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España España · Donostia
Críticas de Jos
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Críticas 15
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
5
19 de junio de 2020
28 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Critica: Force of Nature

Durante un huracán en Puerto Rico, unos ladrones planean dar un golpe. Sus planes se tuercen cuando una pareja de agentes y unos residentes les oponen resistencia.

Nos encontramos ante la nueva película de Mel Gibson, que ahora ya pasados sus mejores años como estrella de cine y que al igual que contemporáneos suyos (como Bruce Willis), se ve obligado a aceptar intervenir en films menores, de cuyos guiones antes no habría pasado ni del título.

La premisa del film es poco original e inverosímil y su desarrollo navega por lugares muy transitados. Se agradece que le intenten dar algo de desarrollo a los personajes para que por lo menos nos importe lo que les pase. Mel Gibson interpreta a un personaje marca de la casa (aunque esta vez en un rol más secundario), un expolicía borde y testarudo, que mantiene a punto su pistola junto a su bote de pastillas. Emile Hirsch interpreta con solvencia a uno de esos héroes de pasado traumático que tan bien se le daban a Stallone. Ambos están muy bien secundados por Kate Bosworth, como la hija de Mel Gibson y Stephanie Cayo, que hace lo suyo como compañera del personaje de Emile Hirsh. Merece la pena mencionar a William Catlett y su “animalito” entrenado para “dar la bienvenida” a todo agente de la ley con el que se cruce (y que por supuesto, nos olemos su devenir en la historia desde el mismo momento en el que lo nombran por primera vez). Con el bando de los atracadores no hemos tenido tanta suerte, el televisivo David Zayas (Oz,Dexter) interpreta a un villano de lo más genérico y su grupo de compinches no son más que carne de cañón, que llevan la palabra fiambre escrita en la frente.

La película está dirigida por el californiano Michael Polish (marido de Kate Bosworth), cuya carrera hasta ahora navegaba entre la comedia (The Smell of Success) y el drama (Twin Falls Idaho, El granjero espacial), siendo esta su primera aproximación al thriller de acción. Polish huye de los montajes frenéticos y las coreografías hiper trabajadas tan de moda hoy en día, rodando las escasas secuencian de acción con una sobria claridad de ideas y dotando al conjunto de un aire ochentero, que es muy de agradecer. Saca partido a los escasos veinte millones de presupuesto e imprime de un ritmo al conjunto, para que si bien, ya sabemos en todo momento lo que va a pasar, por lo menos nos resulte entretenido.

En resumen, estamos pues ante una película sin grandes virtudes, ni grandes defectos, cuyos escasos noventa minutos y su falta de pretensiones juegan a su favor. Pero no nos engañemos, la habremos olvidado antes de que finalicen sus títulos de crédito. Si queréis una peli sin complicaciones con la que pasar una tarde de domingo, esta es vuestra peli. Si buscáis algo original que os despierte las neuronas, seguid buscando, porque aquí no lo vais a encontrar.
Jos
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3
5 de junio de 2020
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Critica: Los últimos días del crimen

En un futuro distópico, EE.UU. pretende emitir una señal que anule toda capacidad para cometer actos ilegales. Graham Bricke se une a una banda de ladrones para dar un último golpe, con la promesa de averiguar que le ocurrió a su hermano.

La película está basada en un cómic escrito por Rick Remender e ilustrado por Greg Tochinni. Con aroma noir, sorprendentes giros de guion y unos personajes bien construidos, el cómic se desarrolla a un ritmo endiablado que te atrapa desde la primera página y no te sueltan hasta llegar al final. ¿Cuánto de esto se mantiene en el film? pues me temo que poco o nada.

El film está dirigido por Oliver Megaton, responsable de films como Trasporter 3 o Taken 2 y 3. Con estos antecedentes uno no espera gran cosa, pero si por lo menos que el film posea cierto ritmo. Pues nada más lejos de la realidad, la película dura unos extenuantes 148 min., que se hacen pesados en su primera mitad por culpa de una trama demasiado alargada y vacía. Algo mejor le va a la segunda mitad del film, con secuencias de acción dirigidas con cierta corrección.

El guion es un manual de cómo no hay que adaptar una obra de otro medio. Karl Gajdusek desaprovecha totalmente la premisa original, simplificando la historia y sustituyendo unos personajes bien construidos y con personalidad por clichés andantes. La trama se desarrolla con una falta de originalidad pasmosa, construyendo un relato tan insultantemente previsible, que recuerda a miles de films vistos con anterioridad.

Con semejantes mimbres, poco puede hacer un reparto de caras internacionales. Tenemos a una correcta Anna Brewster, un histriónico Michael Pitt (que parece ser el único que se lo pasa bien en el film), un anodino Edgar Ramírez (con un personaje del que no tiene mucho que aprovechar) y un Sharlto Copley que simplemente pasaba por allí.

En resumen, si queréis disfrutar de una buena historia, leed el cómic. Si queréis perder dos horas y media de vuestra vida...seguro que se os ocurren mejores formas que viendo este despropósito.
Jos
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7
27 de abril de 2019
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Critica: Breath

Simon Baker actor que alcanzó fama mundial en la pequeña pantalla gracias a protagonizar las series The Guardian y El mentalista, es el realizador de este film, que supone su debut como director de cine. Además de la dirección, Baker se guarda uno de los papeles principales y participa junto a Gerard Lee en la escritura del guion, que adapta la novela de mismo título escrita por Tim Winton y publicada en 2008.

Bruce "Pikelet" Pike es un adolescente introvertido que pasa sus días surfeando junto a su mejor amigo, Ivan "Loonie" Loon, un chaval temerario y algo brabucón. Un día conocen a Sando, un ex surfista profesional, que los instruirá en ese deporte y los animará a intentar proezas cada vez más peligrosas.

Se puede calificar de excelente el trabajo de los debutantes Samson Coulter y Ben Spence como los protagonistas. La química que desprenden en pantalla da verosimilitud a la amistad que surge entre estos dos adolescentes de caracteres opuesto, haciendo creíble ese paso a la madurez que los personajes experimentan. También son destacables las actuaciones de Simon Baker como Sando, que hará las veces de mentor, enseñando a los chicos a superar sus miedos. Y el de Elizabeth Debicki como la apática Eva, que atraviesa una depresión a raíz de un accidente que trunco su carrera deportiva. El reparto lo completan unos correctos Richard Roxburgh, Rachael Blake y Miranda Fragou como los padres y la novia de Pikelet.

Baker imprime al film un ritmo sosegado, centrado en dotar de autenticidad a las relaciones que surgen entre estos personajes y a la evolución que experimentan durante el desarrollo del film. Apoyándose en la espléndida fotografía de Rick Rifici, Baker aprovecha para lucirse en las escenas ambientadas en la costa australiana, captando toda la espectacularidad de las cabalgadas de surf sobre las holas, así como dotando de inusual belleza a las escenas desarrolladas bajo el mar.

En definitiva, estamos ante un notable debut, que satisfará tanto a los seguidores del surf, como a los cinéfilos que disfruten de un buen drama con un excelente desarrollo de personajes.
Jos
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8
2 de marzo de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Critica: ¿Podrás perdonarme algún día?

Biopic que cuenta la historia real de Lee Israel, antigua biógrafa de éxito que ahora pasa por una mala racha y no encuentra trabajo. A sus manos llega de forma accidental una carta de una celebridad, al enterarse del valor de estas cartas, decide usar su talento para la escritura y lucrarse vendiendo falsificaciones.

Tras la cámara esta Marielle Heller, que debuto en la dirección con la más que correcta The Diary of a Teenage Girl. Sí en su primer film nos hablaba del despertar sexual de una adolescente en los años 70, ahora nos propone una película protagonizada por una mujer de mediana edad, con problemas con el alcohol, que tiene como único amigo a un gato y vive aislada de un mundo en el que no sabe muy bien cómo encajar.

El estar protagonizado por un personaje asociable y antipático puede echar para atrás a buena parte del público. Pero los que escarben en la superficie percibirán un personaje muy bien escrito, que escupe diálogos mordaces acompañados de mucho humor negro y que a pesar de sus defectos (o gracias a ellos), resulta un personaje muy real y cercano. Durante el transcurso del film Lee Israel conocerá al bohemio Jack Hock, un vividor con mucha labia que sobrevive vendiendo drogas. Es en la relación de esta pareja donde el guion tiene sus máximos puntos de interés, una amistad forjada en un mundo que los rechaza y en el que harán lo que sea por sobrevivir, aunque sea ilegal. Esta relación me recuerda mucho a la que tenían Dustin Hoffman y Jon Voight en Cawboy de medianoche.

Pero por bueno que sea el guion, no sería nada sin buenos actores que le den vida. Como Lee Israel tenemos a una Melissa McCarthy que cambia de registro y nos ofrece su mejor actuación hasta el momento. Realiza una interpretación muy contenida, capaz de hacernos empatizar con un personaje muy difícil. A Richard E, Grant le toca el papel de Jack Hock, dotándolo de un carácter extrovertido y esquivando un exceso de histrionismo en el que habría sido fácil caer.

La película consiguió varias nominaciones al Oscar, una por el fantástico trabajo de Melissa MaCarthy, que este año tenía mucha competencia. Las otras fueron para Richard E, Grant como mejor actor secundario y a guion adaptado, no consiguiendo esa noche ninguna de las codiciadas estatuillas. Esperemos que esa nominación ayude a que la película no pase desapercibida, siendo su calidad muy superior a la de algunos films nominados a mejor película, pero que han conseguido más popularidad entre el gran público.
Jos
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8
25 de febrero de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Critica: Green Book

Estamos a comienzos de los 60, Toni Lip es un racista italoamericano que acepta trabajar como chofer y guardaespaldas para Don Shirley, un pianista negro. Los dos tendrán que aprender a relacionarse durante un viaje por el sur de Estados Unidos.

Lo primero que llama la atención en este film es que tras la cámara esta Peter Farrely, que junto a su hermano Bobby Farrely, dirigió un gran número de comedias de humor chusco como Dos tontos muy tontos, Vaya par de idiotas o Algo pasa con Mary. En su primera realización en solitario, deja de lado el humor escatológico y nos propone un drama de corte clásico.

La película navega por terrenos conocidos, a nada que hagamos memoria recordaremos cientos de films protagonizados por personajes de distinta etnia o extracto social que tienen que aprender a convivir y aceptarse durante el transcurso de un viaje. A pesar de pecar de previsible, esto no ensombrece un guion solido y sin fisuras, que acierta plenamente en el tratamiento y desarrollo de sus personajes centrales, con los que es fácil conectar desde el comienzo del film.

La elección de Mahershala Ali y Viggo Mortensen para interpretar los papeles protagonistas es de lo más acertada. Un correcto Mahershala Ali cambia de registro interpretando un papel alejado de los que le han dado popularidad. Viggo Mortensen por otra parte, nos deleita con otra de esas soberbias interpretaciones a las que nos tiene acostumbrados. Adquiriere algo de peso, habla con un perfecto acento italiano, derrocha el carisma que el personaje demanda y nos muestra un sentido del humor que hasta ahora permanecía oculto en sus anteriores papeles dramáticos. Ambos, ayudados por unos estupendos diálogos, son los responsables de seducir un público que termina comiendo de su mano hasta la llegada de los inevitables títulos de crédito finales.

El tratamiento del racismo en la película resulta poco original, pero es de agradecer que surja de forma espontánea, huyendo de falsos discursos aleccionadores.

El film obtuvo cinco nominaciones al Oscar: mejor actor principal, mejor montaje, mejor actor secundario, mejor guion y mejor película. Ganándolo en las tres últimas categorías. Dejando de lado los premios (que siempre son muy subjetivos), al final nos queda un film con una realización clásica, buena factura, agradable de ver y que te deja con una sonrisa al terminar de verlo.
Jos
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