El crítico

La película es ante todo una estrellada, pequeña y simpática historia de amor que funciona como un gran homenaje al cine y su entorno. Acierta en la creación de los climas y conflictos que no subrayan el dramatismo sino la torpeza que, a su vez, provoca la comicidad. Acumula situaciones graciosas e incontables guiños cinéfilos para todos los gustos.
La fórmula “chico conoce chica y se enamora a pesar suyo”, demuestra que puede funcionar en cualquier ámbito y en este caso en el cine adentro del cine.
Hernán Guerschuny conoce muy bien los entretelones del mundo periodístico y cinematográfico, los retrata en lugares reconocibles, aunque sin dejar afuera a un público como para festejar los abundantes gags. Muy elogiable por la capacidad para reírse de sí mismo, aun sin dejar de señalar convicciones, el director se manifiesta como un conocedor del paño, tanto en los defectos que ridiculiza con ternura, como en la demostración de que la cosa puede funcionar con el simpático juego de acumular los lugares comunes más edulcorados del género (el beso frente al río y el cielo estallando en fuegos artificiales, la corrida bajo la lluvia, las lágrimas y declaraciones de amor).
Sostenida fuertemente en el encanto de Dolores Fonzi y la excelente actuación de Rafael Spregelburg, la película conecta con los sentimientos y experiencias de la gente, porque ¿quién no ha conocido a alguien parecido en algún momento de su vida? y ni hablar de la música que es uno de los puntos más altos para demostrar hasta qué punto activa emociones instaladas en lo más hondo del inconsciente colectivo.

Es una película que con su ingenio y la pericia de los realizadores que están en el oficio dió un producto de muy buena calidad, permitiendo que el espectador común pueda entender muchas veces el por qué de algunas críticas que despiertan antipatías por el que va a consultar opiniones escritas a la hora de elegir qué ir a ver a una sala cinematográfica en estos tiempos que corren.
Excelente el manejo de los tiempos, elipsis, planos, el recurso de la voz en off en este caso la hace realmente atractiva, los planos, y las actuaciones principalmente de Spregelburd y Fonzi, aunque el equipo de críticos que se reúne por las mañanas en el café es muy creíble, tengo entendido que son críticos de verdad.
A mi parecer el guión es impecable, inteligente, gracioso y muy bien llevado. Es una película argentina que en algunas cosas hace la diferencia con el resto, si..tenemos que tener en cuenta que los realizadores aman lo que hacen, por ende van a cuidar al bebé que gestaron con todo el ímpetu posible, y esa ecuación hace que las cosas se den en este momento tan especial que veo que atraviesa nuestro cine nacional, pero permiten que muchas veces el desanimado pùblico pueda ver que "se pueden obtener resultados de calidad.

Primer paso: reunir todos los clichés de comedias románticas. Segundo paso: meterlos en una licuadora. Tercer paso: conseguir personajes atemporales en un ambiente cualquiera. Y tenemos nuestra película.
No es fácil criticar a El crítico, porque él se nos adelanta a todo lo que podamos reseñar. Pero va más allá de lo simple que parece el argumento, los personajes y el guión. Va bastante más allá.
Sólo alguien muy inteligente puede ser capaz de hacer pasar desapercibida a Buenos Aires, protagonista muda que hace y deshace a su antojo en el cine argento.

"¿Y si tu vida se convirtiera en la película que odias? ¿Por dónde saldrías de acá? Un divertido, peculiar e inteligente tributo a las comedias románticas, simplemente deleita a todos los fans, el argentino "Cuando Harry encontró a Sally". Un filme cálido, maravilloso, gracioso, lo que Scream al cine de terror.
Ésto y mucho más es parte de lo escrito para describir esta película y este singular personaje. En cuanto lo leí mi interés y atención por ella aumentó hasta cuotas que sólo serían saciadas y calmadas con su deseado y ansioso visionado.
He de admitir con amarga tristeza que aquí se cumple perfectamente el dicho no escrito de que cuando esperas algo con demasiada ilusión tu decepción está asegurada, te estrellas de bruces contras la indeseada sensación de fraude exagerado, de lectura grandilocuente en la venta de esta historia.
Porque este personaje es fiel a sí mismo, a la pesadez de su existencia y a la melancolía de un añorado pasado mejor durante la primera hora, rezuma una verborrea cínica e irónica fantástica, una atractiva presencia seductora que bebe de un inteligente guión que muestra a la perfección la desgana, inapetencia, desidia creativa de un crítico deprimido, cansado y hastiado de su trabajo, que ya no soporta el cine por su falta de originalidad y contenido vivo, por vivir de una cutrez, sensiblería ñoña y estupidez que no transmite nada.
Una comedia romántica mordaz y punzante que destroza el cliché típico y consumista de los personajes que conforman estos relatos, de sus absurdos argumentos y de sus archiconocidas escenas, poses, gestos, frases que se repiten sin remedio ni descanso una y otra vez.
Y, hasta aquí, genial, maravillosa lectura de sabia exposición, de atroz claridad y encantador reflejo, una penetrante interpretación de Rafael Spregelburd y un deleite de verdad deshilada echa añicos que rompe y destroza el éxito patético de estos filmes tontos y nimios.
Pero esta sensacional seguida, potente y exclusiva armonía de fuerza y empeño carismático pierde su ritmo al pasar nuestro angustiado y repelente crítico a ser el mismo protagonista incontrolado de sus temerosas angustias, todo un bobo pelele y feliz enamorado de amor.
Porque aunque refleja con audacia los pasos no escritos pero por todos conocidos que seguirá este nuevo adoptado al reino de la sensiblería y el enamoramiento facilón se olvida de la pasión, entrega ferviente, explosiva fuerza apasionada que debe mostrar todo relato de amor, de la calentura febril y ardor irresistible que atrapa, emociona y cautiva tu alma.
A pesar de la grata y fresca compañía femenina en esta aventura caótica de nuestro anonadado y perdido hacedor de reseñas, de la burla ingeniosa y la parodia estupenda y sagaz a este tipo de género se deja en el olvido el soñar, el volar, la hipnosis adorable, el sublime poder de la creencia ilógica, presentar con vivacidad y verosimilitud ese triste y condenado amor que va a despedazar.
Esa bajada de intensidad y de nivel provoca la pérdida y desconexión de tu ser, tu persona y de tu intenso y marcado interés inicial para terminar con una sensación desaborida, inapetente y no complacida de su visionado conjunto, satisfacción desganada dada la energía e ímpetu con el que inicias el viaje.
Un ejemplo reiterativo de crítica: 4 estrellas -butacas como diría nuestro fatídico y trágico melómano- público sin entender el por qué de tanto estrellato.
¡Un cliché más como las exitosas, veneradas y aquí, vapuleadas, comedias románticas!

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Desde el momento que leí que Rafael Spregelburd protagonizaba este film tuve ganas de verlo. Tengo una admiración por Rafa y también un agradecimiento. Lo conocí (por nombre) cuando estaba estudiando la Licenciatura en Teatro de la UNC, y me gustó su enfoque de la dramaturgia, es muy interesante. Cuando estaba realizando mi trabajo final de la carrera recurrí a él, por Facebook le mandé un mensaje pidiéndole un artículo escrito por él que no podía encontrar por ningún lado, y él muy amablemente me lo envió. Me parece magnífico que alguien tan groso como él le responda a un X que le manda mensaje por face.

Ahora hablemos de la película, me hacía falta reírme y por eso me decidí, por fin, verla. Y cuánto que me reí con este film. Al principio cuando la puse pensé que me había equivocado, ya que apareció alguien hablando en francés, y la imagen parecía de una película europea, pero luego nos cuenta por qué, y me pareció muy divertido, ya de entrada me estaba haciendo reír.

Siendo un (autodenominado) crítico de cine, me parece un poco raro estar viendo una película (y ahora criticando) sobro un crítico de cine, pero este crítico es cínico, está harto del cine, de las películas de pacotilla que hay en éste, y hasta llega a decir que el cine está muerto. Por sobre todas las cosas se queja de las comedias románticas, y en una escena nos cuenta todos los cliché de estas, defenestrándolos. No se iba a imaginar nunca lo que le podía suceder después.

El film por momentos cae en su ritmo, se torna un poco denso dentro de sus 90 minutos, pero lo que logra volver a atrapar al espectador es la actuación de Rafael. Es magnifica por donde se la mire, expresiones, formas de hablar, los voz en off en los pensamientos, en este film hace todo bien el Rafa. Dolores Fonzi también está bien, pero no al nivel de Rafael. El resto de los actores están a tono con el film y ninguno desentona.

El guion está muy bien, es la opera prima del director y guionista Hernán Guerschuny y la verdad que está bastante bien. Son muy divertidos los idas y vueltas entre los momentos típicos de las comedias románticos y la “realidad” dentro de este film. Una buena película de cine dentro del cine, y quizás podemos agregar un “dentro del cine más”, desarrollo un poco más en la zona de spoiler.

Amor eterno a Rafa.

Mi recomendación: Buena comedia romántica argentina que es llevadera y te va a sacar varias risotadas.
Mi puntuación: 7.5/10