Paraíso perdido

No se necesita tener dos dedos de frente para después de ver esta película sacar la conclusión de que la crítica mexicana está bien pagada o mejor comprada, para que hablen bien de tamaño adefesio. Casi no tiene guion, parte de una aparente premisa que se supone en principio interesante se diluye a medida que pasa el metraje, que por cierto va con ritmo lento, lento y termina por hacerse insufrible.

Película interesante que no llega al aprobado. Empieza bien, presentándonos a los personajes y el lugar de la trama, una isla paradisiaca, pero a medida que avanza, se va diluyendo como la marea. Fotografía impresionante, actuaciones buenas, pero el guión va haciendo aguas a medida que avanza. Va perdiendo ritmo. Para ser mejicana, bien, entretiene, pero podría haber estado mejor.

La tercera película del realizador Humberto Hinojosa Ozcariz transita caminos muy diferentes a sus dos trabajos previos, primero ‘Oveja negra’ y después ‘I Hate Love’, películas más cercanas al drama a diferencia de su nuevo trabajo, ‘Paraíso perdido’, un ejercicio en clave de thriller donde el suspenso copa la trama.

Con un prólogo en un solo plano fijo donde un tipo enmascarado asesina a otro en una paradisiaca isla caribeña, el inicio de ‘Paraíso perdido’ no podría ser más prometedor. Después de los títulos de crédito, una secuencia para relajar nos presenta a tres personas viajando en un velero, Sofía (bellísima Ana Claudia Talancón), su esposo Mateo (Iván Sánchez), y el hermano de Sofía, Pedro (el siempre cumplidor Andrés Almeida), quienes al encontrar una isla en apariencia desierta, deciden explorarla antes de seguir con rumbo a su destino.

Ya en la isla y después de recorrerla, Pedro encontrará un paquete con una gran cantidad de dinero, pero ante lo inexplicable del hallazgo y sus posibles consecuencias, los tres deciden salir de la isla sin éxito ante una falla de su velero, lo que les obligará a pasar por los menos 24 horas esperando auxilio mecánico en la isla, sin saber que un tipo con la cara cubierta les acecha.

El inicio prometedor sostiene la tensión de manera sorpresiva durante casi la primera hora de metraje, donde una narración austera con apenas algunos pocos diálogos y la extraña atmósfera de esa isla casi desierta consigue generar suspenso y al mismo tiempo interés, a pesar del desacertado trabajo del español Iván Sánchez y un par de subtramas que nada aportan al relato (los problemas económicos de la pareja y el embarazo de Sofía).

Sin embargo, el encanto se desvanece tan pronto el misterioso sujeto que habita la isla hace aparición, y todo viene a peor cuando este mismo personaje deja de ser la principal amenaza y hacen su aparición unos narcos colombianos, en un giro poco afortunado de la historia, donde la tensión, la atmósfera y todas las virtudes de la película se esfuman para un llegar a un final bastante rutinario y facilón.

‘Paraíso perdido’ termina dejando la sensación en el espectador de una promesa no del todo cumplida, una desazón final ante la imposibilidad de mantener el ritmo en una película que prometía ser, por fin, una buena película de género y comercial en el cine mexicano.


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