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España España · Barcelona
Críticas de Bouns
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Críticas 51
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
21 de abril de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Insyriated, el acertado título original del film que ha sido titulado en nuestro país como Alma Mater ha llegado al fin a nuestros cines, tras ganar en el 2017 el Premio del Público en la sección Panorama de la Berlinale y en el Festival de Sevilla, y recientemente batir un récord en los Premios Magritte (el equivalente a nuestros Premios Goya en Bélgica), alzándose con los 6 premios a los que optaba, entre ellos el de Mejor película, Mejor Dirección y Mejor Guión.

Alma Mater es un film muy reivindicable en los tiempos que corren por todo lo que conlleva. Y lo es porque nos introduce de lleno en la actual Siria en guerra, pero lo hace desde una perspectiva muy cinematográfica: exclusivamente desde el interior de una vivienda en medio de la guerra. Apenas llegamos a ver nunca el exterior, más allá de lo que pueden ver los propios personajes desde sus ventanas -con planos subjetivos-. Y por ello, cobra una inmensa fuerza el fuera de campo, que nos sugiere constantemente el horror que se vive allí desde hace ya demasiados años.

En dicha vivienda, a modo de piso franco, conviven distintas personas que se han juntado y que son los últimos inquilinos que quedan en el edificio. Sobreviven como pueden, con recursos reducidos. La puerta, siempre queda blindada, para protegerse de los saqueadores que surgen siempre en toda situación inestable -forma parte de la condición humana, por desgracia-. A lo largo del metraje hay bastantes planos secuencia que siguen a los personajes por la casa, realizando acciones que pretenden ser cotidianas -en una realidad que no debería serlo, pero que para ellos ya casi lo es-.

A la familia protagonista no la vemos preocupada por la política. Siria se ha transformado en un tablero maldito donde intervienen muchos intereses.

“La guerra acabará pronto…” dice uno de los personajes. Pero ya sumamos más de 8 años de conflicto bélico.

En el exterior suenan de fondo los desagradables ruidos de la guerra: disparos de francotiradores, bombas explotando, helicópteros, etc. El sonido es un protagonista más, y el tratamiento que le han dado resulta muy acertado. Su presencia, y como lidian con él los personajes, resulta escalofriante a momentos, y emotivo en otros, como cuándo los niños se ponen a cantar durante un bombardeo para combatir el miedo.

Uno de los conflictos que trata el film, es precisamente el de una pareja que discute sobre si irse de Siria o no, y convertirse en un par de refugiados más de los que nadie quiere saber nada. Toda su vida está enraízada en Siria (o en lo que queda de ella); parecen ser de clase media acomodada. Y este matiz es importante por el triste hecho de que en general las personas no logran solidarizar y empatizar con un conflicto lejano y que desconoce.

A modo de pequeña disertación, la imagen que suelen tener muchos sobre los refugiados, es el de gente pobre que huye de un lugar en busca de una vida mejor en nuestros países que son más prósperos. Pero de Siria, llevan años huyendo todo tipo de personas: también abogados, médicos, militares, profesores, etc. Porque tantos años de guerra y destrucción, hacen la vida imposible para todos. ¿Alguien piensa en esos miles de niños que llevan 8 años sin poder ir a la escuela, por ejemplo? Muchos ni siquiera conocen lo que es una vida normal, sin guerra.

Imaginad por un momento que en vuestra ciudad de pronto, estallara una guerra, y en la cual encima se involucran países ajenos que empezaran a bombardearla durante años. ¿Que hariáis? Tener el valor de dejar toda tu vida atrás, todas tus pertenencias, y huir a otro país desconocido en busca de un futuro, requiere de muchísimo valor. ¿Y cómo hemos tratado en Europa a estos millones de refugiados? Muchos deberían reflexionar al respecto, y considero que este film es una herramienta muy importante para ello, que podrá hacer que muchos empaticen al fin con los refugiados -aunque por desgracia llegue ya un poco tarde-.

El director belga, partió precisamente de esta idea, haciéndose a si mismo las preguntas: “¿y si eso me ocurriera a mí? ¿Cuáles serían mis mecanismos de defensa? ¿Cómo lo resistiría? Para responder a estas preguntas no es necesario ir a preguntar a Siria ni documentarse ni leer testimonios. Lo importante es ahondar en lo humano.

Por todo ello, creo que Alma Mater es una película imprescindible de ver, porque trasciende más allá de la pantalla, y nos muestra de primera mano un conflicto que está sucediendo ahora mismo en bastantes rincones del mundo (no solo Siria, no nos olvidemos de Yemen, por citar otro ejemplo). No es fácil empatizar con lo que es vivir bajo el miedo y el fuego cruzado, en una ciudad sitiada, cuando los del mundo privilegiado nunca lo hemos sufrido. Los que lo están sufriendo, son personas, personas con esperanzas perdidas. Y también con corazón. No perdamos nosotros el nuestro.

Publicado originalmente en Caméra-Stylo:
https://www.ecib.es/camerastylo/2018/04/21/alma-mater-de-philippe-van-leeuw/
Bouns
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Converso
Documental
España2017
6,6
255
7
2 de octubre de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La pantalla en negro y un texto que aparece en ella con el interrogante: “¿Padre?” mientras suena de fondo el tono de una llamada telefónica. La respuesta: La persona con la que intenta hablar no está disponible o está fuera de cobertura, por favor inténtelo más tarde. Aparece una enorme imagen de Dios dibujada en la cúpula de una Iglesia.

Así arranca este inteligente documental de David Arratibel, que tiene ya un doble juego en su título: Converso, tanto del verbo conversar como de la conversión a otra creencia religiosa. El director se encontró años atrás ante una situación bastante peculiar en nuestros tiempos: en un corto espacio de tiempo, los miembros de su núcleo familiar se convirtieron al catolicismo uno tras otro. Ello le llevó a sentirse desplazado de sus hermanas y madre, y a tener un conflicto familiar siempre que surgía el tema que no deseaba tener. Él, agnóstico, no podía entender qué podía haber llevado a sus seres queridos a realizar esta conversión. Su forma de canalizar este conflicto fue este proyecto cinematográfico, que seguro que le sirvió a él de terapia personal: se sentó en una silla y convirtió el confesionario de sus familiares en el suyo propio, en una atmósfera íntima y personal, reconstruyendo los sucesos y reviviendo anécdotas ante las cámaras, logrando así capturar una gran espontaneidad en las conversaciones.

El film parte con la premisa de un gran interrogante cinematográfico: Si el Espíritu Santo entra en nuestra casa, ¿es posible hacer una película sobre él?. No obstante, el mismo director admitió haber fracasado en la contienda, y sigue sin comprender qué puede llevar a alguien a convertirse al catolicismo. Pero el resultado del documental es fabuloso, y trata con gran sensibilidad el cariño, las ausencias, las distancias, el vacío… sin perder en ningún momento el sentido del humor, siempre presente. Y durante el visionado del mismo, es complicado que a uno no le venga a la mente la familia Panero, retratada en el magnífico documental de El Desencanto, de Jaime Chávarri; de hecho, la misma hermana lo termina mencionando al percatarse de la situación.

Resulta lindo que al final, el elemento que sirve para reunir de nuevo a la familia, sea el paso de David Arratibel a animarse a cantar junto a toda su familia una especie de canto gregoriano. La música no entiende de diferencias. Como dijo Julio Cortázar: “Música, melancólico alimento para los que vivimos de amor”.

"Algunos instrumentos como las trompetas incitan al valor. Otros, como la flauta, a la dulzura. Y hay otros, como el órgano, que arrebatan el alma a lo celestial."
-Aristóteles
Bouns
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9
6 de enero de 2017
34 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque son pocas las películas que lo consiguen, el séptimo arte tiene la magia de poder hacerte salir flotando de la sala de cine en ciertas proyecciones. Y cuando esa magia sucede, es una sensación que te puede llegar a envolver durante muchas horas. La La Land (La ciudad de las estrellas) es uno de estos films especiales que lo logran, y que te invitan durante su visionado a dejar fluir una serie de emociones y sentimientos mientras disfrutas de una intensa y completa experiencia cinematográfica, para finalmente salir como hechizado y desestabilizado emocionalmente. O al menos, lo logró conmigo.

Después de cosechar un gran éxito con Whiplash (2014), Damien Chazelle se ha embarcado en un proyecto muchísimo más ambicioso con La La Land (2016), film donde demuestra que además de tener un enorme talento como cineasta es a su vez un gran cinéfilo, y en el cual reafirma también su gran conocimiento y pasión por el jazz. Con gran soltura, transita por distintos géneros y revitaliza un complicado género como es el musical, haciéndole un hermoso homenaje al mismo y dándole un soplo de aire fresco, evocando en lo estético a los musicales de Jacques Demy tales como Los paraguas de Cherburgo o Las señoritas de Rochefort, y en esencia a gran cantidad de otros grandes musicales, como por ejemplo el New York, New York de Martin Scorsese o clásicos como Un americano en París de Vincente Minelli. Y además de la gran cantidad de referentes que hay, no es menor la cantidad de guiños cinéfilos que realiza Chazelle, por lo que me limitaré a resaltar el de El globo rojo de Albert Lamorisse.

"¿Cómo vas a ser un revolucionario, siendo tan tradicionalista? Te aferras al pasado, pero el jazz es sobre el futuro."

Chazelle combina lo mejor del cine clásico con el de vanguardia, con un magistral manejo del lenguaje cinematográfico. El resultado es un film único, inolvidable y mágico. Todo funciona perfecto en una mezcla precisa entre diálogos, interpretaciones, drama y música, con un constante ritmo, fuerza y sello personal. Si bien la película trata argumentalmente sobre una bonita historia de amor, el verdadero amor es el que plasma Chazelle por el cine, el arte y la música en cada escena. Y ello queda latente ya en la puesta en escena, donde uno queda sumergido en su mundo deseando que ojalá fueran tan alegres todos los atascos en la vida real. Cabe destacar la maestría con la que realiza las transiciones de las escenas musicales a las convencionales, y viceversa.

La La Land desprende nostalgia, desprende melancolía, desprende amor. Un film de una inmensurable belleza que hila con maestría distintos temas alrededor de los sueños y los soñadores, envuelto en una hermosa atmósfera agridulce, de gran colorido. Ante la aparente festividad, subyace el drama, pues no deja de ser una historia de sueños, ilusiones… y profundas decepciones. Una película muy sensible, pero no sensiblera.

Cabe destacar a su vez el acertado reparto, y las maravillosas interpretaciones que realizan Emma Stone y Ryan Gosling de sus correspondientes personajes protagonistas. Se nota bastante la entrega por parte de ambos a este proyecto, hasta el punto que son ellos mismos los que cantan en la fabulosa banda sonora original. Y es que seguramente uno de los principales protagonistas de la película es la banda sonora compuesta por Justin Hurwitz, en la que es ya su tercera colaboración juntos. Todo ello, paralelamente al homenaje que le rinde al jazz Chazelle. Las partituras de Hurwitz y las letras de las canciones acompañan y hasta guían la narrativa del film, dotando al mismo de todavía más emotividad. Resulta complicado no salir del cine tarareando alguna de las canciones.

También merece una mención especial la dirección artística y la fotografía, que logran que el film tenga un gran poderío visual. El colorido del film y toda su estética está cuidada al milímetro, con un gran acierto en los decorados y vestuario; así como un gran trabajo de iluminación.

Y supongo que a estas alturas el lector estará empezando a cansarse de leer tantos elogios, así que tan solo me queda recomendar su visionado una vez se haya estrenado el 13 de enero. El 2017 está empezando muy bien, cinematográficamente hablando. La La Land supone indudablemente la primera gran sorpresa del año, y una obra que seguramente el tiempo colocará en el lugar encumbrado que se merece.

Crítica en: http://www.ecib.es/camerastylo/2017/01/07/la-la-land-romantico-homenaje-al-cine-y-a-la-musica/
Bouns
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7
29 de julio de 2016
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Miles Ahead supone el debut tras las cámaras del célebre actor Don Cheadle, en un proyecto muy personal alrededor del cual ha estado trabajando cerca de diez años, con la participación incluso de la familia Davis. El interés y entusiasmo que ha puesto Don Cheadle en esta ambiciosa propuesta de biopic del legendario Miles Davis queda plasmado en el film, especialmente en su extraordinaria interpretación y recreación del legendario músico de jazz. Falta mucho para que empiece la carrera por los Oscars, pero creo que es posible afirmar ya a estas alturas su más que probable nominación a mejor actor.

“Si quieres contar una historia, hazlo con la actitud correcta.”
Don Cheadle narra una historia de ficción sobre Miles Davis, ambientada en una etapa decadente de su vida, hallándose atrapado en una gran crisis. La película es ante todo fiel a la esencia de la vida y música de Miles, reinando la improvisación y el estilo libre. Y lo es tanto en la historia como en la técnica y montaje del film, con una narrativa no lineal, y una estructura que imita el estilo siempre cambiante del músico vanguardista y experimental que fue Miles Davis. Emplea saltos temporales para indagar un poco en la vida verdadera de Miles Davis en el pasado, pero sin llegar a pretender ser en ningún momento un biopic tradicional.
Su compañero de armas durante las alocadas aventuras del film es un reportero que quiere realizar un reportaje sobre él y su vuelta al mundo de la música tras una larga ausencia de 5 años; personaje interpretado por Ewan McGregor.

David: -¿Aprendiste a tocar el piano también?
Miles: -No, me levanté negro y sabía tocar.

El film no es más que una excusa para realizar un espléndido tributo a uno de los mejores músicos de la historia, recayendo su magia en el amor y dedicación que ha dedicado Don Cheadle a aprenderse los gestos de Miles Davis, poner la voz rasgada, hasta imitar el tocar de trompeta. Uno no puede más que quitarse el sombrero ante el evidente esfuerzo y cariño que le ha dedicado a la recreación e interpretación de uno de sus ídolos. Un papel salvaje, anárquico, al que ha rodeado del humo del tabaco, alcohol, las drogas, los problemas alrededor de la industria discográfica, las marcas de por vida de un el amor fracasado, etc.

La película emplea los mismos contrastes que ofrece el jazz entre las melodías suaves y los tonos salvajes. No se trata en absoluto de un ‘biopic’ al uso, sino que coge como inspiración la transgresión y transformación constante de la música de Davis para realizar un hilo conductor similar en su estructura y técnica. Logrando además una cuidada fotografía muy específica que recrea ese tipo de atmósfera.

Y como no podía ser de otra manera, durante todo el film hay como constante telón de fondo temas clásicos de jazz, entre los cuales destacan “So What”, “Duran”, “Teo” o “Solea”. Pero también cabe destacar el magnífico trabajo de Robert Glasper componiendo parte de la magnífica banda sonora -que bien merece también una posible nominación al Oscar-, así como de Herbie Hancock y el resto de músicos que han participado. Don Cheadle ha sabido rodearse de los mejores músicos actuales de jazz para un proyecto que lo merecía. Y el resultado es altamente satisfactorio.

La muestra de amor infinita de Don Cheadle queda plasmada finalmente en los créditos, en los que aparece la fecha de nacimiento de Miles Davis, y no llega a completarse el espacio tras el guión.

Miles Davis is forever.

https://revista.tviso.com/miles-ahead-don-cheadle-coge-la-trompeta-miles-davis/
Bouns
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7
18 de julio de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sufragistas es una de esas películas necesarias. Necesarias por el valor de su mensaje y por mantener viva una memoria histórica no tan lejana, y fundamental en el progreso hacia la igualdad. El film resulta un testimonio casi documental del movimiento feminista, en el cual muchas mujeres lo dieron todo -a pesar de tener el sistema entero en su contra- con tal de que las generaciones futuras tuvieran más oportunidades que ellas.

“We don’t want to be Lawbreakers, we want to be Lawmakers.”

La película narra la historia de la valerosa lucha de las sufragistas inglesas en los albores de la Primera Guerra Mundial. La mayoría de estas mujeres no venían de clases altas, sino que eran mujeres trabajadoras que veían cómo sus protestas pacíficas no servían para nada. Radicalizadas y volviendo su lucha cada vez más violenta, estaban dispuestas a perderlo todo en su búsqueda incansable de la igualdad: sus trabajos, sus casas, sus hijos y sus vidas. Principalmente, la película se centra en la historia de Maud (Carey Mulligan), una de estas valientes mujeres, que luchó por la dignidad de las mujeres y por su derecho a poder votar.

La película logra una muy buena ambientación, trasladando al espectador de lleno a principios del siglo pasado en un fiel retrato de la época. Mención especial merece la fotografía del catalán Eduard Grau, que se está abriendo camino en el panorama internacional; su sombría fotografía acompaña a la perfección el tono de la película.

Se trata de una película bastante cruda, sincera, directa y emocionante, encarnada por un reparto sobresaliente: Carey Mulligan, Helena Bonham Carter, Meryl Streep, Brendan Gleeson.
Y, paralelamente a la lucha de las mujeres por lograr su derecho a voto y una mayor igualdad por medio de cambiar las leyes injustas y machistas de la época, el film aprovecha para tratar también la lucha de clases. Plasma de forma sincera las duras condiciones en las que trabajaba la clase obrera en las fábricas sin apenas protección alguna.
Sufragistas es, en definitiva, una buena y necesaria clase de historia.

No obstante, cabe destacar que se echa en falta ver en los créditos finales la fecha en la que las mujeres lograron votar por primera vez en España, durante la II República, mucho antes que otros países -a pesar de que durara poco tiempo por culpa del golpe de estado y el franquismo-.

“Men make the moral code and they expect women to accept it. They have decided that it is entirely right and proper for men to fight for their liberties and their rights, but that it is not right and proper for women to fight for theirs.”
– Emmeline Pankhurst

https://revista.tviso.com/sufragistas-homenaje-a-las-mujeres-cambiaron-historia/
Bouns
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