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España España · MADRID
Críticas de Spark
Críticas 1.859
Críticas ordenadas por utilidad
5
28 de junio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mi opinión estamos ante la mejor película de Gracia Querejeta hasta el momento. Sin suponer para mí un un antes y un después en la cinefilia, "Cuando vuelvas a mi lado" me ha parecido la película de la directora más envolvente a nivel narrativo (a pesar de ser de realización sencilla, hay un distinguido acierto expositivo ya sea en sus paneos, en su fotografía, sus planos, sus transiciones...) y más interesante a nivel argumental que he visto (aunque no evite momentos taciturnos... sobre todo en su último tercio que se carga con algo de tedio e insulsez... algo que no tiene nada que ver con su brillante arranque), a pesar no poder esquivar algún cansino tic ineludible del cine cañí (no falta ese intimidante y maniqueo falangista (parece como si las cintas españolas tuvieran un descuento si se incluye ese personaje sin multidimensionalidad alguna) pero afortunadamente la cinta no se ensaña como en otras películas de manera asqueante con ese espasmo tan característico).

En "Cuando vuelvas a mi lado" de nuevo se nos exponen relaciones familiares deterioradas (que van hacia una innata búsqueda del apaciguamiento), pero esta vez su trama no solo se deja llevar por la inercia de unos mundanos acontecimientos, sino que además se percibe algo más de entidad y empuje gracias a un estupendo aliciente (aunque como siempre en el cine de Gracia Querejeta, tratado con suavidad y algo de sosería): un relevante misterio que el metraje va fraguando con tacto para acabar siendo el nucleo duro muy bien posicionado y anclado, que centra la atención y la gran curiosidad de la cinta. Un pasmoso secreto que ha marcado la relación de tres hermanas en la linea argumental del presente... y que marcará la relación de sus padres en la linea argumental del pasado.

La película acierta totalmente en su manera de estructurarse y exponerse con esas dos lineas argumentales y sus continuos saltos temporales entre intrigante pasado y concluyente presente, inyectando un poco de energía a ese típico ritmo (que caracteriza a casi todo el cine español) anodino y demasiado pasmado. "Cuando vuelvas a mi lado" consigue no aburrir y sugestiona mínimamente (y eso ya es un gran logro).

La trama del pasado es sin duda la más potente y enigmática, comenzando como un candoroso relato romántico para ir derivando en un interesante thriller psicológico, donde las sospechas de una relación incestuosa entre padre e hija van empapando tanto a la madre protagonista como al espectador. El guión juega de una manera estupenda con la ambigüedad y el enigma, nos abre a una y mil teorías, todo nos huele a chamusquina y los silencios y las desconfiadas miradas se cargan de más potencia que las palabras. Esos flashbacks son el impulso más eficaz de la cinta (sobre todo por el guión que coordina con pericia y habilidad sus momentos de "no confesiones" para que nos atrapen lo suficiente, aunque... (más en spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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4
15 de junio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama excesivamente suave y reposado sobre una mujer llamada Ángela (Maribel Verdú) que trata de reflotar el ruinoso negocio de su difunto padre: un salón de billares cargado de antihéroes al estilo de "Cheers" pero en sobrio.

La buena noticia de "Siete mesas de billar francés" es que se percibe en todo momento como un relato cargado de honestidad y sensatez (con historias humanas y cabales, sin personajes que sean unidimensionales, poco creíbles o infantiloides)... y que se reserva interpretaciones correctas (Verdú, Villén, Barea) o realmente buenas (casos de Blanca Portillo y Amparo Baró). La mala noticia de la cinta... es todo lo demás.

Si bien su guión resulta maduro, fracasa a la hora de conseguir mantener el interés del espectador. Su premisa es tan endeble como su desarrollo (observar durante 2 horas como se llevan de bien y de mal los antiguos colegas de un billar, que están continuamente rondando en círculos sus mismas neuras, sin que sus situaciones consigan generar algún tipo de impacto o conmoción cautivadores que espabilen a la audiencia).

Puedo observar como Querejeta toca (sino roza) los mismos esquemas argumentales de la única película suya que había visto antes y hace poquito, "Héctor" (que admito me gustó un pelín más que ésta): reencuentros y relaciones de familia disfuncional (amigos incluídos), y un camino por recorrer por ellos de superación de diferencias... para llegar en unión a un objetivo común. Querejeta viene así a contarnos lo mismo de siempre (que es poco. Ya que incluso el día a día de la realidad se hace más potente e interesante que la ficción que aquí se nos ofrece) y de la misma manera de siempre (que es correcta pero para nada destacable). Recuerdo que "Héctor" también era de desarrollo argumental suave y diluído, y "Siete mesas de billar francés" también... pero es quizás todavía más alongada y con un libreto ligeramente inferior (afortunadamente no es que sea un guión idiota, pero hay alguna que otra incoherencia en sus situaciones que nos alejan de la historia. Por ejemplo: ¿realmente era necesario que sus protagonistas nos repitieran una y otra vez en los diálogos sus conflictos (que acaban en lo nimio) que ya habíamos intuído en el primer tercio del film? el espectador no es tan tonto y lo mascadito se hace innecesario y hasta fastidioso y redundante) donde la trama apenas avanza y no aporta un acrecentamiento impresionante.

La cosa quizás se hubiera elevado un pelín si su estilo narrativo hubiera aportado algo de chispa (en el cine es tan importante el fondo como la forma (que también es un ARTE con mayúsculas. Y en este largometraje (donde su fondo no acaba siendo nada del otro mundo) ofrecer un lirismo narrativo, más que una opción, se siente como una obligación), pero aquí no nos encontramos con un Danny Boyle en sus inicios o alguien que cargue el relato de artística imaginación. Querejeta narra con corrección con planos limpios (donde predominan los planos cerrados)... y ya.

En fin, hay un pequeño puñado de momentos curiosos (que nunca memorables) que espabilan de vez en cuando al espectador (los momentos que sostienen el metraje son sobre todo los de humor... a destacar todos los protagonizados por una intensa y peculiar Blanca Portillo y una cómplice Amparo Baró. Ambas tienen los momentos y personajes más jugosos y están brillantes. Admito que Verdú como protagonista no logra atraparme. Está correcta en su gélido y "soseras" personaje, pero lo trata desde la distancia y sin excesivo carisma) pero son tan pocos esos momentos en sus 2 horas, que resultan insuficientes para elevar un conjunto que acaba en lo tolerable... a veces (porque de tan pesarosa y desaborida, "Siete mesas de billar francés" incluso tiene puntos de hartazgo donde dan ganas de darle al fast-forward).

La audiencia en el cine lo busca todo: reflexión (no por ello algo pretencioso) y espectáculo (no por ello algo grandilocuente) a la vez, y "Siete mesas de billar francés" flojea demasiado en ambas cosas (hay un momento en el que la protagonista afirma que quiere diferenciar su billar de unos "juegos recreativos de mie---". Parece una extrapolación respecto a lo que es el film: Se consigue una diferencia (para peor) respecto a esos recreativos donde el juego es el mismo... y donde además la ambientación se valora con la importancia que se merece, ofreciendo un magnetismo imposible de ignorar que aquí no se da), aunque al menos se puede soportar por momentos y no es tan asqueante como la media del cine nacional (y eso ya es bastante a su favor), pero apenas dice demasiado y deja con la misma sensación que antes de verse.

Lo mejor: Algunos momentos de humor...
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Spark
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6
6 de junio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Remake (de la película de Arthur Hiller de 1979 "Los suegros") en el que un podólogo hipocondriaco, neurótico y miedica (Albert Brooks) conoce a su futuro consuegro (Michael Douglas) un agente de la CIA alocado, informal y amante del peligro (es decir; justo lo contrario al cobardica y tímido doctor de los pies) que le mete en un buen lío de espionaje muy a su pesar y en el que no pintaba nada.

La comedia utiliza como pilares burlonescos el choque de caracteres de los consuegros (que, como previsiblemente sabemos, pasarán de ser personas incompatibles a acabar como eternos amigotes) y el enredo de la misión de espionaje.

La cinta en sí acaba resultando una pura anécdota nada más se termina de ver... pero eso no quita para que logre que pasemos un rato de lo más simpático durante el visionado, que es de lo más entretenido... y además deja bastantes risas repartidas.

"Hasta que la muerte los separe" no es excesivamente ingeniosa, tira de situaciones recicladas de la clásica comedia americana, y sigue los previsibles patrones de toda comedia familiar con alguna aventurilla de por medio... por eso hay algunas gracias y situaciones que no funcionan demasiado bien (al estar ya muy vistas y ser poco elaboradas) y solo dejan una leve sonrisa, pero el caso es que el film no ceja en ningún momento en su empeño de querer hacernos reír... y al verter gracieta tras gracieta hay alguna que otra que acaba acertando con complicidad y excentricidad a la vez.

Donde menos funciona la comedia es cuando trata de explotar de manera disparatada la misión secreta (para eso mejor ver "Johnny English", "Superagente 83" o sucedáneos, porque en ésta el humor patina bastante), y donde más funciona es en los momentos en los que se nos describen las histéricas y descacharrantes reacciones que tiene el podólogo al verse metido en el gran embolado de traficantes y armas nucleares (maravilloso e hilarante Albert Brooks que es lo mejor de la película. Por cierto, se hace muy recomendable ver la cinta en versión original para escuchar las entonaciones del papá de "Buscando a Nemo", que hacen de las situaciones algo aun más divertido), y la comedia también funciona cuando nos narra las actuaciones de un FBI que va de serio y se nos retrata de lo más bobalicón y ridículo. Además hay algún otro momento jocoso de humor físico bastante sutil de un por entonces más desconocido Ryan Reynolds, que se convierte junto a David Suchet en un robaescenas en toda regla.

Así que por buenos ratos no será: Si no hay risas, hay sonrisas... y así continuamente durante el metraje que es de lo más amable con el espectador. La dirección de Fleming es de lo más precisa en todos sus encuadres, el compás es excelente (no hay ni un solo punto muerto en el film), los aportes musicales están elegidos con un tino perfecto y aumentan la jocosidad de algunos momentos, el humor del conjunto no es forzado y surge con naturalidad, y los actores están todos estupendos (aunque quienes más destacan son David Suchet y Ryan Reynolds como secundarios y Albert Brooks como protagonista) y Michael Douglas y Albert Brooks comparten química en esta "extraña pareja".

Y es que siendo "Hasta que la muerte los separe" una comedia de lo más ligerita, sencilla y básica para pasar el rato y nada más, evidencia que no basa su atractivo en el guión (no estamos ante un enredado e irónico humor inglés precisamente), sino que basa su encanto y su tirón en el lucimiento cómico que puedan tener los actores con sus gestos, reacciones, gritos y sonrisas. Y en eso la verdad es que funciona muy bien.

Para pasar un rato agradable.

Lo mejor: Albert Brooks como histérico hipocondriaco y David Suchet como "loca" traficante. la complicidad que surge entre los pareja protagonista. Algunos momentos como...
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5
26 de febrero de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una invasión alienígena asesina aterriza en un suburbio londinense donde habitan los gangs juveniles y criminales. Esta pandilla de adolescentes "indeseables" y violentos deberá vérselas entonces con estos aliens depredadores... ¿o es al revés?

"Attack The Block" es (lógicamente) un híbrido gamberro y simpático de terror y comedia. Resulta un film distraído y descarado que, sin embargo, no llega a ofrecer nada tan estrambótico en su comedia que dé como resultado sucesos singulares (esto no son los "Gremlins"). Y es que "Attack The Block" nunca llega a la excentricidad de carcajada, y su parodia se queda en algo muy ligero y con ocurrencias no tan agudas como podría esperarse (no hay, por ejemplo, gracietas de todo tipo que machaquen los universos que parodia por todas y cada una de sus aristas como lo hacía "Kick-Ass").

Pero es que en "Attack The Block" el argumento por lo general no tiene demasiada chicha o complejidad. La premisa es simple y su desarrollo tan sencillo como elemental. La verdad es que la trama tiene muy poco por donde rascar.

Aun así, esta sugerente payasada sostiene su honor gracias a una realización impecable y a unas interpretaciones animosas y sólidas. Quitando una presentación de personajes algo pausada, el metraje consigue un entretenimiento y una sensación de turbación in-crescendo que llega al magnetismo en la mayoría de sus puntos. Esto se debe al pulso narrativo que aplica Cornish, que logra que uno no se puede despegar de la pantalla durante sus escenas de suspense, persecuciones o terror (estas últimas logran ser mucho más impactantes que ciertas superproducciones llenas de efectos visuales y grandilocuencia). La banda sonora es genial. La ambientación es estupenda y está realmente conseguida (aun siendo de menor presupuesto que otros productos similares como "Super 8") destacando una perfecta y "chula" iluminación. Al final la narración acaba transmitiendo el nervio y la inquietud que pretende.

En fin. Triunfa más en su suspense y su terror que en su comedia, pero en lineas generales entretiene dignamente, pone de los nervios cuando quiere en sus "sustos", y hace levantar la sonrisa gracias a estos antihéroes cafres bien interpretados. Quizá no tenga los apellidos Spielberg o Abrahams detrás, pero es mucho más fresca y cercana que "Super 8". Sigue la buena estrella de "Kick-Ass"... aunque no llega a tener su holgura argumental.

Lo mejor:...
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6
24 de octubre de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sabroso y volátil entretenimiento de Robert Rodríguez en el que nuestro querido Banderas se pone en la piel de un vengador lleno de armamento impresionante que se va cepillando y fulminando a todo lo que huela a cártel mafioso hasta llegar a su objetivo y mayor antagonista.

"Desperado" ofrece una historia de vendetta clásica y sencillota... y realmente su argumento a nivel de confabulaciones y dramas no tiene demasiado que ofrecer ni está excesivamente elaborado. Pero en el cine de Robert Rodríguez eso nunca ha importado. Rodríguez es un cineasta de lo más ducho capaz (al igual que su compañero y gran amigo Tarantino) de explotar una simple, bromista y llamativa idea (esta vez la de un mariachi que en su funda de guitarra guarda metralletas y pistolas) y convertirla en un largometraje lleno de espectáculo y diversión.

Y "Desperado" no es menos. Quizá no tenga mucha trama de la que sacar chicha dramática... pero Rodríguez mantiene en todo momento el sentido del entretenimiento en su producto. El ritmo del film es una maravilla y discurre con completa fluidez evolucionando siempre la trama con total pertinencia y distracción. El metraje juega durante la narración a la autoparodia con un tino excepcional, sus personajes son caricaturizados intencionadamente con una guasa y una ironía de lo más complacientes (que en ciertos puntos resulta de lo más fresca), sus diálogos humorísticos, chistes y referencias visuales levantan la sonrisa... pero sobre todo lo que hay en "Desperado" es un gran sentido de la estética; es un film que se centra sobre todo en sus escenas de acción... y esas filigranas, volteretas y piruetas; esas acrobacias, brincos y cabriolas; esos rebotes o espachurramientos de sangre; esos fuegos, balas o humos de metralla dejan hipnotizado a cualquiera. Rodríguez demuestra una gran pericia narrativa a nivel de encuadres y montaje (del que por cierto se encargó personalmente, eso sí es talento) durante toda la cinta... pero en esas escenas de acción cargadas de un maravilloso nervio todavía se evidencia aun más ese arte. Sí, sus escenas de acción son muy chulas y llamativas, y gozan de una gran vistosidad (también es mérito de una fotografía cutre-decayente muy lucida).

Los actores por su parte están todos estupendos (Banderas encaja como un guante en los films de Rodríguez (con el que ya ha trabajado en 7 cintas)... porque es el Banderas de productos pillos y desenfadados (el que siempre ha gustado) y no el de cintas dramática (que no suele funcionar)) y saben impregnarse de ese punto de guasa sin nunca caer en la indiferencia en sus interpretaciones.

En definitiva. Ver como Banderas se enfrenta a metrallazos contra la mafia en una historia gangsteriena predecible y distinguidamente autoparódica resulta un placer culpable... porque el film es estilizado y evolutivo, no aburre jamás y a ratos (en sus escenas de acción) incluso entusiasma. Rodriguez logra hacer un producto apetitoso y de fácil digestión.

Lo mejor: ...
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