Impecable película. Hasta la llegada de "Cadena perpetua" el mejor drama carcelario de la historia. Sin llegar a la maestria de "El tren" es de los films más destacados del gran Frankenheimer, seguramente mi director preferido de lo que se denominó la generación de la televisión.
Con un ritmo sosegado el continuo devenir de acontecimientos hace que se pase como una exhalación su proyeccón.
La construcción del personaje de Burt Lancaster es de los más complejos de la historia del cine, un hombre despiadado que acaba robándonos el corazón.
En muchos aspectos es modélica y estoy convencido que fué una de las referencias de la obra maestra que he citado anteriormente.
Genial composición del celador de Lancaster.
Genial Thelma Ritter.
Karl Marlden con la voz de Jesus Puente es un lujo para la vista y los oidos.
El blanco y negro le sienta de maravilla.
Para la época muy novedosa la presentación del narrador de la historia, Edmond O'Brien, apelando a cámara directamente.

Tercera película de Bennett Miller, muy interesante en su tramo final pero carente de la intensidad que él pretende inducir. Al igual que sus dos obras anteriores me ha dejado un poco desconcertado. Por un lado admito su personalidad pero por otro su aparente frialdad y lentitud no me acaba de transmitir, como lo hacían las obras de los setenta, tipo Hal Ashby, que él creo que emula. Porque hay dos películas que me ha recordado ésta, "Bienvendido, Mr Chance" y "Rocky". Tanto por la planificación y la fotogafía como por su estructura.

Otro aspecto destacable es que la interpretación de Steve Carell, muy elogiada, si que está a un buen nivel, pero me he distraido constantemente analizando su maquillaje. Por otro lado Channing Tatum está totalmente acertado y Mark Ruffalo firma otra magnífica interpretación.

No entido como una película, aunque anterior, se ha titulado igual que otra obra maesta de King Vidor, que además es traducción literal del original. Creo que esta película no se estrenó en España, por lo que para mi siempre era City Girl.

Nos encontramos ante una película que si se hubiese realizado 80 años más tarde quizá hubiese optado al Oscar a la mejor película del año. Por la fecha que data era una más de la cantidad de películas excelentes que se realizaron al final de la década de los veinte. Cuando el cine mudo había llegado a la mayoría de edad y la técnica se había simplificado como para permitir que genios de la realización pudiesen componer verdaderas maravillas. Desgraciadamente con la llegada del sonoro y la complejidad técnica que surgió la teatralidad volvio a la puesta en escena de muchas obras.

En este caso el productor impuso el sonido a medio rodaje. Yo personalmente he visto una versión completamente muda. Destaca la acostumbrada sobriedad de Murnau en la puesta en escena, pero sin los atrevimientos formales de sus obras magnas como "El último" o "Amanecer". En este caso la cámara se mantiene bastante estática, cosa que no impide que los destellos de Murnau asomen, sobretodo en un climax final lleno de ritmo e intensidad.

Como tantos remakes, uno más que hubiese sido innecesario realizar. Me alegro porque da trabajo a los técnicos y actores que participan y así no están parados.
Esta película se asemeja a otros remakes como el de "Secuestrada" o "Funny Games" porque ha sido realizado por el mismo director que la original. Me imagino que su grado de satisfacción es nulo, pues hacer lo mismo dos veces, tan sólo variando el elenco, tiene que ser poco gratificante. Si añadimos que había creado la original en blanco y negro verla en colores tiene que haber sido una concesión dolorosa.
Jason Statham y Mickey Rourke suben el status al encabezar el ranking de actores famosos con mayor número de malas películas de la historia. Es una pena que para el rol que protagoniza Michael Shannon, con peluca incluida, no hubiese pensado en Nicholas Cage

Torrente es un gran personaje. Un icono del cine español, guste o no guste, esto es cierto. Desgraciadamente no se puede decir lo mismo de las películas que llevan su título. La primera tiene la originalidad de presentar al personaje, pero al margen de eso la trama deja mucho que desear. En la segunda se impone un poco más la trama pero la torpeza de la ejecución la malogra. Estos mimos tropiezos se han hecho más evidentes en las dos posteriores secuelas que no llegaban ni siquiera tan alto.
Torrente 5 parte de una situación un poco más original, más atrevida. El prólogo es divertido, aunque otra vez la torpeza de la ejecución, unos involuntarios saltos de eje, malogran la frescura que se supone tendría que tener. Posteriormente, al reiterar la misma premisa, los mismos chistes, la llevan a bajar considerablemente el nivel.

Hay un problema muy evidente en estos Torrentes, y es que la realización y el montaje está al servicio de unas interpretaciones poco profesionales, intentando esquivar la torpeza de sus figurantes, cameos, famosos o amiguetes -como se los quiera llamar- que malogran la frescura que se supone tiene que tener el humor casposo que tan bien sabe articular el propio Segura. Su Quijote está a un buen nivel de gamberrradas, pero sus Sanchos han perdido fuelle desde que dejara en manos poco profesionales estos roles, quizá agrazco en este caso que Jesulín haya pasado a un nivel más secundario.