Es una película simple con un argumento reflexivo en algunos casos ligeramente confuso pero 100% disfrutable para pasar un bonito rato con la familia. La metáfora de "sanar a tu niño interior" adquiere vida en esta película con las creíbles y nada forzadas interpretaciones de Willis y Breslin. Esta película es el cine mágico de Disney en su más bella expresión alejado de toda la parafernalia y la exageración de efectos especiales de ahora sumado a muchos colores, muchos efectos pero muy poca esencia y argumento manejando a los espectadores del S. XXI como una especie de mamertos que consumirán todo lo que la casa del ratón produzca.

No señor, The Kid es fantasía, reflexión y magia de la vieja pero mejor escuelita de Disney.

Un "juego" de enredos al más puro estilo de Interestellar que puede terminar en una crisis existencial por parte de quien la vea.
Al principio la sentí algo floja pero no pude evitar quedarme enredadamente encandilado con los giros de trama y como la propia película parecía jugar con mi raciocinio mientras avanzaba y trataba de dar coherencia a lo que veía.

Es una épica poesía audiovisual que circula entre lo dramático, lo filosófico, lo bélico y lo trágico de manera magistral sin sobrecargar al espectador. La actuación de Serkis como Cesar es impecable.

La expresividad de cada simio las acciones, la música (que es una delicia auditiva) y todo el mosaico de esta película la hacen un cierre digno y más que espectacular para una trilogía de la cual (lo admito) no tenía muchas expectativas pero me dejó boquiabierto en cada parte. Sin duda ahora una de mis trilogías favoritas