Nunca había visto tantos y tantos puñetazos en el campo de batalla en una peli sobre una guerra del s.XX. Creo que eso dice bastante sobre lo que interesa al director (y por lo visto también a muchos de los que tan generosamente han votado y alabado esta peli tan descaradamente comercial y que tan bien ejemplifica el cine que mayoritariamente se hace hoy en día). Y la relación entre los dos hermanos, delirante: no sé cuál de los dos está más tarado.

Tan penosa y, lamentablemente, tan exitosa (¡Cuanta crítica favorable! ¿Está filmaffinity saturado de adolescentes?) como Matrix. Los Wachoski esos ya no me pillarán más, lo prometo.

Empalagosa, cursi, blandengue, todos los personajes son stupendos, siempre con la frase perfecta en los labios, en fin tan mala como "Como agua para chocolate", claro que si ésta os gustó...

No quiero perder mucho tiempo criticando esta muestra de una buena parte del cine que se hace hoy en día, puro envoltorio formal, efectos especiales y muchos tiros. La pretendida reflexión de fondo, es obvia, simple, mal-tratada,... pero eso a quien le importa si sólo es la excusa para ver como el bueno mata a los malos.

Tras haber visto todas las pelis del admirado Woody (y no digo que todas fueran buenas), me temo que esta marca un punto de inflexión, ya no lo reconozco, ya no se que pretende, ya no me interesa lo que cuenta (me parece obvio que la suerte es decisiva), ni como lo cuenta (diálogos sosos y pedorros, aunque claro en un país que triunfa Pasión de gavilanes, puedan parecer la releche; unos personajes infantiloides: el prota, la mujer del prota que babea cada vez que lo ve aunque éste pase olímpicamente de ella durante meses y meses, los suegros del prota que no se enteran de nada de lo que pasa delante de sus narices y lo peor de todo, el cuñaooooo del prota que deja a Scarlett para salir con la mujer invisible).
Ojalá me equivoque y el año que viene vuelva a sorprenderme.