El problema más grande de la serie es, como digo en el título de la crítica, la fuerza y capacidad que tienen sus personajes, y como ésta cambia en función de las necesidades de la serie. Nunca sabes cuando los protagonistas se van a cargar a 20 rivales a la vez, o cuando se van a dejar capturar ante solo 3 o 4 rivales. Algunos a quienes hasta el momento han retratado como casi invencibles, caen fácilmente si la serie lo requiere. También tienen todos la costumbre de dar por muertos a la gente muy a la ligera, y por otro lado les cuesta muchísimo morir. Tiene muchos más problemas de credibilidad, muchísimos y enormes, como los recursos y tecnologías que hay disponibles en esta era postapocalíptica, el vestuario, etc. Las coreografías de las luchas se hacen excesivas y, otra vez, difíciles de creer. Aunque exista la magia en éste mundo, ésta no se aplica de forma coherente, ni se explica en modo alguno. De hecho, al pensar en la serie no se me ocurren más que defectos, pero si eres capaz de no tomártela en serio, por momentos se disfruta bastante. Asesinatos, sangre y crueldad nunca vistas antes en televisión. También me gusta la hipocresía moral de todos los personajes, de todos, no hay ni uno de bueno o intachable. Ah! y la serie tiene uno de los mejores villanos que he visto nunca; Quinn. I una fotografía y decorados excelentes. Pero ya saben lo que pasa cuando se tiene que hablar de la fotografía, es que no hay nada mas bueno de lo que hablar.

La miniserie es entretenida, incluso divertida e inteligente en ocasiones. Pero a medida que avanza cada vez son más las situaciones donde todo queda adulterado para poder transmitir sus mensajes progresistas. Los primeros 3 episodios están casi libres de carga moral, y es cuando la serie mejor funciona y más se disfruta. En la segunda mitad de la serie, y en especial el último episodio (casi vomité viéndolo), tanto las situaciones y la forma de gravarlas para el público, como la historia que te están contando, e incluso la evolución de los personajes, todo está encarado a transmitir sus mensajes. Una lástima la verdad porqué los primeros episodios realmente son disfrutables. Lo que pasa es que el exceso de transmisión de valores no es un problema que le reste calidad al producto, después de terminar la miniserie te das cuenta que ésta es su esencia, su objeto, su razón de ser. Ése es su propósito y sin sus mensajes la serie no habría nacido, sin el objetivo de transmitir lo que quieren al público la historia que te cuentan no tendría sentido. Con lo que, si no te gusta que te aleccionen, te va a dar un poco de rabia. Aunque en eso es efectiva y al final consigue hacerte saltar alguna lagrimilla aún sabiendo que te están metiendo valores con calzador.

No se puede contar entre las grandes series que han ido saliendo a lo largo de la última década, eso está claro, pero es una buena serie y enormemente disfrutable.
La escena introductoria inicial es mas bien floja, però la serie va desarrollando una trama de lo mas interesante para el espectador, que continuamente está descubriendo, junto al protagonista, elementos que le acercan a conocer el orígen y la verdadera historia de éste. A parte de una trama interesante, la cotidianiad de la serie es muy disfrutable; buenas actuaciones, suspense, acción creíble y giros interesantes.
Volviendo al tema de las actuaciones, Sean Bean es un actor de primer nivel, eso es bien conocido, y cunado uno de éstos tiene el papel protagonista se nota.
Como punto a su favor diré que la serie está acabada y tiene solo dos temporadas, una duración muy adequada para el tipo de entretenimiento que es. Nos cuentan una historia de principio a fin, dejándola cerrada y sin alargar por alargar.
A mi gusto recomendable

¿Saben cuando ves una escena y no te la crees? Cuando está claro que si no fuese ficción no habrían podido salir de aquella situación con éxito, cuando piensas que los hechos no ocurrirían de ésta forma en la realidad, las cosas no irían así, los personajes no reaccionarían de esa manera. Con el cine danés no suele ocurrir. Si algo caracteriza a las producciones danesas, en general, es que sueles encontrar mas bien las sensaciones opuestas; cuando las escenas tienen lugar, durante y después de verlas, te das cuenta de lo bien pensado que está el desarrollo de la situación hipotética, del sentido que tenen las reacciones de los personajes en esa situación fictícia en concreto, están impregnadas de un realismo abrumador.

Pues bien, ésta serie no está a la altura de las producciones danesas a las que me refiero. Ha habido múltiples ocasiones a lo largo de la (primera) temporada en las que no he sido capaz de creerme lo que me contaban, y en cuanto eso pasa dejas de estar sumergido en la historia, dejas de ver una historia a traves de una pantalla para ver unos actores, un guión, maquillaje, decorados y minutos de metraje.

En éste sentido, en la serie siempre ocurre lo que tiene que ocurrir. Me ha parecido de los mas previsible en todo, especialmente en la personalidad y el comportamiento de los personajes. No hay tensión ni emoción porqué acaba pasando lo que, de antemano, intuyes que pasará si tienes en cuenta que estás viendo ficción.

No havia visto nunca una película tan aburrida. Nada pasa durante sus larguísimas dos horas a parte de introducir de forma recurrente los mismos temas: La personalidad aburrida del protagonista, la relación de mierda con su mujer, las mismas escenas bélicas y los mismos discursos bélicos y morales. Nada más, todo el rato igual, repetitivo. El tema que aborda (ataques con drones) puede ser interesante y seguramente la información que transmite al espectador es realista i fidedigna, pero la película es un desastre. No perdáis el tiempo.