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España España · Granada
Críticas de Juansa
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Críticas 10
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
6
20 de septiembre de 2019
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos en busca de algo que no logramos encontrar en nosotros. Pero sí estaba. Sin embargo, no nos atrevemos a adentrarnos y valorar lo que somos, nos rodea y tenemos. Nos afanamos en esa búsqueda exterior. La humanidad se ha lanzado a la búsqueda de otros planetas y la vida inteligente, buscando las respuestas que ya posee en el interior. La conquista del frio y abismal espacio, hasta los confines tenebrosos, para lograr algo de luz, una chispa distante que nos diga que tal vez no estamos solos, alcanzar el siguiente paso, trascender como especie antes de que se pase nuestro momento. Pero no estábamos solos, nos teníamos los unos a los otros, y la hermosura de compartir; amistad, amor, familia… qué decir de la enorme belleza natural que destruimos para desarrollar la tecnología que nos lleve a las estrellas, más allá de los límites imaginados. La preciosa Tierra destruida para realizar viajes interestelares sin retorno. Una paradoja temporal, el proceso de deshumanización en pos del progreso corporativo, la degradación del medio ambiente y la pérdida de identidad. La desnaturalización a cambio de pantallas relucientes llenas de datos y estadística precisos. La Luna, luego Marte, después el sistema solar y a continuación, no habrá límites. El humano se habrá perdido en los oscuros y profundos confines del espacio, seguirá sin encontrase viajando en naves espaciales, ignorando que la respuesta estaba cerca, muy cerca, en el corazón de su ser, el espíritu imperecedero que nos ha llevado tan lejos. La exploración espacial como excusa, pero lo que de verdad siempre ha buscado el humano fue a sí mismo. ¿Es tarde aún para frenar esto e ir en la dirección correcta? El equilibrio será la clave, que reine un poco de Tao, Wu wei entre tanto forzar, tanta confusión, esa confusión delirante que posee el humano, confusión entre homo sapiens y dioses; el humano moderno ya no sabe distinguir lo uno de lo otro. Hacía el corazón de las tinieblas vamos… y qué nos espera allí, una sinuosa figura, triste, cansada y vieja… éramos nosotros… sí, esa era.
Juansa
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10
26 de diciembre de 2014
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como el buen Dale Cooper diría, a veces, entramos en oscuros túneles de los que se es difícil salir, otras entramos de lleno en misteriosos senderos, que el destino o eso que llamamos casualidad nos guía. Caminos que nos llevan allá, en el bosque donde el ancestral viento sopla entre los árboles. Y estos viajes no se planean, simplemente te engullen, te envuelven e irresistiblemente te atrapan. Y esto es Twin Peaks, un viaje sin retorno, a un universo singular y enigmático, con fuerza propia.
Como esta magnífica obra audiovisual refleja, hay algo, en la profundidad de la oscura noche. Que nos induce al bien o al mal, según la sensibilidad y el estado de la persona. Es una energía o una fuerza ancestral, que se ha alimentado de cada acto bueno y malo, y sopla entre el viento persiguiéndonos. Es el pasado colectivo de la humanidad, todo el miedo, odio, amor y esperanzas, de cada generación, sumados, conectándonos unos a otros, influyéndonos en el presente y engulléndonos completamente. Unos lo llama la logia, otros yin yang, bien o mal, o simplemente espíritus del bosque. El caso es que todo el que se ha adentrado en la profundidad de la vegetación en lo más hondo de las montañas, sabe que allí anida algo especial. Y este es el resumen de esta maravillosa creación.
Cooper, sabe y conoce esto. El sabe cuál es su misión. El destino lo lleva a Twin Peaks con un motivo, un objetivo. Que va más allá de Laura Palmer y de él mismo. Es la eterna lucha del amor y el odio. El agente destructor en contradicción con el agente creador. El miedo contra la valentía. Y es en ese remoto y especial lugar donde esta lucha es más patente y significativa. Las pistas siempre apuntaron a esos bosques, desde los antiguos pueblos indoaméricanos.
Dale, tiene que hacer un sacrificio, le persigue su pasado, como a todos los inolvidables personajes de esta serie. Debe de redimirse y enfrentarse a sus propios demonios y ese es su viaje. En esto se resume Twin Peaks, con sus miserias y sus maravillas.
La logia negra intenta corromper a las almas, para atraerlas al mal, son la oscuridad. La logia blanca, es lo opuesto. Lucha contra esta oscuridad atrayendo las almas, para convertirlas en guerrearas de la luz que combaten esta fuerza maligna. En esto se puede resumir, el significado oculto en Twin Peaks.
Y tras esta guerra silenciosa y clandestina, están la gente de Twin Peaks, cada una con su propia identidad, su inquietud, con sus sueños de ir más allá. Amores imposibles, amistades eternas, rencores ocultos, perdones, castigos, gigantes, enanos, ancianos entrañables, un buen café y siempre el bosque.
Juansa
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10
8 de noviembre de 2014
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mayoría tal vez no esté de acuerdo con esta reseña crítica, pero no pretendo complacer, sino dar mi sincero punto de vista. Muchos pueden convertir esto en un” batalla” entre Nolannistas y no Nolannistas. Pero, más allá de esta polémica innecesaria, yo me senté en la butaca y simplemente disfruté como un niño. No soy un fanático de ningún director, pero si lo suficientemente sensible como para guiarme por las sensaciones y no por doctrina alguna y, lo que Interstellar me ha hecho sentir, es revivir mis propios sueños y preguntas que siempre me hice cuando miraba las estrellas, sentado en el tranco de mi casa, en la oscura y cálida noche estival, intentando buscar los por qués más básicos de nuestra esencia y existencia. A lo mejor, no ayuda que sea un soñador a la hora de hacer esta crítica a una obra cinematográfica como la que Christopher Nolan propone, pero a los que les gusta soñar, esta es su película.
El espacio, el gran desconocido. Como Stanley kubrick ya hizo en su obra maestra, 2001 odisea en el espacio. Nolan se ha asesorado científicamente bastante bien. El espacio es un abismo frío, solitario y sórdido. No hay sonido, el tiempo se alarga y hasta casi se eterniza. El humano fuera de la tierra está desprotegido, solo, es torpe y lo único que le hace sobrevivir es su total dependencia con la tecnología. Una vez más, las máquinas toman protagonismo. Como el famoso HAL 9000 de 2001 Odisea en el espacio, los “queridos androides” de Ripley en la bien trabajada saga Alien y ahora los simpáticos TARS Y CASE.
La Tierra del futuro que Interstellar refleja, contiene una sociedad distópica, un mundo que se desmorona, nos quedamos sin alimentos, por los abusos para producir una tecnología, que tal vez tenga la respuesta para salvar a esa misma sociedad. Salvar a nuestra civilización. Esta ironía, siempre ha estado ahí, una de las eternas cuestiones de la humanidad. La tecnología como arma de doble filo. Si el humano quiere perpetuarse en el tiempo como especie, algún día debe abandonar la tan querida y a la vez mal tratada Tierra, y esta es la esencia de esta joya cinematográfica. Sin olvidar el pilar básico, que nos diferencia a los humanos del resto de seres vivos, El Amor. Esa conciencia originada cuando de verdad aceptamos lo que es amar y ser amados. Este siempre es el tema central de cualquier historia universal, porque de su empuje, se alcanzan las grandes gestas. Ya lo han dicho muchos en el pasado, el mayor impulso, la mayor fuerza motriz del universo es El Amor. ¿Y cuál es el amor más básico?, ¿la relación más fundamental? El de un padre con sus hijos. Es la esencia, esta relación te condiciona de por vida, pues como Interstellar trata dicha cuestión: qué son los padres para sus hijos sino un fantasma de lo que ellos aspiran convertirse. Una vez que se es padre, uno pasa a ser sus recuerdos, los recuerdos de ellos, este es el objetivo de un padre o una madre.
Los personajes de esta obra maestra de la ciencia ficción, están muy trabajados, todos aportan algo y ninguno sobra. Hay que volver a hacer mención especial en Matthew McConaughey, que de nuevo vuelve a bordar un papel y a mostrar su cara más dramática como ya hizo en Dallas Buyers Club. Y es que el actor está que se sale desde que hizo su breve pero intensa intervención en El Lobo de Wall Street. Sin olvidarse, de la aparición estelar de un genial Matt Damon, para algunos prescindible, para mí, totalmente necesaria. Ya que en ese momento, justo con esta inesperada aparición, se produce el punto de inflexión de la película y la entrada en el tercer y último acto de esta Ópera que los hermanos Nolan han creado. El cambio de ritmo en este momento es brutal y te hará agarrarte a la butaca con la mirada fija en la gran pantalla, cual rapaz al agarrar y observar su presa.
Como toda Ópera, cobra importancia la música. Y aquí es donde el maestro y genio Hans Zimmer vuelve a hacer de las suyas. Este Mozart del siglo XXI borda a la perfección este apartado, tan importante como el visual, o el guion, ambos de sobresaliente también. Así, genio y figura hasta la tumba. Cada escena, cada acto principal de la película, viene marcado por el ritmo de música celestial como me gusta llamarla, partituras de genio que embriagan los sentidos y te hacen que disfrutes realmente de esta historia, que han producido entre todo el gran equipo de trabajo, pasando por todos y cada uno de sus aspectos.
Puede ser molesta, pesada o aburrida para el público en general, sobre todo por todo el apartado científico y su jerga. Las teorías nuevas y radicales de la astrofísica y la física cuántica no son del gusto de todos, pero desde mi total desconocimiento en este campo y mi humilde opinión, creo que es elegante como se plantea esta temática en el film. Hasta el mismísimo Carl Sagan estaría orgulloso y maravillado de ver como su legado aún vive en la sensibilidad de algunos soñadores, que sueñan con horizontes más lejanos y aún siguen haciéndose esas preguntas básicas que todo hombre y mujer deberían plantearse.
Allí, en la profundidad de la oscuridad, en el lejano espacio, donde las luces brillan en la enorme distancia, cerca de estrellas que desconocemos si viven o han colapsado, están tal vez las claves de lo que realmente somos, claves que tal vez nunca resolvamos, pero, ¿es tal vez, atrevido a soñar con ellas?
Juansa
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10
12 de agosto de 2014
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces, del vientre de la industria del cine se gestan obras maestras. Películas de culto que pasan a la historia instantáneamente. Muchas veces porque inherentemente contienen un algo especial que no podemos explicar del todo.
Drive fue estrenada como una película más. En principio como una de las tantas de acción que se estrenan cada año. Nada más lejos de la realidad, en cuanto un alma sensible se sienta en la butaca, lo comprende de inmediato. Drive trasciende los sentidos y te transporta a una historia de otro tiempo siendo el presente, la historia de un antihéroe. Este no tiene nombre, en ningún momento de la película es mencionado, tan solo sabemos que su rostro frío y carácter sórdido encierran algo más, como si huyese de un pasado que decidió no recordar jamás. Los Ángeles era una nueva oportunidad de empezar de nuevo. Pero un hombre como Drive, como a mí me gusta llamarlo, no puede evitar involucrarse cuando una injusticia de las que ocurren a diario a nuestro alrededor pasa delante de sus narices. La mayoría ignora estos hechos, él no, su instinto de Lobo Solitario lo lleva a actuar casi inconscientemente, es así como se escriben muchas de las grandes historias universales. El héroe debe enfrentarse a los obstáculos pero un antihéroe debe enfrentarse así mismo, a sus propios demonios que lo persiguen. Y es ahí donde entra en juego Ryan Gosling, interpretando el papel del antihéroe a la perfección.
La adaptación de la novela de James Sallis que Nicolas Winding Refn ha creado es una película de culto instantánea que será recordada como la Taxi Driver o Reservoir Dogs del siglo XXI, y es que no podemos negar que Drive tiene algo de estás dos películas. Los primeros planos combinados por la genial banda sonora de Cliff Martinez, todo con toque al más puro estilo de los ochenta, hacen que desde principio a fin disfrutes de esta elegante apuesta del cine contemporáneo. Uno de los principales ingredientes de este fantástico film es el ritmo, pues este va marcando el paso de cada escena, encontrándonos momentos de auténtica paz estética a frenéticos de acción muy bien trabajados, consiguiendo mantenerte dentro de la historia sin parpadear.
Pero no nos engañemos, esta maravilla del cine independiente estrenada en 2011, no es del gusto de todos los cinéfilos, Drive requiere de un público con una sensibilidad especial, pues esta es la esencia del cine de culto, películas que pasan a la historia no por ser taquillazos al gusto de una mayoría, sino por ser pequeñas joyas que pasan desapercibidas por el gran público más pendiente de una moda pasajera que de un regalo visual y sonoro como drive puede ofrecer.
En cuanto nos adentramos en la película podemos resaltar el perfecto trabajo desempeñado por todo el equipo de Refn, desde los técnicos de sonido, pasando por efectos especiales, hasta el maquillaje. Y sin dejarnos a cada uno de los actores, que bordan el papel aunque algunos no salgan más que unos segundos durante el largometraje. Resaltando al mítico Albert Brooks, que desempeña el papel del villano a la perfección. No es el clásico villano, sino un producto de las miserias del humano, que con el lema todo vale, lo único que persigue es el dinero fácil para su negocio de gángster modernos. Como siempre la lucha entre el bien y el mal, las luchas personales y en el centro el dinero, componen la problemática de esta adaptación al cine negro. Inspirada en el realismo que nos encontramos en las calles de cualquier urbe actual. La lucha por la supervivencia dentro de un sistema cada vez más competitivo e injusto que genera historias como las aquí contada, pero que solo aparecen como una anécdota en una de las páginas centrales de un diario local.

En resumen, Drive, nos habla de las miserias del humano, de un hombre solitario con posibles antiguos pasados que solo podemos imaginar y de futuros mejores que no son posibles, pues los demonios personales no le dejaran jamás. Nos habla de un personaje nietzscheano, hecho así mismo, como esos personajes que aparecían en las novelas de Herman Hesse, ¿Y qué no es Drive sino un Demian moderno? Por todo esto, Drive merece estar en el Olimpo de esas películas que merecen ser recordadas y contempladas como una obra de arte, igual que lo es un cuadro de Rembrandt, una sinfonía de Vivaldi o una novela de Dostoievski.
Juansa
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10
28 de febrero de 2013
14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué puedo decir de esta obra maestra. Se que muchas opiniones y sensibilidades no llegaran a ver en profundidad esta bella película por su complejidad y por el hecho de no tener el objetivo de entretener, de ser pura diversión como un film de Tarantino. No, Cloud Atlas lo que pretende va mucho más lejos.

Me he llevado una agradable sorpresa al sentir en la butaca que esta creación cinematográfica ha plasmado no solo mi punto de vista de la vida y de el mundo, sino de lo que hay más allá, después de que nuestros ojos se apaguen.

Darse cuenta de que no solo lo que hacemos afecta a nuestra vida cotidiana y la de los demás en el presente, sino a todos aquellos que vendrán después, porque todo está conectado, y tus actos ya sean malos o buenos tendrán una consecuencia en el futuro.

Hay una eterna lucha entre el mal y el bien. Dos fuerzas enfrentadas. Por mucho que la tendencia normal de la sociedad y del sistema quiera imponer su dominio, el pez grande se come al chico, el poderoso aplasta al débil, hay otra fuerza que lucha en el sentido contrario, y por mucha energía y esfuerzo gastado por quienes creen en ese mundo injusto donde los poderosos esclavizan al resto, siempre habrá alguien luchando para evitar esto.

Pienso que hay una energía en el universo, el espíritu del universo. Y que antes o después el equilibrio y la justicia verdadera son establecidos.

Todos estos pensamientos positivos, filosóficos y metafísicos me han surgido de ver esta enorme película de tres horas.

Eso sí, sinceramente, si simplemente buscas una película para no pensar, para no profundizar, solo puro entretenimiento, mejor no veas esta película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juansa
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