El principal problema de la película, sin embargo, es dotar de un pesimismo plúmbeo a todas las acciones y personajes. Lo cierto es que, aunque hubo muertes, la evacuación de los judíos daneses a Suecia fue una de las operaciones más exitosas de la resistencia anti nazi en Europa, salvándose el 95% de estos de ir a los campos de concentración. Esto se debe entre otras cosas por la bajísima incidencia del antisemitismo entre los daneses. Nada de ésto aparece en esta película, que hace hincapié en los fallos y el fracaso, y se recrea en la miseria. Se puede afirmar que, dado el cuerpo artístico que representa el Holocausto, la decisión más a contracorriente debería ser representar fidedignamente uno de los pocos puntos luminosos de una época oscura. Donato, sin embargo, decide recrearse en unas pocas horas que resultaron ser más una excepción en Dinamarca, que la norma seguida en la mayoría de Europa (si exceptuamos Italia y, hasta cierto punto, Bulgaria y Rumania).
No deja de ser su prerrogativa como autor, pero en mi opinión esta película no hace justicia en absoluto a los hechos históricos en que se basa

Me decepciona en extremo el trato que se le da a Genghis Khan, como un estadista que sólo quiere unificar las tribus por orgullo nacional y para vivir en paz. Incluso en un diálogo éste nos dice que sólo le interesa el comercio entre naciones. Sabiendo cómo fueron los sucesos históricos, esto me parece risible e incluso moralmente repugnante.