"La Mort de Belle" es el quinto largometraje del director francés Edouard Molinaro y su vuelta al thriller que hizo de sus tres primeras películas un gran éxito después de desviarse hacia la comedia en la cuarta. Aunque el cineasta comenzó su carrera en la tradición del cine negro americano, con "La Mort de Belle" avanzó hacia una forma más híbrida, que combina una investigación precisa, cercana a la novela policíaca, y un retrato psicológico de un hombre perdido en su vida y en su entorno social. Molinaro se compromete aquí con una adaptación de la novela homónima de George Simenon, lo cual es un logro en el género policial.

El tono de la película es de suspense, con poca acción y giros inesperados, pero el director Molinaro mantiene un ritmo constante a lo largo de la trama. La investigación es detallada y filmada con minuciosidad, y los obstáculos que enfrenta constantemente Blanchon, el personaje principal, parecen ser resultado de la implacabilidad del destino en su contra. Conforme avanza la trama cada vez se centra más en la búsqueda de Blanchon del verdadero sentido de su vida, que hasta entonces ha construido en oposición a la de su padre, un fiestero empedernido que murió a causa de ella. La tragedia que ocurrió cerca de él demostró que su existencia excesivamente discreta y restringida no lo protegía de nada. Al contrario, todo lo que ha construido, a costa de sacrificar sus deseos, se convierte en una amenaza y se vuelve en su contra.

Construida como un thriller, con una investigación precisa y una puesta en escena que ofrece discretas pistas sobre el culpable, "La Mort de Belle" es ante todo el retrato de un hombre perdido, que lleva en su interior una maldición inevitable. La película funciona gracias a la sobriedad de la dirección de Molinaro, la eficacia de su montaje y la bellísima fotografía en blanco y negro de Jean-Louis Picavet, pero sobre todo gracias excelente interpretación de Jean Desailly. Era el actor perfecto para ese papel, el de un personaje retraído y comedido. Blanchon podría haber sido una persona fría y no atraer la simpatía del espectador. Desailly le ofrece una humanidad poderosa, una gran complejidad, lo que hace que la historia funcione.

"Rid i natt" es una película sueca de 1942, dirigida por Gustaf Molander, que adapta una novela histórica del mismo título escrita por Vilhelm Moberg que fue publicada por primera vez en 1941. La historia tiene lugar en el siglo XVII y describe a Suecia bajo ocupación alemana. La novela contribuyó a promover el sentimiento antinazi en la neutral Suecia al establecer un paralelo con la ocupación alemana de gran parte de Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

En la década de 1650, algunos oficiales alemanes que lucharon con los suecos en la Guerra de los Treinta Años llegaron a Suecia. La reina Cristina los recompensó con granjas y feudos, como el señor Klewen de Ubbetorp, que recibió el derecho de cobrar impuestos a los agricultores de la ciudad de Brändebol. Sin embargo los agricultores no lo ven así; respetan a la reina, pero por eso también se consideran sujetos a la corona, no a un señor extranjero y se niegan a obedecer a Klewen, afirmando ser libres y no siervos. Klewen envía a su alguacil Lars Borre para hacer cumplir su autoridad y el único que se niega a obedecer es Ragnar Svedje que se convierte en proscrito y comienza una nueva vida como forajido en el bosque.

La novela de Moberg fue un gran éxito, incluso en la Dinamarca ocupada y el propio autor la adaptó en la versión cinematográfica de Gustaf Molander, uno de los directores suecos más populares de la época en su país. En la película, Molander aborda la historia y su simbolismo con seriedad. El simbolismo del dueño alemán obligando a su séquito a realizar trabajos esclavos, no es sutil, pero sí efectivo. La historia paralela de Botilla, la chica comprometida con el granjero sueco, y su acusación de brujería, es conmovedora y muestra el oscurantismo de la época y de los habitantes del pueblo. La comparación de su destino con la caza de los judíos por parte de los nazis no es descabellada.

En resumen, una buena historia con una adecuada dirección, fotografía, puesta en escena, banda sonora y buenas interpretaciones por parte de todo el reparto.

"Vieille canaille" es una comedia negra francesa producto del tándem formado por el productor y director Gérard Jourd'hui y el guionista Dominique Roulet que adaptan una novela negra estadounidense de Fredric Brown titulada "His Name Was Death", de 1954.

El título de la película ya da una pista muy clara de que se trata de una trama criminal en tono de comedia negra. Gérard Jourd'hui logró convencer a Michel Serrault, un actor francés especializado en papeles cómicos, para interpretar a un impresor con una doble vida: un honesto artesano durante el día y un criminal y falsificador durante la noche. La presencia de Serrault hace que una historia bastante oscura basada en la manipulación y el asesinato derive hacia unos derroteros más de humor negro que, en ocasiones, incluso resultan un tanto histriónicos.

Con un argumento bastante bien elaborado, diálogos sueltos y una atmósfera de comedia negra, "Vieille canaille" entretiene a pesar de sus limitaciones formales y de un peligroso vacío narrativo después de una hora de proyección. A pesar de que cuida la fotografía gracias a la contribución de Georges Barsky e intenta magnificar los paisajes nocturnos de Lyon en varias ocasiones, todo sigue siendo un poco plano. Son los actores los que hacen que el film funcione relativamente bien, especialmente un maestro del género como Michel Serrault, que forma un dúo bastante interesante con Pierre Richard, un poco más sobrio de lo habitual. También apreciamos la presencia discreta pero imprescindible de Anna Galiena, que nos había seducido en "Le Mari de la coiffeuse" (1990), de Patrice Leconte.

"Sortilèges" es una extraña película francesa que mezcla varios géneros como el drama, el crimen, el terror y el romántico. Aunque se estrenó después de la Liberación de Francia, la película se rodó durante la ocupación alemana. Los decorados de la película fueron diseñados por el director de arte Robert Gys.

Basada en la novela "Le cavalier de Rioouclare", de Claude Boncompain, la trama nos sitúa en un pequeño pueblo de los Alpes franceses en el que un campanero ayuda a los viajeros a encontrar su camino a través de las nevadas montañas haciendo sonar una campana desde su cabaña. Hasta aquí todo más o menos normal pero se produce el asesinato de un comerciante a caballo y la historia da un giro en el que se mezclan supersticiones populares, la investigación del crimen, el folclore del lugar, un triángulo amoroso e incluso algunos elementos sobrenaturales, todo ello ambientado en unos hermosos parajes nevados con una bella fotografía.

La combinación de géneros no funciona demasiado bien, principalmente porque algunos personajes no están bien definidos y actúan sin que uno comprenda los motivos que les llevan a ello, especialmente el oscuro y misterioso campanero protagonista. La fotografía en blanco y negro -tanto de exteriores como de interiores- que crea una atmósfera inquietante, los decorados, las escenas del caballo de la víctima del asesinato corriendo salvajemente y una interesante secuencia de baile popular son lo más destacado de este extraño film dirigido por Christian-Jaque.

"Mannekäng i rött" es un thriller de misterio y asesinatos sueco basado en una popular serie de novelas policíacas escritas por Folke Mellvig que a su vez es coguionista en el film. También es la segunda de la serie -cinco en total- de la pareja de detectives Hillman que investigan casos de asesinato junto con su fiel asistente Freddy y la primera filmada en color.

En esta ocasión, los detectives tendrán que investigar una serie de misteriosos asesinatos en una casa de moda (La Femme) en Estocolmo que regenta una mujer en silla de ruedas. El guión es bastante convencional y nada imaginativo y responde al estilo antiguo de thriller sueco que introduce ligeros toques de comedia a través del personaje de Freddy, el ayudante de los detectives Hillman.

Lo más destacado del film es, sin duda, la hermosa fotografía en color de Hilding Bladh, la dirección artística de Bibi Lindström, que incluye el diseño de elegantes interiores, y el diseño de vestuario del diseñador Mago que luce por estar ambientada la película en una casa de moda en la que podemos apreciar desfiles y numerosos vestidos.

"Mannekäng i rött" se considera, en algunos ámbitos, como una precursora del llamado género giallo, posterior género de suspenso y terror italiano cuyo máximo representante es Mario Bava. Aunque la película comparte similitudes estilísticas y narrativas con las películas posteriores del giallo (particularmente su uso del color y su trama de asesinato múltiple), no hay evidencia directa de que los directores italianos posteriores lo hayan visto.