Me temo que se trata de 102 minutos con ese único objetivo. El problema es que cuanto más lo intentan más se resiente la verosimilitud de la película, pues veamos:

Sin garra ni emoción, personajes clave que no funcionan (Harrison), absurda (la trama avanza a base de casualidades), aunque lo peor sin duda el final.

¿Un documental de Grateful Dead donde el prota no es Jerry Garcia? Uf, pensé. Y sin embargo estaba equivocado, pues como viene a decir uno de los entrevistados, "aunque Jerry sea una leyenda Bob es igual de grande y encima está vivo". Ese es el punto. Y funciona. En lugar de limitarnos a ver una hagiografía de Garcia, nos encontramos con el interesante testimonio vital de Weir, que nos transporta a aquella época de forma mucho más amena y directa con un material documental estupendo, por cierto (esas escenas de buceo con Jerry no tienen desperdicio).

Cabe destacar la afortunada vida de Bob: se fue con dieciocho a vivir a la comuna hippie, conoció a los personajes más interesantes (como Neal Cassady), experimentó con las drogas sin engancharse, se enrolló a todas las chicas guapas que le dio la gana, viajo por el mundo, consiguió fama y fortuna y, para rematar, se casó con una mujer hermosa antigua fan suya con quien formó una bonita familia, vive en una casa chulísima y ¡hasta encontró a sus padres biológicos! (era hijo adoptivo). Y, como no, se ha podido dedicar a lo que más le gusta, la música, siempre. Como casi todos nosotros, vamos.

A veces nada esperas de una película y nada es lo que obtienes. Pero por suerte otras aparece algo entretenido como Centurión, que te deja buen sabor de boca y, mira, hasta te alegra el día.Valga decir que en el momento de verla desconocía la filmografía del director. En caso de haberla sabido no me hubiera sorprendido tanto.

Me llamaron la atención:
-la aparición de Sean Cunningham de Juego de tronos, cuya relación con Neil Marshall parece ser que viene de lejos (lo vi también en Dog soldiers).
-la cantidad de hostias que recibe Michael Fassbender. Me imagino que tendrá sus dobles pero en cualquier caso un gran desgaste de su parte.
-la chica Kurylenko. Creo que no llega a abrir la boca en toda la película, pero qué mala leche tiene.
-el momento estelar de Dominic West (diablos, siempre que lo veo me viene a la cabeza Mcnulty, ese papel lo marcará para siempre).

A ver, tampoco os esperéis la obra del siglo pues chirria en ciertos momentos. Aun así, a mi juicio es una buena peli de aventuras.

Es todo lo que sacaréis de esta película. Yo todavía he tenido suerte porque acababa de comer y me había sentado en el sofá a hacer la digestión, así que de alguna manera he logrado aprovechar el tiempo. Ahora bien, como tengáis cualquier otra cosa que hacer, incluso la siesta en un momento dado, os cundirá más.
Lo peor: el chico dueño de la autocaravana, uno de esos personajes insufribles con que a veces nos topamos. Hay que decir que los demás tampoco eran ninguna maravilla.
Lo mejor: la chica clavada a la silla. La situación copia a La matanza de Texas pero bueno, aunque fuera solo porque la recuerda ya tiene alguna gracia.