No importa que sea una película de Scorsese.
No importa que actúen De niro o Harvey Keitel.
No importa, de verdad, no pierdan el tiempo viendo esta bazofia. Siempre habrá algo mejor en la tele, seguro.

Sí, porque están monísimas (sobretodo Cameron) en esta entretenida comedia con espectaculares escenas de acción y potente banda sonora.
Los que la critican mal es que no saben apreciar el buen cine de entretenimiento. Comercial, sí, pero de calidad.
La segunda igual de buena, puede que más espectacular.

Cómo se nota que la mayoría de los que han criticado esta película no son precisamente fans de OT. Lo que no entiendo es porque si son detractores del programa, ven esta película. Ah, claro, sólo para ponerla a parir luego. Si es que la gente va a hacer daño...

En fin, que a mí sí me gusta OT y este documental, sin ser gran cosa, también.

Lo que está claro es que si tiene tan malas críticas y peor nota es porque hay gente a la que parece que el hecho de que unos cuantos chavales cumplan su sueño de subirse a un escenario y canten para miles de fans les molesta. Digo que será por eso y no por el trabajo de los dos directores de la película. Quienes por cierto, volvería a unirse en 2007 para rodar REC, un film de terror con gran éxito de público y crítica.

Pese a quien le pese.

Película con muy buenas intenciones, con gran reparto, y con buena puntuación en el apartado técnico; pero que tiene el gran defecto de aburrir mucho. Y ya puedes contar con los mejores profesionales, con los mejores actores, o con las mejores intenciones, pero si no logras entretener haciendo cine, mejor escribe un libro. Además, esta cinta es un ejemplo de que sólo hay una cosa peor que una película aburrida: una pelicula aburrida larga.

Aburrida, absurda y estúpida. Lo más gracioso es que está considerada una obra maestra. Bueno, en realidad, después de haberla sufrida durante dos larguísimas horas, eso no me hace ninguna gracia.