Película conmovedora, tierna, reflexiva, sensible, rebosante de valores. Una verdadera bomba lacrimógena, de las que agradeces compartir el visionado con un número escaso de personas, estar provisto de algún pañuelo y que las luces de la sala no se iluminen hasta la mitad de los créditos finales para recomponer el semblante y adoptar una apariencia mínimamente digna.

Wonder reunía varios elementos para ser vista. Principalmente, Stephen Chbosky - director de la interesante Las ventajas de ser un marginado -, Jacob Tremblay - La habitación es una de las películas más emotivas y desgarradoras que he visto en los últimos años - y la siempre venerable Julia Roberts, pero este film ha superado mis expectativas. Un viaje que agradezco haber realizado.

Película de numerosas virtudes, con atmósfera, que funciona como un perfecto engranaje. La narración ofrece una cruda radiografía de la degradación humana en todos los estratos de la sociedad. Película de cierto toque coral sin protagonista definido, donde se suceden políticos corruptos, prostitutas, chantajes, sicarios, mafiosos. Todos sedientos de poder, dinero y/o venganza -no recuerdo un solo individuo ejemplar- que no escatiman violencia para conseguir sus deseos. El mundo político y criminal se dan la mano de tal forma que deja una sensación fatalista y desoladora.

Estiloso relato de gánsteres, de cuidada puesta en escena, visualmente poderoso, con imágenes de gran dureza y una estupenda y omnipresente banda sonora.

"Suburra" es permanente lluvia, lluvia purificadora sobre Roma, que sugiere una necesaria limpieza que ponga fin a tanta inmoralidad. "Suburra" es cine europeo de altísimo nivel.