Sirenas

En el pequeño pueblo de Kiryat Yam, en Irsael  Lana de 16 años se siente atrapada en un lugar en el que no quiere estar. Su madre regenta un chiringuito de playa que ha quedado aislado porque cuando se construyo el nuevo paseo marítimo las obras no llegaron hasta alli, por lo que el negocio va fatal y las deudas la ahogan. La única solución seria cerrarlo, venderlo y trabajar en otro lugar. Lana querría dejar todo atrás e irse a Tel Avi a comenzar una nueva vida. Todo va a cambiar cuando aparece en el pueblo un periodista que escucha una historia de un pescador que vio una sirena.

Al escribir sobre ello, la historia despierta la atención de los medios y los curiosos. El alcalde ve el rumor como una forma de revitalizar la economía pertrecha del pueblo y como sabe que todo es mentira ofrece un millón de dólares a la persona que aporte pruebas de la existencia de la sirena...

Pero más allá de esta historia lo que realmente se cuenta es el paso a mujer de una adolescente rebelde con ganas de labrarse un futuro y salir del pueblo que la está asfixiando. La joven actriz Joy Rieger esta estupendamente bien, consiguió ganar en el pasado festival de Tribeca el premio de la interpretación femenina con esta película.  

Una pequeña película israelí de la directora Keren Ben Rafael que también escribe un guion algo flojo, porque según la estás viendo parece que no toma ninguna dirección la historia y no va ningún sitio, llegando a un final muy poco satisfactorio. No obstante la construcción de los personajes no está mal, pero adolece de peso la historia, esperando situaciones que atraigan más tu interés, cosa que no llega a ocurrir.
Destino Arrakis.com

Lana languidece junto a su madre y su prima en una pequeña ciudad costera de Israel. Los días pasan vacíos, soñando con una huída a Tel Aviv que despierte a Lana de la nada en la que vive. Todo cambia cuando un periodista decide publicar una historia fantástica que devolverá a Kiryat Yam y a Lana a la vida.

La sirena ("virgen del mar" en hebreo) como metáfora del despertar de la sexualidad femenina es el argumento en el que se centra Ben Rafael para dar vida a un coming of age en el que sorprende gratamente la fuerza expresiva de Joy Rieger. Esto, unido a la belleza de la fotografía, hace de la producción israelí un interesante conjunto, carne de festival. Sin embargo, el letargo de Kiryat Yam imprime un ritmo lento a una historia ya de por sí plomiza y cuyos personajes a veces no siempre terminamos de entender. En cualquier caso, interesante película que merece la pena ver.