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España España · almeria
Críticas de TOM REGAN
Críticas 5.239
Críticas ordenadas por utilidad
8
10 de septiembre de 2014
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
111/03(07/08/14) Brillante debut en el largometraje del cómico galo Pierre Étaix, un actor, guionista y director, que en sus obras recuerda a los genios del humor Charles Chaplin, Buster Keaton, Harold Lloyd o Jacques Tati, por su humor de slapstick mudo, de los que además se nota influido, con una enorme sofisticación en la composición de gags, un tipo injustamente olvidado por el gran público y que merecería se recordará muy mucho por su frescura y celebración de la vida que son sus relatos.
El escenario es París, el protagonista es Pierre (gran Pierre Étaix), un joven obsesionado con la astronomía, vive con sus burgueses padres (Claude Masot y Denis Péronne), su madre le convence para que se busque una novia, él está atraído por una joven sueca, Ilka (simpática Karin Vesely), que vive con ellos el verano, pero la barrera del idioma es insalvable, entonces Pierre decide salir y ante su candidez en el comportamiento femenino estudia el modo de tomar una relación, en el intento serán muchas sus desventuras, por su torpeza, ingenuidad y altas pretensiones.

Como en todos los grandes personajes del humor el protagonista es un patoso de gran corazón, al que su inocencia y arrojo suelen jugar malas pasadas, en este caso en su odisea por buscar su media naranja, en esto recuerda bastante a “Siete Ocasiones” de Buster Keaton, por su trompicada aventura por hallar a alguien a quien amar, la única diferencia es que Keaton lo debía hacer contrarreloj, aquí el tiempo no es problema, si lo es la candidez y nulidad mundana de Pierre. Étaix se unió al gran guionista francés Jean-Claude Carrière (colaborador habitual de Buñuel en su etapa gabacha, y que conoció a Étaix a través de Jacques Tati) para escribir esta tierna y evocadora historia de un idealista al que todo le sale mal. Elegantes y sofisticados gags visuales se suceden de modo fluido, denotando una excelente elaboración, en el que la creatividad e fantasía visual se suceden en un río de lirismo imaginativo delicioso. La historia toca temas como la búsqueda idealizada del amor, la frustración anímica, la dependencia familiar, las obsesiones o como muchas veces nos hartamos de buscar algo que tenemos al lado.

En la cinta los momentos de gran inventiva borbotean: La ingeniería que el padre monta para poder beber alcohol y fumar con la madre delante y que esta no se dé cuenta, Impresionante; Cuando Pierre recorta una hoja de una revista con una sexy figura de una mujer en bikini y la pega en la estantería y nos damos cuenta de que lo que interesaba era el dorso de la página con formulas matemáticas; Todo el tramo en que Pierre se pone los tapones en los oídos, con el padre que le da una charla que este no oye, sobre todo con la que arma afeitándose, provocando un estropicio; El paseo nocturno por París de Pierre contemplando a enamorados que le hace cambiar sus prioridades; Como planea enamorar a chicas visualizándolas en su dormitorio; Cuando confunde a un perro en un descapotable con una mujer con melena; Todo el hilarante tramo de Pierre en el club de baile, como intentando imitar a los ligones la lía una tras otra vez, desternillante el gag de los zapatos y el juego de caricias de piecitos, acabando con una borrachina, teniendo que llevarla a su apartamento en lo que a los testigos le parece la escena de un homicidio, descacharrante ingenio; La salida al parque con la borrachina de Pierre y este intentando huir de ella, hasta jugando al escondite; El café con la borrachina en que Pierre queda prendado de una cantante en la tele; Cuando Pierre decide decorar cascoporro su dormitorio con la imagende la cantante; Cuando Pierrese cuela en el back-stage de un teatro para ver a su amada y ensarta desatino sobre desatino en un akelarre divertidísimo; Todos los equívocos del idioma con la sirvienta sueca; O su delicioso final (spoiler).

Pierre Étaix fue un payaso y acróbata, comediante, director de cine y actor que comenzó en la farándula de ilustrador de cabaret, se unió a Tati para ayudarlo en el film “Mi Tío”, donde fue asistente de dirección, donde también realizó ilustraciones que sirvieron para el aire modernista de la cinta, dos años después hizo su debut en cine con dos cortometrajes “Rupture” y “Heureux Anniversaire” , ganando este último el Óscar en la categoría. Comenzando después una excelente carrera en largos con obras como esta o “Yoyo”, pero tras su satírico documental “País de cucaña” le llovieron las críticas por ridiculizar la burguesía francesa, siendo el mayor martillo Jean-Luc Godard a la que no dejaba en buen lugar tras el mayo del 68, viéndose obligado a dejar de dirigir, aunque continuo trabajando como actor, también volvió a trabajar de payaso en 1971 en el Circo Pinder, escribiendo también varias obras de teatro y libros.

Pierre Étaix compone con ternura al ingenuo enamoradizo. Claude Masot como el padre resulta un entrañable pícaro engañando a su marujona esposa. Denis Péronne posee dotes fuertes de mandona metomentodo como la madre. Laurence Lignères es muy divertida como la borrachina pesada. Karin Vesely resulta algo fría y con escasa química con Pierre.

La puesta en escena rezuma sobriedad al servicio de la comedia, apreciándose gusto por POarís con imágenes bellas de la Ciudad de la Luz con una meritoria fotografía de Pierre Levent.

En conjunto queda un dulce, divertido y notable relato lleno de sibarita humor sobre los diferentes caminos del amor, un hermoso debut en el largometraje del olvidado Pierre Étaix. Fuerza y honor!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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El acto de matar
Documental
Dinamarca2012
7,8
8.123
Documental
9
5 de marzo de 2014
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
35/18(23/02/14) Impactante y escalofriante documental realizado por Joshua Openheimer, Christine Cynn y un anónimo indonesio, sutil en no enseñar sangre, ni un solo muerto, nos abre las carnes el relato de estos vanidosos carniceros. Está producido entre otros por el alemán Werner Herzog que dijo cuando lo vio <No he visto nunca una película tan potente, surreal y terrorífica en al menos una década>. El escenario es Indonesia, allí se dirigió Oppenheimer a realizar un documental sobre el genocidio que se produjo en el país entre 1965 y 1966, tras el derrocamiento de Suharto al presidente comunista Sukarno, el dictador purgó a una cifra indeterminada de comunistas, van del medio millón a los 2’5 millones de personas, este holocausto fue llevado en gran parte por milicias paramilitares que metían en el saco de comunistas a todo opositor, intelectual, agricultor, chino y más posibles rivales, con el visto bueno de las potencias occidentales que se estaban en plena Guerra Fría. Comenzó el rodaje hace siete años, casi 50 años después poca cosa ha cambiado en la nación asiática, los vencedores siguen en el poder, y su ansiada recopilación de testimonios de los que sufrieron la masacre se encontró con múltiples dificultades, así que cambió el rumbo de su trabajo al darse cuenta que los sicarios o gánsteres, como gusta llamarse, campan a sus anchas, en total impunidad, siendo héroes locales venerados, que aún hoy se jactan de sus asesinatos. El documental tiene 2 versiones, la comercial de 115 minutos, y la versión extendida con 159 minutos, es esta última la que comentaré.

El director se fija en Anwar Congo, anciano de imagen tierna que se vanagloria de haber matado a más de 1000 personas, fue uno de los fundadores de la más grande milicia indonesia, Pemuda Pancasila (organización tiene a ministros en el gobierno), un escuadrón de la muerte sanguinario. Llama la atención de que en sus orígenes Anwar junto a su amigo Adi Zulkadry eran delincuentes en Medan (Sumatra del Norte) dedicados a la reventa de entradas para el cine americano (a las que Anwar es un aficionado, sus ídolos son John Wayne, Elvis Presley y Al Pacino), de gran demanda, llegaron los comunistas al poder y las cintas estadounidenses se cortaron, derivando en el cabreo de Anwar y compañía, por supuesto lo más ‘normal’ es que si luego el entrante dictador les conmina a eliminar a comunistas estos lo hagan encantados, autodenominándose gangsters, palabra que ellos traducen como ‘Hombre Libre’, término con el que se trataba a los piratas en Indonesia. También es protagonista un tipo orondo, Herman Koto, un cuasi-Falete, un admirador de las ‘gestas’ de Anwar, estrafalario hombre que se deleita travistiéndose cual Carmen Miranda.

Oppenheimer tras charlar con algunos de los genocidas y saber de su afición por el cine les propone un retorcido juego, hacer una película sobre sus ‘hazañas’, prepararan un casting para representar ante las cámaras sus barbaridades, en un tono de serie z, los asesinos rememoraran sus matanzas, con estilo revoltijo de géneros que estos desequilibrados más degustan, el cine negro de gangsters y el musical, convirtiéndose el documental en una especie de making-off de este supuesto atroz film, surcado de confesiones desgarradoras de muchos de los que participaron, salvajes que se sienten orgullosos de su trabajo, su fuerza actual radica en sus cruentos métodos de antaño, un hábil descenso a un Infierno donde se da cita aquello que dejó dicho Hanna Arendt <La banalidad del mal>, gente que convivía con el homicidio de modo rutinario, su labor era salir a la calle, atrapar a cualquier sospechosos de disidente, torturarlo y matarlo.

Es una galería de situaciones y de relatos pavorosos, contados de modo tan flemático que te hace dudar si no es un fake, además de mostrar que eran unos Monstruos, que son unos Monstruos, exhiben una mente tan cortita que aterroriza pensar que un país depositará su ‘seguridad’ en manos de estos dementes, con una mentalidad pueril. Macabro trabajo que te deja turbado, deprimente retrato de la Naturaleza del Mal, radiografía de unas personas amorales, desalmadas, asentimentales, Bestias con apariencia humana, seres repulsivos, que con un humor negrísimo describen sus ‘fechorías’ como actos traviesillos que una panda de chiquillos perpetra. El director consigue un enfoque original y desconcertante al dar libertad a las Bestias para que ‘disfruten’ con esta película dentro de una película, se creen unas estrellas hollywoodienses y se vienen arriba, se desinhiben, con el recurso de que se ‘desnuden’ ante la cámara con sus ‘batallitas/recreaciones’ nos deja más helados que con imágenes de archivo, nos asquea y desconcierta la trivialidad con la que nos escupen sus masacres, nos revuelven las tripas con tanta frialdad ‘chistosa’. El film divaga entre el surrealismo, la astracanada y el horror.

Se abre con la cita de Voltaire <Está prohibido matar. Por tanto, todos los asesinatos son castigados. Salvo aquellos que se practican en gran número y acompañados por el sonar de las trompetas>, y se inicia con un desconcertante número musical en un lugar paradisiaco coronado por una bella cascada y un lago, de la boca de un enorme pez de metal salen unas bailarinas comandadas por una especie de Drag Queen, una vez sacudidos por el momento kitsch conocemos a Anwar, nos lleva a una terraza, con total falta de emoción relata cómo asesinaba a los ‘comunistas’, y por el asco que le provocaba los charcos constantes de sangre perfeccionó su técnica hacia el estrangulamiento con un alambre, para lo que lo escenifica con un amigo, cruento, tras lo que dice se iba a disfrutar de una película de Elvis Presley, esto le ponía de buen humor para seguir matando, tramo que marca el tono bizarro del documental, también bailaba y fumaba marihuana para desconectar de su ‘ordinaria’ vida. (Continua en spoiler por falta de espacio)
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TOM REGAN
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Tyson
Documental
Estados Unidos2008
6,8
949
Documental, Intervenciones de: Mike Tyson
7
29 de julio de 2011
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
213/03(03/07/11) Buen documental en que el mítico boxeador Mike Tyson nos hace un recorrido por su convulsa vida en primera persona. Nos relata su problemática existencia desde las malas compañías que lo llevaron a un reformatorio, su encuentro con Cus D’Amato que lo llevó a ser el gran púgil que ha sido,como su influencia lo elevó a los altares, lo hizo persona, pero su muerte lo dejó huérfano de un guía espiritual lo que pudo suponery su posterior caída en desgracia. El film está surcado por imágenes de archivo en las que vemos a Mike en sus comienzos, sus primeros combates, su gloria y su ocaso representado en el famoso mordisco a la oreja de Evander Holyfield. Tyson es bastante autocrítico y no esconde lo que le que le ha perjudicado, nos presenta a un tipo con multitud de aristas que si no hubiera encontrado el cuadrilátero el mismo dice que estaría muerto, trata de humanizarse y explicar su conducta. Nos habla de su complicada vida sexual que tantos quebraderos de cabeza le ha dado, hasta lo han llevado a prisión por violación, cosa que él niega. Resulta un retrato veraz de un ídolo con pies de barro y que por su mala cabeza pasó de ser el mejor boxeador de la historia a ser una paródia de sí mismo. Es una autobiografía contada a gran ritmo, ágil, no te aburres, con una música cañera, con la que descubres que detrás del ‘Iron Man’ hay un ser con sentimientos consciente de que sus defectos de inmadurez lo devoran. Recomendable a los que gusten de buenas auto radiografías del éxito crepuscular. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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7
8 de julio de 2010
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
185/19(29/06/10) Ópera prima del guionista y realizador John Milius, proclive a las historias de violencia, y su debut no es una excepción, es una buena cinta de policías y ladrones, basado en hechos reales. Son los últimos meses de vida del enemigo público Nº 1 del FBI, John Dillinger (gran Warren Oates), una agencia federal que se estaba formando en aquellos momentos, y que se propuso como gran objetivo acabar con él a toda costa, para ello puso a su mejor hombre al frente de la persecución, Melvin Purvis (gran Ben Johnson), ello en el escenario de los años 30, Dillinger comandaba la más salvaje banda de atracadores que ha recorrido Norteamérica. La puesta en escena resulta magnífica, unos áridos escenarios que nos retrotraen al género del oeste, unos personajes claramente influenciados en el cine de Peckimpah, parecen tallados a hachazos, duros como las piedras, escenas de tiroteos cargadas de sangre excelentes, persecuciones de coches trepidantes, la historia discurre con un ritmo narrativo ágil, la acción no decae en momento alguno, es una delicia para los amantes de las películas gansteriles. Milius pretende hacer paralelismos entre los atracadores y los perseguidores, marcando que las dos son violentas, con la única salvedad que unos llevan la placa, así como remarca que Purvis se siente perseguido por la sombra de Dillinger, viendo que tiene más simpatías en la sociedad que él. Me ha gustado que se alejara del lado glamuroso de los criminales y polis no poniendo a guapos al frente del reparto, si no a gente con rostros curtidos que dan veracidad al relato. La parte floja es que no muestra a los personajes interiormente, los vemos como animales que se mueven por instinto, fríamente, con lo que no llegamos a empatizar con ellos, nos resultan lejanos y no llega a emocionar, no te cala, los secundarios, tan necesarios para dar poderío a un film, resultan difuminados, apenas sabemos algo de ellos, flojeando en este aspecto. Recomendable a los que gusten de buen cine gansteril. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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5
20 de marzo de 2010
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
089/13(12/03/10) Fue la mayor batalla de la Gran Guerra, una lucha que resultaría inútil, fue el peor escenario posible en la peor época posible, la peor batalla del conflicto, una masacre sangrienta símbolo de la fatuidad de las guerras, ‘Passchendaele’ en 1.917, una aldea belga, conocida también como la tercera batalla de Ypres, esta contienda se la conoció como ‘El Infierno de Barro’, las condiciones de vida fueron espantosas, no paraba de llover, las trincheras eran desagües naturales por lo que en todo momento estaban inundadas. El agua encharcada, unida a los cadáveres no enterrados, ayudaba a la transmisión de enfermedades. El terreno embarrado se convirtió en un Océano de enfangado, con multitud de trampas en forma de tierras movedizas provocadas por la suma de barro y cráteres de obuses, produciendo en cada avance aliado multitud de engullidos por el terreno, después de más de tres meses de luchas los británicos tomaron la aldea y se encontraron en un lugar fantasma sin ningún valor estratégico, los aliados perdieron 400.000 hombres, los alemanes causaron 65.000 bajas, más de 40.000 soldados desaparecidos no fueron hallados jamás, fueron tragados por el lodo, aún hoy en día los agricultores belgas, al arar la tierra encuentran cadáveres de los que no escaparon de ‘El Infierno de Barro de Passchendaele’. Pues bien estos trágicos acontecimientos merecían un mejor homenaje que esta insulsa y pastelosa cinta canadiense, escrita, dirigida y protagonizada por Paul Gross, donde esta batalla no es más que una excusa para contar una folletinesca historia con multitud de tópicos e ideas ya vistas mil veces en pantalla aportando cero, donde el colofón es una trifulca que pretende representar lo que fue esta épica contienda, roza lo patético, resuelta en una pretenciosa secuencia de reminiscencias cristianas demasiado artificiosa. Recomendable a los que les gustó ‘Leyendas de pasión’ cinta de la que bebe. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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