Por favor, no pongan spoilers en los títulos de sus críticas, pueden hacerlos ingeniosos sin destripar el argumento.
La primera temporada me pareció magnífica, con una mezcla de lo mejor del género clásico, de cuando hace años se utilizaba el plano y la luz para dar miedo y no tantos efectos digitales ( los cuales son muy escasos, por cierto, igual por eso no consigue tantas buenas criticas).
Algo me dice, aventurándome mucho, que la huella de Hithcock en lo psicológico , de Brian de Palma en los planos y también dosis de la publicidad de los 80 se agitan y bien pudieran dar un resultado tan brillante como éste.
La serie tiene algunos momentos de verdadero terror psicológico basado en la realidad de la angustia y la soledad como hemos visto en otras cintas, pero aqui tiene un regusto a añoranza setentera que a Joker le faltaba y escenas muy perturbadoras combinando muy bien sonido, luz , plano y ritmo disonante y extraño.
Muy original y atrevido. No siempre sale bien pero aquí, lo han bordado.

No conozco el videojuego, ni conozco a prácticamente nadie del elenco excepto a Moisés que me parece un actor estupendo pero he visto dos veces el captulo 3 para volver a disfrutar de Johnny Pemberton en su papel de Taddeus el escudero porque me parece de lo más divertido en años ( en V.O.S por supuesto).
Desde la primera escena con ese ambiente lollypop, años 50 y las bombas, la serie me sobrecogió.
Por descontado que no es sino una serie de esparcimiento, de ciencia ficción más o menos delirante, pero que maneja muy bien los tempos, el montaje y sobre todo la comedia, el gore y la tensión.
No le pido nada más y nada menos que lo que me está dando: los mejores minutos de ciencia ficción del año ( un género que , por fin, está resucitando para bien).

Los sobrinos de Jose Luis Moreno tienen buenas ocurrencias y no les puedo negar que, a veces, tienen bastante gracia, de hecho con algunos chistes me partía, pero reconozco que la serie y sobre todo la segunda temporada destila un cierto regusto a que los pijillos se lo pasan bomba riéndose de la clase media, ya lo hicieron en LQSA y esta vez han decidido seguir explotando su obsesión por el sexo, el humor casposo de las españoladas franquistas y lo que más me duele, utilizar derechos y libertades sociales y decir las mismas barbaridades de siempre pero con la poca valentía de meter entre líneas frases copiadas del ideario " progre" para que no se les echen encima, pero se va viendo capítulo a capítulo que éstos dos señores guionistas de éxito son más de derechas que el tío. Eso si, las interpretaciones son de 10.

La película es un cliché que oculta bajo un guión que huele a panfleto cristiano, un mensaje conservador, donde ser gay no tiene sexo, sólo amor blanquito y pijo. Las interpretaciones cumplen con la cuota racial tan vergonzante para un país que sigue considerando a los afroamericanos como secundarios en todo.
La historia es una más de tantas con ese afán colonialista made in USA para que veamos lo idílica que es la vida (otro cliché) de los teenagers y sus residenciales, autobuses amarillos, fiesta de Haloween y demás "patrimonio cultural" que nos venden una y otra vez.
No hay nada profundo y mucho menos crítico con el sistema o la sociedad, todo es drama de blancos ricos, defensa de una sociedad que baila mientras gobierna el mundo a latigazos.

Siempe acabo picando con Bayona. Con "Lo imposible" me enganché con la tragedia pero el desarrollo tan racista del resto de la película me defraudó. Con " el monstruo viene bla bla bla" ni comentarla siquiera pero caí y la ví, y ésta vez repito viendo este metraje de nuevo por culpa, básicamente, de la publicidad.
Resultaba que era un nuevo enfoque más humano de la tragedia, pues no sé cual que no se haya visto ya en otras versiones anteriores, una " proeza actoral" en fin, quitando alguna escena que otra, la nieve les debió afectar porque no brillan mucho.
Lo único que le agradezco es haber quitado los pianitos en las escenas emotivas que a este director le pirrian parece, aunque al final ya no se pudo contener.
En fin, nada nuevo , efectos especiales normalitos, filosofía de pastelito chino, actuaciones contenidas, muuuuucha publicidad y un director con suerte.