... en el sentido propio del término: no se pueden calificar. Esta película es una de ellas: lo mismo podríamos darle 10 puntos que 1.

He visto algo (no mucho) de cine experimental y esta película es con diferencia la que más convenciones rompe. Ser el último producto de un director de Hollywood, proscrito y roto, que invirtió los últimos cinco o seis años de su vida en montarla y remontarla, quizás la haga muy atractiva para algunos; me temo que ni aún así ha logrado pasar a la gran historia del cine.

Pero, amigo gafapasta, esta sí que es una película realmente _imprescindible_.

Empiezo confesando que simpatizo con las tesis del documental y que soy fiel lector de dª Elvira. Así que me parece muy bien que la película tenga muchos espectadores y que a estos les complazca.

Sin embargo, como documental es bastante mejorable. El ritmo no es malo; pero falta un hilo argumental claro, lo cual poduce cierta desorientación y cierto aburrimiento. Por otra parte, muchas cosas se dan por supuestas; no sé hasta qué punto el espectador medio asimilará tanta información.

Así que le ponemos un 6, y en paz.

(Quizás no sea necesario advertirlo, pero el espectador progre será mejor que se abstenga de visionar esta película, so pena de urticaria).

Christian Alvart es un (no tan) joven director alemán que parece sentirse inclinado a tratar temas de terror y ciencia ficción. Por desgracia, en esta película no ha sabido plasmar su inclinación en un relato fílmico medianamente interesante.

La película tiene varios aspectos loables: Ms. Zellweger y la niña Ferland hacen buenos papeles, hay interesantes picados, ...

Pero el resultado final es muy pobre. Ni nos asusta ni nos interesa la historia que Alvart nos cuenta. El guión está lleno de trucos mil veces vistos y contiene algunos diálogos más bien torpes, ningún personaje llega a ser medianamente interesante...

En resumen, puedes omitir el visionado, busca algo mejor que hacer.