Uma Thurman es la díscola novia de un gangster que le encarga a uno de sus matones, John Travolta, que la proteja mientras ésta se divierte por ahí. Bruce Willis es un boxeador que se niega a hacer tongo y mata a su contrincante a golpes. Su jefe es el gangster que sale con Uma Turman y ordena a sus matones que le liquiden. Al mismo tiempo durante un trabajo Travolta y su compañero Samuel L. Jackson, sobreviven a un tiroteo milagrosamente. Hecho que hace reflexionar a Jackson sobre la suerte que han tenido.

Todas estas historias están relacionadas entre sí de una forma lógica pero no ordenada. El guión tiene una estructura narrativa clara y unos impagables diálogos plagados de humor y tacos, atención al tronchante monólogo que suelta Christopher Walken sobre la importancia de un reloj de bolsillo a la versión de niño de Bruce Willis. Escenas delirantes como aquella en la que a John Travolta se le dispara la pistola en un coche mientras trasladan a un caco y le vuela la cabeza poniéndolo todo perdido y todo lo que sucede después con la llegada del señor Lobo, un tipo serio que se encarga de solucionar toda clase de problemas. La secuencia en la que Uma Thurman tiene una sobredosis y consiguen reanimarla inyectándole adrenalina en el corazón clavándole una enorme jeringuilla en el pecho. O aquella en la que Bruce Willis atropella a su jefe y éste mal herido se esconde en una tienda en la que es sodomizado por el dependiente y sus compinches mientras Willis busca algo con lo que cargárselos apenado por el mal trago por el que está atravesando su ex-jefe.

Si no fuera por nosotros los americanos Inglaterra sería la provincia más pequeña del Imperio Ruso!!

Lanza rota es una película extraordinaria que narra los problemas de una peculiar familia de rancheros con trasfondos raciales y envidias entre hermanos dirigidos por un duro terrateniente interpretado magníficamente por Spencer Tracy. Me gustó que los personajes son ricos en matices. Así por ejemplo Richard Widmark, que interpreta al hermano mayor, no te extraña que acabe odiando a su progenitor teniendo en cuenta el desdén con el que él y sus hermanos han sido educados. Spencer Tracy es un hombre inteligente y trabajador que se quedó viudo al cuidado de tres hijos cuando empezaba a trabajar en su rancho. A pesar de las dificultades iniciales pudo salir adelante y construir un imperio en lo que es un ejemplo del hombre forjado a sí mismo. Pero el precio que paga es que la carencia de su esposa y la dureza del trabajo le han convertido en un hombre severo de agrio carácter incapaz de transmitir cariño. Su forma de llevar el rancho es la correcta sin embargo, sus modales a la hora de hablar y dirigir a las personas son reprobables. Robert Wagner es el hijo mestizo y favorito de su padre. Se enamora de la hija del gobernador que no ve con buenos ojos esta relación. Está dispuesto a sacrificarse cargando con las culpas del ataque a la mina para evitar que su padre vaya a la cárcel. Katy Jurado es la segunda esposa india del ganadero que trata de apaciguar su carácter con la sensatez de sus consejos. Una mujer enamorada de su marido al que admira porque se ha casado con ella sin importarle lo que puedan decir los habitantes del pueblo que desprecian este tipo de uniones y a los indios en general. Jean Peters encarna a la novia del mestizo que se enamora perdidamente de él y que le espera a su salida de la cárcel para continuar con su idilio sin importarle lo que diga su padre.