Entretenida comedieta francesa que, sin salirse de la línea a que nos tiene acostumbrado el cine galo, nos cuenta, de nuevo, una historia plagada de tópicos y momentitos románticos algo difíciles de creer y, por supuesto, totalmente predecibles.

Se nota, por otro lado, la mano femenina en el guión y la dirección de la película, sobretodo en el cuidado de los diálogos que sí parecen reales (a pesar del doblaje español, claro).

En fin, entretenida, sin demasiadas estridencias y muy fácil de olvidar...

Parece mentira pero es española. Esta película demuestra que somos capaces de producir igual o mejor que los americanos. Y eso es lo que parece esta película: una película estadounidense, una de tantas, pero tampoco menos que ellas. Una Calista que no desmerece nada y un film correcto, e incluso entretenido. Digno de mención porque es nuestro, por nada más...

Un título para añadir a las gratas sorpresas que nos ha deparado nuestro cine en este 2005 que, para qué nos vamos a engañar, nos ha dejado un buen sabor de boca.

A veces o, mejor dicho, casi siempre las verdaderas historias dependen de cómo se cuentan y de lo que consiguen transmitir. Y cuando lo que transmiten son emociones, sentimientos pausados y un cachito de realidad sin más, sin adornos, ni grandilocuencias, pues... qué más le podemos pedir.

De la mano sí..., porque se nota su presencia y su genialidad a lo largo de toda la película..., pero no de su corazón. Woody hace todo lo que sabe hacer bien, para que la película tenga la suficiente intensidad yendo de menos a más de una manera brillante. Pero no es él totalmente, quizás es que los años no pasan en balde.... o que ahora quiere agradar a todos los públicos.

Lo peor: Hay momentos que no aportan nada nuevo, que te parece estar viendo otra de sus películas con la diferencia que ahora los actores son mucho más guapos.
Lo mejor: Como trata, tanto el tema de fondo, la importancia de la suerte en la vida, como el tema argumental, que no cuento, de manera que resultan profundamente creíbles a pesar del dramatismo en que los envuelve.

No te vayas todavía, no te vayas por favor...

Peícula original, ante todo para los tiempos que corren, donde el suspense se hace dueño de la pantalla y la asfixia de nuestros corazones. Oscura y angustiante hasta la médula y llena, además, de guiños psicológicos en el devenir de los personajes donde se nota que los guionistas, cuanto menos, se han esforzado por definir y marcarlos tanto por dentro, como por fuera...

Merece, desde luego, hacer un esfuerzo por verla aunque nos pueda costar al principio...

Por otro lado, como suele ser habitual, supera con creces tanto a la secuela como a la precuela (Cube II y Cube zero)