Mabel, vendedora ambulante (Charlot y las salchichas) (C)

Mabel Normand no estuvo sola en la dirección. Eso lo dicen los entendidos. No seré yo el que lo discuta. Mabel vendedora ambulante igual que lo hacía Mack Sennett se fue a un evento deportivo real y plantó la cámara. Y puso un negocio de salchichas. El negocio iba bien hasta que llegó el patán de turno. Charlot igual que hizo en Carreras sofocantes quiere chupar cámara de gorra. El negocio de las salchichas se fue a la ruina pero consiguió al patán. Menos es nada.

Esta típica producción en la que el slapstick -golpes, caídas y zarandajas por el estilo- cobra protagonismo, fue filmada durante la etapa en que C. Chaplin estuvo adscrito a Keystone Studios, que se saldó con 35 producciones en un periodo de diez meses.
Como corresponde a la temática durante este periodo, los gags responden a estímulos de impulso primario y, aunque en el argumento trasluce cierto sentido de crítica social, la clave de su éxito radicaba en las desventuras, trapisondas y pendencias de Charlot.
Hay que destacar la presencia y buen manejo del gran número de extras, de figurantes y de gente que pasaba por allí.
En cualquier caso, lo que se buscaba con estas películas eran las zalagardas del personaje y en este caso el pretexto se cobijó bajo el rubro de un día en las carreras.