Esta frase contiene la moraleja de la película, una película que, si no tienes menos de 16 años, es muy posible que no te guste ni un poco... ¿La razón? Que se trata de otra adaptación americana de un cuento clásico para «teenagers». Una película para ver la tarde del domingo.
Luego no podemos calificarla comparándola con otras películas nominadas a los Oscars. No pertenece a este género. Pero tampoco podemos decir que sea una auténtica vergüenza de película, una basura o que sea para cortarse las venas...

En general es bastante previsible, aunque la resolución de los acontecimientos no siempre es esperada. Los actores hacen bastante bien su papel (la chica marginada —aunque para que nos vamos a engañar, ninguna rubia con el físico de Hilary Duff pasaría inadvertida en un instituto—, el amigo pardillo, el tío bueno y sus amigotes descerebrados, las pijas malvadas... Lo típico de un «instituto americano»). Quizá ahí esté el problema, en los tópicos.

Sin embargo, nos da una lección aplicable a la era en que vivimos: la de perseguir nuestros sueños y no dejar que nadie nos trate como si no valiésemos nada. Y todo con bastante humor, con algunos momentos dignos de recordar (especialmente aquellos en los que entra en escena la madrastra de «Ceni»).

Por otro lado, la banda sonora contiene temas bastante interesantes, destacando desde mi opinión personal «Hear You Me», interpretada por Jimmy Eat World.

¿Se merece un 1? ¿Un 2? Creo que muy pocas películas de las que conocemos se merecen realmente esa calificación. Yo opto por darla un 5, por sus aciertos y errores.


LO MEJOR:
- Las escenas que nos muestran la ridiculez tanto de la madrastra como sus hijas.
- Algunos temas de la banda sonora.
- Transmite una lección aplicable a la vida real desde una situación perfectamente real.

LO PEOR:
- Los tópicos americanos / adolescentes.
- Algunas de las escenas más «acarameladas», como las de los e-mails.
- Para la mayoría de las personas, no será una película especialmente memorable.

Cazadores de Sombras es la última joya del cine fantástico tras el exitazo de Crepúsculo. Una delicia de la que disfrutarán todas las mentes intelectuales de nuestro siglo y, por qué no, de las siguientes eras. Sus inolvidables diálogos, sus inigualables actuaciones... Sus...

Vale, no; ahora en serio.
Empecemos por el público al que está destinado la película. En España está calificada como «no recomendada para menores de 12 años». Bien, todos sabemos lo que eso quiere decir: que irán a verla niños y adolescentes de a partir de 10 años con total seguridad. Que irán a ver cómo un tío un poco... (cómo decirlo con tacto)... repulsivo, se restriega contra la pierna de un hombre lobo diciendo:
—¡¡¿¿Quieres tirarte a mi pierna??!! ¿¿Follas piernas? ¿¿Eh?? ¿Te gusta...? ¿Quieres olerme el culo?
Muy educativo, sí.

Entonces podemos pensar: vale, está mal calificada. En realidad es una película para los adolescentes de mayor edad y jóvenes adultos. A lo que yo contestaré con un: "Ehh... No, creo que tampoco es exactamente eso". ¿Por qué? Pues porque, al contrario que los libros de Cassandra, este producto intenta llegar a un público más amplio de la adolescencia, y lo hace mezclando el lenguaje soez que utilizaría un adulto con sus colegas con la típica historia de amor adolescente que todos conocemos y que, sobre todo, a las chicas de entre 12 y 17 años vuelve locas por el tema hormonas.

Pero a los jóvenes adultos que hayan disfrutado con la lectura de los libros de Cassandra y sean amantes del cine, no es tan probable que les parezca una adaptación monumental. Sino que verán un popurrí de géneros, un film difícil de encajar dentro de una clasificación o categoría. Un sinsentido para los «no fans» y otra adaptación más para los lectores de la saga.

Podría haber sido una buena película, pero conociendo un poco a Harald Zwart y a Cassandra Clare (que supuestamente supervisó todo el proceso) ya podemos ver que poco les importa la opinión de los fans. Lo importante es crear un producto comercial y que se venda: ganar dinero. Lo mismo de siempre.

Sus errores más visibles ya han sido comentados por otros miembros de la comunidad:
- Narra los acontecimientos del primer libro de forma un tanto insípida.
- Mete spoilers del segundo libro y el tercero (eso es para matar y no me digáis que no).
- Jamie Campbell Bower (un tío que en las fotos sale con los brazos cruzados y empujando con disimulo los tríceps para sacar bola). Esto es más bien personal. Lo siento, pero para mí el chico se ha cargado al personaje de Jace, el tío bueno protagonista. Ni guapo, ni musculoso, ni sarcástico pero encantador. Qué disgusto me dieron...
- Jonathan Rhys Meyers (Valentine). No le he visto actuar en ninguna otra película, pero la impresión que me ha dado es que se podría dedicar a otra cosa. Lo primero es que, por lo que recuerdo del libro, Valentine era un tío elegante de cabello plateado. No a un tío con pinta de «drogao» (tengo una palabra mejor para describir lo que parece, pero me la cayo). Y lo segundo, es que gracias a él, ahora tengo pesadillas con la escena en la va clavando espadas en el suelo mientras lanza grititos de kárate. ¡Puff! ¡Qué miedo daba! ¡¡Qué momento de desazón!!
- Isabelle de cazafantasmas. Con lanzallamas. Solo digo eso.
- Bach, cazador de sombras. Momento de «¡oh, tierra, trágame! ¿por qué estoy viendo esto?».
- La escena final, cuando parece que van a salir volando en la motocicleta de Jace y esta arranca, propulsándolos a los dos a la increíble velocidad de 10km/h...

Eso sí, los créditos finales muy chulos.

Antes de ver la película tenía una opinión bastante negativa de ella y la verdad es que me llevé una grata sorpresa al verla, aunque dicha sorpresa tampoco fuera tan grande.

El primer minuto es sin duda impresionante, o al menos a mí me dejó la carne de gallina, pensando que era muy probable que me fuera a encontrar con una película de grandísimos efectos visuales y una banda sonora impecable. Y así fue. Pero eso no basta para llegar hasta lo más alto, lo cual, creo yo, sí era la intención del director Joseph Kosinski.

La razón quizá resida en que al carecer de un guión consistente se queda solo en eso y no llega a ser más que una película mediocre con una presentación muy bonita. El argumento parece sencillo (digo ‘parece’ porque no he visto la primera película y no sé cómo de profunda podría llegar a ser la trama), pero los diálogos dan vergüenza ajena. En ningún momento hay una conversación interesante o una frase destacable... Y el caso es que si en algunos momentos el personaje de Sam no abriera la boca para decir algo que no tiene ni pies ni cabeza o te den ganas de poner el volumen en silencio, la película podría haber sido valorada por los espectadores de una forma considerablemente más positiva.

Es por eso que, como ya han comentado algunos compañeros de Filmaffinity, al haberse dedicado tanto en crear un producto que deslumbre por su apartado audiovisual se han olvidado de todo lo demás y, es justo todo lo demás lo que hace, junto con lo anterior, que tengamos una auténtica película.

El proceso de rejuvenecimiento de Jeff Bridges no sale bien parado: durante las dos horas de película no podremos quitarnos de la cabeza la extraña sensación que produce estar viendo a un "muñeco" tratando de pasar desapercibido entre el gentío de actores de carne y hueso.

Aunque sí ha habido una pequeño detalle que me ha encantado: que la edad del protagonista y la edad real del actor Garrett Hedlund sean más o menos parejas, porque hay veces que me pregunto si soy la única cansada de ver a adultos hechos y derechos, llenos de músculo, interpretando el papel de algún adolescente (aunque tengan diez años más de lo debido) sin ninguna otra intención que atraer a un público recién salido del colegio.
Pero esto es solo una opinión.


El hecho es que si te gusta quedarte con la boca abierta cuando ves una película, si buscas quedarte impresionado con grandes efectos, entonces ve “TRON: Legacy”. Disfruta de ella pero no esperes mucho más.

"Jack el caza gigantes" es una interesante propuesta para todos los públicos del famoso cuento de las habichuelas mágicas, otra más de las muchas realizadas.

Lo que más destacaría de la misma serían los momentos de acción, principalmente en la última media hora, y el personaje de nombre Elmont, interpretado por Ewan McGregor. También hay algún que otro momento cómico y, como no, romance.

Sin embargo, algunos de los personajes, bien por falta de carisma, bien por las interpretaciones de los propios actores o de los dobladores, pueden no ser bien recibidos por el público en general. Esto es, en mi opinión, el talón de Aquiles de gran parte de las películas que visualizamos en la actualidad.

Resumiendo, no es ni será una obra maestra ni un film de referencia, pero a pesar de ello entretiene y satisfará a los que solo busquen esto.

Si tienes menos de ocho años... no la veas.

Reconozco que no he visto más de quince minutos de esta película. Pero la interpretación de Jason Segel me ha provocado tales ganas de cortarme las venas que tuve que decirme: "para".

No le pongo un uno porque quizá a algún niño (o bebé) le guste.