Buffering

Una triste realidad vista sin humor, incluso se intuye el agobio real de las personas reales. La desesperanza la esconde con actores guapos y situaciones absurdas. Una moraleja que no acabamos de creernos, que nos salvarán Internet y las nuevas tecnologías, ¡como si pudieras alimentar a tus hijos con un pen-drive! Los actores, flojos pero guapos. El vecino tiene un papel inconsistente. Lo mejor el sex-shop... y los culos, claro. Lo peor el ritmo, constantemente machacado no sé muy bien para qué. No la vería de nuevo, pero las he visto peores.

Para mi es una comedia intrascendente pero que cumple perfectamente la función de entretener al espectador y, por lo tanto, quien se acerque solamente para pasar el rato no va a salir defraudado. Al menos tiene un guión comprensible y bien estructurado, en el que se dicen diálogos normales según las circunstancias, la edad, y las condiciones físicas del vecino. Tiene, además, una interpretación digna que se aleja mucho de esas películas hechas para los cuatro amigos que “entienden”, sin que, por supuesto, les vayan a dar ningún premio por interpretación. La idea es absolutamente original, y eso en el mundo de las películas de temática gay, es mucho de agradecer, pues parece que solo podemos ver “locas”, problemas con la salida del “armario”, o lo trágico que resulta ser portador del virus VIH. Creo que los homosexuales tienen, además, los mismos problemas que el resto de los mortales, como es pagar la hipoteca del piso o de lo contrario te lo embargan. ¿Qué la emisión, cobrando, de pelis porno caseras es una solución? Igual que la de la mujer casada que tiene que ser locutora de una línea erótica para sacar a sus hijos adelante. Y como todo está contado y realizado con imágenes muy agradables de ver, incluidas las del vecino, pues me parece que no se pierde el tiempo si se pasa agradablemente. Porque digo yo: no se va a estar siempre “arreglando el mundo”.

Sin duda, una especie de subgénero, especialmente a partir de los 90. En este caso, muy floja representación del cine reivindicativo, en clave de comedia fallida, que chirría por todas partes y con escenas de sexo muy flojas. En resumidas cuentas, casi una cinta amateur, con apenas exteriores, guión casi inexistente y muy poca aportación para este tipo de cintas que, en otras ocasiones, mantienen el interés desde un punto de vista social o irreverente o provocador o de protesta. Aquí, nada de esto. Totalmente prescindible.