También hay cielo sobre el mar

"- Los sufrimientos son justos castigos por las faltas que cometemos".

Primer largometraje del realizador español José María Zabalza y quizás, vista en la distancia que marca el tiempo, uno de sus mejores trabajos... sin ser lo que se dice bueno.

Pero es eficaz en su relato, narrando una historia tópica, previsible, pero que se ve fácil, sin dificultad.

No aburre, entre otras cosas por la labor de sus estimables intérpretes, entre los que destacan Auropa de Alba, una actriz de salvaje belleza a la que nunca se le sacó provecho y a hombres como José Marco Davó, Antonio Riquelme, que pone el humor entre tanto drama y/o José Calvo, José María Prada y Antonio Prieto, estos dos últimos con sus cuitas con asuntos tan peliagudos como el pecado.

Cae simpática la cinta al estar rodado casi íntegramente en escenarios naturales de Pasia, pueblo pescador, precioso y, sobre todo en los tiempos en los que se rodó, muy lluvioso.

Hay una bella canción popular cantada en euskera y un pequeño baile de Eskadi, cosa que, para los vascos, como yo, se agradece y disfruta.

No está mal la peli, aunque no cuenta nada nuevo en realidad. Zabalza, en años posteriores haría peores películas.

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