Puente de espías es una belleza que juega con la luz azul que bien sabe contrastar con los elementos.
Sin mencionar la ya conocida trama de un personaje que posee altos valores morales y laborales, con jefes que le piden que vaya en contra de ellos y se fije en el bien común, y que al final, demuestra que sus valores y capacidades le valen de reconocimiento por parte de la sociedad gracias a que ha hecho de manera correcta su trabajo.
En fin, no se le niega que la belleza técnica vaya que está presente y que el Rey Midas sigue siendo el Rey Midas.

Más que la necesidad de efectos especiales, son las observaciones del director Carlos Salcés lo que le hace una película entretenida y fiel a la personalidad de la sociedad mexicana.
Con creatividad, se logra hacer una buena película.
Bien musicalizada, de no haber contado con Paul van Dyck, no se habría logrado el mismo impacto.

Tom McCarthy logra traer a la pantalla grande una historia que realmente tiene vida propia, que rompe con el tabú que representa develar los secretos de la iglesia, no es que la pederastia en la iglesia sea tema desconocido, sino que simplemente es algo existencial que es ignorado por la sociedad por el hecho de aportar bienes a la misma, y se enfrenta de manera objetiva y sale victorioso, sin buscar un aspecto morboso que bien podría causar tentación.
Es una muestra de que ser reportero no es caer bajo, es una profesión que requiere pasión, dedicación, astucia y paciencia, esto mezclado con talento logra dar un gran equipo de trabajo como Spotlight.
Es una película que otorga una muestra de la realidad en que se vive y se ha vivido.

No se le discute que es una película estéticamente hermosa, llena de tonos dramáticos que definitivamente son el hit de la historia, lo cual es perfecto porque la trama es realmente interesante y controvertida. Almodóvar hace una fuerte apuesta en esta película que busca mostrar el lado humano sin excederse, experimentando tal vez la ansiada libertad fuera de la represión, sin embargo, continúa siendo discreto, lo que lo hace oportuno.
Saber en qué momento y como utilizar esa libertad de mostrar la necesidad y los deseos de sus personajes es lo realmente interesante. Sin demasiadas complicaciones. Una historia fría con matices cálidos.
Sin embargo, su final podía preverse, fue desilusionante tener la sensación de que la historia se iba de las manos y caía en lo más obvio
Por Antonio Banderas, está fuera de su zona de confort, lo que demuestra que es un actor experimentado capaz de adaptarse al personaje.

No hay más que decir, Woody Allen hace un excelente trabajo en esta película.
El guión es rico en cultura, interesante, entretenido, pero sobre todo, DIFERENTE.

Se conecta con el deseo del espectador de conocer a sus más grandes ídolos,demostrando que, abastecerse de conocimientos y con una entrega en el desempeño de lo que realmente apasiona, se logrará cualquier cosa.
Con una fotografía bien tramada que logra realzar y convivir armoniosamente con la historia.