la boca abierta.

La relación entre la protagonista y su hermana, interpretada por la propia Josiane Balasko es de lo mejor, y la historia romántica que la realizadora nos mete con calzador, desafortunadamente, es de lo peor y lo que ocasiona que la película vaya menguando cada vez a peor.

Pero en definitiva una película que se ve con agrado, sincera y honesta con el espectador, y lo más importante es que no nos aburrimos sentados en la butaca, algo de lo que no puede presumir la mayoría de títulos de la cartelera.

No deja de ser interesante, a priori, una película que nos hable de la prostitución masculina, y si además la nacionalidad del film es francesa, todavía tiene muchos más alicientes. La realizadora Josiane Balasko nos propone un film con este tema como eje principal alrededor del cual giran los protagonistas del film.

Por un lado, la madura (y solitaria) Judith (Natalie Baye), una mujer de posición acomodada que para combatir su soledad se sirve de jóvenes que cobran por hacer sexo con ella. Uno de ellos, empezará a convertirse en habitual, Patrick (Erick Caravaca), el cual ejerce la prostitución para hacer frente a los apuros económicos que sufre junta a su mujer, Fanny (Isabelle Carré) y la familia de ésta. En torno a estos tres personajes, Balasko construye un film intimista, en el que el resto del escaso reparto cumple la función de reforzar las tres figuras principales que conforman uno de esos triángulos que tanto gusta retratar al cine francés.

Aunque al principio parece que la historia la vamos a contemplar desde la perspectiva de Judith, Balasko juega con los puntos de vista de los otros dos personajes tratando ofrecernos una mirada mucho más ámplia y de conjunto al tema, mezclando los sentimientos de Judith con los de su propio amante de pago, y sin desdeñar el de la parte de la mujer de éste. Aunque és cierto que hace un poco de trampa al mostrarnos a la familia de Fanny desde una perspectiva muy poco agradecia lo que provoca que pronto tomemos partido.

Sin desdeñar las voluntariosas interpretaciones, de las que destaca de largo la de Natalie Baye, el film peca de excesivamente ambicioso, al intentar conjugar un film que trata un tema “tabú” como el de la prostitución, mezclando sentimientos íntimos con una fuerte dosis de realismo social. Desde el principio queda claro que Marco, ejerce su “profesión” abrumado por las deudas y para sacar adelante su matrimonio, y al mismo tiempo como válvula de escape de un tipo de vida que le oprime. Mientras que Judith, por su parte, está más bien agobiada por una vida vacía en lo personal, y que ve como su único punto de apoyo, su hermana, acaba encontrando al hombre de su vida. El lado de Fanny es el menos agradable, por voluntad de la propia realizadora, acaparando prácticamente todas las connotaciones negativas del film.

La realizadora no acaba de definir su film, que bascula entre el melodrama y el realismo social, y esta indefinición general es lo que acaba lastrando una propuesta en principio interesante que se va desinflando a medida que avanza el metraje.

Me ha encantado. Es una comedia dramática llena de humor sutil, llena de ternura por todos los personajes que aparecen, que sutilmente destilan amor en todas sus relaciones, sin que resulte para nada empalagoso, y sin ahorrarnos todos los conflictos que surgen entre ellos. Película inteligentísima, con detalles geniales como el del personaje del indio, que va sirviéndonos la historia con un ritmo ágil y variado de forma que se ve con gran interés y placer, tanto para la inteligencia como para el corazón. El final me parece también excelente. Para mí un "10".