Un absoluto despropósito acelerado para adolescentes cansadas de lo de siempre y que no desean alejarse demasiado del espectáculo habitual.

La ¿Originalidad? aquí se encuentra en un sueño cumplido de una chica de 13 años que quiere tener 30... Los equívocos, así como los malos entendidos se suceden apresuradamente para evitar que pensemos. Se salva la música y... Mark Ruffalo.

Me gusta cualquier género, soy de estómago visual agradecido, pero no acepto bazofia envasada, aunque el continente intente parecer de calidad. Penosa.

Una película más interesada en mostrar que en entretener. No digo que lo que se cuenta no tenga interés, pero la narrativa se entrega parecida al clima sueco en los meses fríos del invierno.

Se obstina en una construcción larga y en algunos tramos desordenada, incluso farragosa. Bien interpretada aunque, vuelvo a insistir: Carece de ese mínimo entretenimiento necesario en una obra cinematográfica. No da con el tono.

El torrente de intrincadas cuestiones se lanzan con escuetas explicaciones, unido a los Flashbacks incomprensibles para mi, ha provocado un creciente desinterés durante la primera media hora.

Entiendo que encriptar una historia, puede hacerla interesante para esos espectadores a los que la oscuridad les seduce, aunque tampoco la entiendan. Pero mis limitados recursos intelectuales, hacen que busque un cine con mejor planteamiento, nudo y desenlace... porque me van poco las criptas.

Chris Pine resulta preciso manteniendo gesto y comportamiento adecuado a lo exigible, unido al aire de despiste un tanto lánguido, que a mi entender, le ayuda en la ejecución de este extraño papel de agente.

Thandiwe Newton no parece tan creíble como amante, encajaría mejor como simple y azarosa espía inteligente. Me he quejado muchas veces de la acción salvaje en el cine, sin mucho más... Ahora pido disculpas humildemente, esta más "intelectual" resulta profundamente aburrida.

Sin objetivo... Se ofrece fluctuante, y vaga por la pantalla buscando un destino que jamás encuentra. Momentos que se suceden sin un por qué. He leído en algún lugar que toma caminos que muchos directores no se atreven. Y entiendo a esos directores, porque la frescura de la que hablan yo no la hallé.

No me gustan las comedias americanas, porque la mayoría vagan en su simpleza, pero esta ni siquiera podría calificarse como simple. Entiendo que no tenga ninguna crítica pues es tan olvidable, que solo he escrito la mía como aviso, para evitar la pérdida de algo tan valioso como es el tiempo libre del que disponemos.

Me encontré ante un producto excéntrico, bien balanceado, singular, extravagante, irracional, fluido, enrredado y solvente; que se ayuda de un sutil sentido del humor, en el devenir de conductas poco recomendables.

Mads Mikkelsen es dueño de un vacío que atraviesa su mirada dura e indescriptible, aportando credibilidad a un personaje que sin él, no hubiera logrado arrastrarnos hacia ese vértice transgresor, reflexivo y enajenado.

Se encadena en esa zona áspera, como una salida contradictoria y perversa, entendiendo el conflicto en la venganza desesperada por el dolor.

Me ha gustado y sorprendido, dos características que resulta complicado hallar en el cine actual.